Media sanción en Diputados

Otro intento para sumar la provincia al registro nacional de bienes culturales

La norma nacional data de 1999. Santa Fe dictó una ley propia en el 2003 que aún no fue reglamentada y por lo tanto no se aplica.

De la redacción de El Litoral

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La Cámara de Diputados votó y giró en revisión al Senado un proyecto de ley del radical Santiago Mascheroni que dispone la adhesión de la provincia a la Ley Nacional 25.197, norma que establece -entre otras cosas- la centralización en el ordenamiento de los bienes culturales de la Nación y la creación del Registro Único de Bienes Culturales dejando su aplicación en manos del ministerio de Innovación y Cultura.

Es la segunda ocasión en que la Cámara Baja se pronuncia sobre el tema ya que en la anterior ocasión no tuvo eco en el Senado.

La norma nacional es de fines de 1999 y tiene como autoridad de aplicación la Secretaría de Cultura de la Nación, invitándose a las Provincias a adherir a dicha normativa, cuestión que todavía no ha determinado Santa Fe. Sí en cambio, la provincia dictó en el 2003 la Ley 12.208 donde determina la centralización y ordenamiento de datos de los bienes culturales en un Centro Único Patrimonial en el marco de un sistema de protección del acervo cultural a partir de la identificación y registro de los mismos. Mascheroni aclaró que esa norma provincial aún no fue reglamentada por el Poder Ejecutivo.

“Sin perjuicio de la existencia de normativa provincial sin implementar por falta de reglamentación, resulta procedente vincularse al sistema del registro nacional de bienes culturales”, señaló el autor, jefe de la bancada del oficialista Frente Progresista.

Especificaciones de la norma nacional

La ley nacional precisa que “bienes culturales” son todos aquellos objetos, seres o sitios que constituyen la expresión o el testimonio de la creación humana y la evolución de la naturaleza y que tienen un valor arqueológico, histórico, artístico, científico o técnico excepcional. El universo de estos bienes constituirá el patrimonio cultural argentino”.

Después define a los “bienes culturales histórico-artísticos” a todas las obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza, de carácter irreemplazable, cuya peculiaridad, unidad, rareza y/o antigüedad les confiere un valor universal o nacional excepcional desde el punto de vista histórico, etnológico o antropológico, así como las obras arquitectónicas, de la escultura o de pintura y las de carácter arqueológico”.

Más adelante describe las siete categorías de ese tipo de bienes. Se trata del producto de las exploraciones y excavaciones arqueológicas y paleontológicas, terrestres y subacuáticas; objetos tales como los instrumentos de todo tipo, alfarería, inscripciones, monedas, sellos, joyas, armas y objetos funerarios; elementos procedentes del desmembramiento de monumentos históricos; materiales de interés antropológico y etnológico; bienes que se refieren a la historia, incluida la historia de las ciencias y las técnicas, la historia social, política, cultural y militar, así como la vida de los pueblos y de los dirigentes, pensadores, científicos y artistas nacionales; bienes inmuebles del patrimonio arquitectónico de la Nación y una serie de bienes de interés artístico como pinturas, grabados, manuscritos, etc.

Santiago Mascheroni, autor de la iniciativa.

Foto: Archivo El Litoral

Prórroga para Tatra

La prórroga por dos años de la expropiación para uso temporal de las maquinarias, herramientas y demás bienes muebles e inmuebles y accesorios que se encuentran emplazados en el predio correspondiente al Frigorífico Tatra, de la ciudad de Vera, a favor de la Cooperativa de Trabajo Tatra Ltda., fue votada en Diputados y girada al Senado. El kirchnerista Leandro Busatto destacó la importancia de la prórroga para la ciudad de Vera donde se encuentra asentada desde hace varias décadas dicha empresa y que desde hace algunos años está en manos de una cooperativa de trabajadores. “Los trabajadores toman la gestión de la empresa, recurriendo a distintas instancias para evitar así el retiro de maquinarias o de materias primas indispensables para la continuidad de la producción y para asegurar la recuperación del trabajo. Recuperar la empresa y garantizar la fuente de trabajo han sido pilares fundamentales de esta iniciativa llevada a cabo por la Cooperativa de Trabajo Tatra”, explicó su autor.