Semana Mundial de la Lactancia Materna

Combinar lactancia y trabajo, un desafío para las mujeres

Si bien se conocen los beneficios de la leche materna, sólo el 40 % de los bebés siguen tomando la teta al cumplir cuatro meses. La reinserción laboral, uno de los principales obstáculos para continuar amamantando.

a.jpg

En caída. A los seis meses de vida, sólo el 30 % de los bebés continúa siendo amamantado.

Foto: Archivo El Litoral

 

Agustina Mai

[email protected]

El 95 % de los bebés que nacen en la Maternidad del Iturraspe salen del hospital prendidos a la teta. Pero este porcentaje cae estrepitosamente al cuarto mes de vida: sólo el 40 % continúa siendo amamantado.

Las mamás dejan de dar de mamar por diversos motivos -entre los cuales incide la creciente oferta de leches comerciales-, pero uno de los más condicionantes es la reinserción en el mundo laboral.

Sin embargo, quienes están convencidas de la importancia de amamantar se las ingenian para no dejar de hacerlo. “Cuando empecé a trabajar, me sacaba leche en el baño del trabajo, la refrigeraba hasta llegar a casa, la congelábamos, y al otro día Constanza la tomaba”, relató Noelia Don, una mamá primeriza y empleada administrativa.

Ni la falta de un lugar apropiado para sacarse leche ni de una heladera donde refrigerarla fueron un impedimento. “No tengo un lugar tranquilo: me saco la leche en el baño. Tampoco hay enchufe para usar el sacaleche eléctrico, así que uso el manual. Tampoco hay heladera, así que compré un estuche térmico que conserva la leche hasta cuatro horas”, detalló la mamá.

Convencida de que la leche materna es lo mejor para su hija, Noelia sorteó los obstáculos. “Aún en la adversidad, pude sostener que Constanza siga tomando mi leche. Hoy tiene siete meses y sigue haciéndolo”, contó orgullosa. Y los resultados son más que positivos: “Nunca se enfermó. La leche materna es lo mejor. Mi consejo es que todas las mamás den la teta”.

Otras madres optan por sacarse leche unos meses antes de volver al trabajo y conservarla en el freezer (dura hasta tres meses). Es el caso de Leticia Allasia, que a fin de mes vuelve a la fábrica después de haber tenido a Sol. “Empecé hace dos meses a sacarme leche todos los días y la guardo en el freezer”, contó.

Mamá por segunda vez, ya experimentó los beneficios de la lactancia materna con su primera hija, Agustina. “Tomó la teta durante un año y medio y nunca se enfermó. Es lo mejor, por eso a Sol quiero darle la teta lo más que pueda”, aseguró.

Leticia ya previó lo necesario para sacarse leche en el trabajo. “Me compré un bolsito térmico, así puedo mantener la leche durante las nueve horas que voy a estar fuera de casa. Además, como soy la única mujer de la empresa, tengo baño propio para hacerlo tranquila”, dijo la joven ingeniera.

Algunas condiciones laborales que facilitarían la lactancia materna son: extender la licencia por maternidad a seis meses, reducir la jornada laboral, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para hacerlo.

Nutrientes y amor

La leche materna aporta todos los nutrientes para un desarrollo sano. Asimismo, el amamantamiento forja un lazo afectivo entre madre e hijo. “Además de ofrecer una nutrición impresionante que le aporta toda la inmunización necesaria, hay que contemplar ese vínculo que se forma entre la madre y su hijo: esa mirada, esos abrazos, ese calor...”, comentó Cristina Tosolini, del Comité de Lactancia Materna del Hospital Iturraspe y remarcó: “Cada teteada es una vacuna; el calostro, que es la primera gota de leche que sale, es oro en polvo”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida. Después debe complementarse con otros alimentos hasta los dos años.

El amamantamiento debe comenzar en la primera hora de vida; debe hacerse “a demanda”, es decir, con la frecuencia que quiera el niño; y deben evitarse las mamaderas y chupetes.

Si bien la lactancia tiene una alta prevalencia durante los tres primeros meses de vida, a partir del cuarto mes, desciende bruscamente. “En el hospital Iturraspe la prevalencia de lactancia materna es del 95 %: la mayoría de los chicos se va con pecho. Pero a los cuatro meses baja al 40 %, y al sexto, al 30 %”, detalló el pediatra Vicente Contini, del Comité de Lactancia del Iturraspe.

Aminorar esta caída es una de las prioridades. “Queremos generar grupos de apoyo en los centros de salud para que ayuden a las madres cuando tienen esa crisis que las hace dejar de dar la teta. Si la madre no es acompañada por la familia y los profesionales de la salud, es difícil lograr el éxito de la lactancia”, concluyó Contini y remarcó la promoción de la lactancia maternal que realizan las voluntarias de “Mamá Corazón”.

En 170 países

Hace 20 años, la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (Waba) lanzó la campaña de la Semana Mundial de Lactancia Materna para promocionar y apoyar al a mamantamiento. Se celebra del 1 al 7 de agosto en más de 170 países. El lema de este año es “Comprendiendo el pasado. Planificando el futuro”.

ESPECIAL PARA EL LITORAL

OTRA MIRADA

Los beneficios

Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) Filial Santa Fe

Es importante tener en cuenta, en primer lugar, el valor específico e insustituible de la leche materna para el lactante.

Los pechos maternos producen leche para el bebé prematuro, que es distinta de la producida para un bebé de término. El bebé prematuro se beneficia particularmente de las sustancias de defensa presentes en la leche materna, muestra un desarrollo psicomotriz mejor y tiene menos problemas oculares ulteriores que los bebés alimentados con leche artificial.

La leche materna está creada específicamente para el lactante humano, con el objetivo de crecimiento óptimo de su cerebro y su cuerpo, así como para su protección frente a la infección y para el desarrollo de su inmunidad. La composición única de la leche materna proporciona los nutrientes ideales para el crecimiento del cerebro humano, especialmente durante el primer año de vida.

A través del amamantamiento, madre e hijo van estableciendo una relación que es única y particular, y crean vínculos profundos para toda la vida.

Además de los beneficios para la madre y el bebé, existen beneficios para la familia, para la sociedad y medioambientales.

Beneficios para el bebé: menor riesgo de muerte súbita, de infecciones y de desnutrición infantil; protección contra la obesidad y el colesterol; mejora la inteligencia del niño, su desarrollo psicomotor, emocional y social, y la respuesta a las vacunas y para recuperarse de las enfermedades.

Beneficios para la madre: favorece el vínculo madre- hijo, refuerza la autoestima, menor sangrado después del parto, menor riesgo de anemia y de cáncer ginecológico, mayor espaciamiento entre embarazos, recuperación física más rápida, menor depresión posparto.

Beneficios para la familia: menor gasto de medicamentos, disminución de gastos en alimentos complementarios, menor ausentismo laboral por enfermedades de los hijos.

Beneficios para la sociedad: niños más sanos, mayor bienestar en la crianza de los hijos, menor gasto por enfermedades de los niños, disminución de la muerte infantil.

Beneficios medioambientales: la leche materna es un alimento ecológico que no necesita fabricarse, envasarse ni transportarse, con lo que ahorra energía y se evita la contaminación del medio ambiente.