Teatro en Loa Espacio Proarte AGM

Llega la divertida “Amor a tiros”

¿A quién se le ha ocurrido pensar en la vida amorosa de los policías? Meter preso al amor, una decisión infrecuente.

De la redacción de El Litoral

Para el próximo lunes 20, a las 20.30, en Loa Espacio Proarte, la sala ubicada en 25 de Mayo 1867, está anunciada la presentación de la obra “Amor a tiros”, del dramaturgo argentino Bernardo Cappa -quien también la dirige-, propuesta que tiene mucho de delirio, una sólida puesta en escena y esencialmente un muy buen desempeño de su elenco, integrado por los actores Sebastián Mogordoy, Laura Nevole y Soledad Piacenza.

El disparador de la propuesta es la interrogación ¿a quién se le ha ocurrido pensar en la vida amorosa de los policías? En la trama, el comisario Gallo llama a la sargento Valentini quien le debe un favor para hacer un operativo que perjudicaría a un protegido del inspector Benavídez,

Juan Carlos Riestra, lo quieren agarrar en un sauna acusándolo de corrupción de menores. Valentini -describen sus hacedores- siempre respondió a Benavídez el hombre fuerte de los murciélagos y de quien está enamorada pero decide traicionarlo por despecho y porque no le queda otra. Hasta hace poco tiempo estuvo viviendo con Ordóñez, un cabo al que le habían quitado la placa por un episodio confuso con un travesti. Valentini no puede estar sola porque tiene conductas compulsivas. Para el operativo, el comisario Gallo le adjudicó al único hombre fiel que tiene que es el cabo Ordóñez, ella le pidió que la deje participar a su hija Andrea Gallo, no le dijo nada pero lo hizo para no estar sola con Ordóñez.

Tres en un encierro

Los protagonistas de la historia escrita por Cappa, la sargento Fernanda Valentini, la agente Andrea Gallo y el cabo Julio Ordóñez, están en un depósito de una antigua casa de telas. Su misión es observar por un monitor los movimientos del local nocturno vigilado por unas cámaras que colocó Julio Ordóñez, ni bien llegue Juan Carlos Riestra se presentarán en el lugar y procederán a detenerlo.

Hasta aquí la protohistoria, pero una vez encerrados se les arma un entrevero de sentimientos y no se les ocurre mejor idea que meter preso al amor pero el amor se les escapa y les queda la resaca amarga de haber mezclado sentimientos.

La crítica especializada alabó las múltiples calidades de este trabajo. En “Crítica teatral”, por ejemplo, Gabriel Peralta sostuvo que “a veces olvidamos que detrás de un uniforme de las fuerzas policiales se esconde un ser humano con sus angustias, sus taras y sus problemas sin resolver. “Amor a tiros, la divertida obra escrita y dirigida por Bernardo Cappa refresca nuestra memoria. Claro que para ello utiliza un humor feroz, que profundiza no sólo en la inestabilidad de los miembros de la fuerza policíaca, sino que también exhibe el lado más oscuro de la institución”.

“Lo escalofriante es que esos agentes del orden, de fragilidades emocionales terribles, son los mismos que deben cuidar, custodiar o como el caso que nos ocupa realizar un procedimiento. Es interesante cómo Cappa no deja de crear situaciones en un ámbito pequeñísimo, casi claustrofóbico, permitiendo que los constantes giros de la trama hagan que la obra crezca en tensión hasta el inesperado desenlace. El humor surge de un excelente balanceo entre tiempos de tensa calma y desbordes huracanados.

“El que también dicta clase mediante su escenografía es Norberto Laino, creando un sótano asfixiante, imprescindible para los tiroteos emocionales. El diseño de luces de Claudio del Bianco es bueno ya que refuerza la idea de encierro. Paola Delgado, en su muy buen vestuario, hace que se trasluzca el mundo interior de los personajes. ‘Amor a tiros’ muestra lo peligroso en que pueden convertirse unos policías enamorados, pero también grotescamente graciosos”.

Tras su estreno en la Capital Federal, este trabajo escénico tuvo numerosos premios y varias nominaciones en diversas categorías. Aquí Sebastián Mogordoy en una escena de la obra. Foto: Archivo El Litoral