Trámite exprés
Aprobaron expropiar la ex Ciccone
Con algunos votos opositores, el oficialismo se impuso cómodamente para traspasar al Estado la empresa y la impresión de papel moneda. La oposición dirigió fuertes críticas y hasta insultos a Boudou.
De la redacción de El Litoral
DyN
La Cámara de Diputados dio sanción definitiva por amplia mayoría a la ley que declara de “utilidad pública y sujeta a expropiación” a la Compañía de Valores Sudamericana SA, con el voto del oficialismo, sus aliados y parte de la oposición parlamentaria.
La ley fue aprobada por 145 votos afirmativos del kirchnerismo, sus aliados de Nuevo Encuentro, Frente Cívico por Santiago y el Movimiento Popular Neuquino (MPN), además de los bloques opositores como Proyecto Sur, el juecista Frente Cívico de Córdoba y el ahora menos anti-K Unión Peronista de Felipe Solá.
En contra, lo hicieron 78 diputados compuestos por la UCR, el socialismo, la Coalición Cívica, el Frente Peronista, el GEN, Libres del Sur, el delasotismo y el macrismo, y hubo 4 abstenciones de la bancada de Unidad Popular.
Durante la sesión especial pedida por el oficialismo, y al término de la votación de la ley, se aprobó también el decreto presidencial de la intervención estatal de la empresa. En tanto, el centro de las principales críticas y cuestionamientos fue el vicepresidente Amado Boudou quien se encuentra investigado por su supuesta intervención a favor de la última firma controladora de la Compañía de Valores Sudamericana (ver aparte).
Además de la utilidad pública, la norma establece que “el precio de los bienes sujetos a expropiación se determinará conforme lo previsto en el artículo 10 y concordantes de la Ley 21.499 debiendo el Tribunal de Tasaciones de la Nación efectuar la tasación de los mismos” y que “la suma” resultante a abonar “será pagada, hasta el monto correspondiente si excediera el de la tasación, con la deuda” que la firma mantiene con la Afip.
El show de los borregos
Al defender la propuesta oficial, la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la kirchnerista Diana Conti, fustigó a la oposición al señalar que al rechazar el proyecto oficial no defienden los “intereses nacionales” y le enrostró a algunos de esos bloques, como el radicalismo, el socialismo y el GEN, así como a la peronista disidente Graciela Camaño, haber respaldados propuestas similares y luego desandar el camino.
En su crítica, acusó a los opositores de ser parte de un “show”, “siguiendo como borregos al señor (CEO del Grupo Clarín, Héctor) Magnetto, hablan mal de nuestro vicepresidente de la Nación y sólo buscan y escarban ahí maniatando y poniendo en un lugar indigno a esta Cámara”.
Entre los argumentos opositores, se mencionó la falta de información brindada por el gobierno sobre el estado general de la empresa, el desconocimiento de sus verdaderos dueños, la violación de la propiedad privada, por lo cual también se cuestionó la intervención de la firma, y se aseguró que la verdadera intencionalidad de la ley es cubrir a Boudou, y también hubo quejas por el trato dado por Conti a la oposición en el debate.
Al cierre del debate, el jefe del bloque del Frente Para la Victoria, Agustín Rossi, salió en defensa de Conti y Boudou. Primero, enumeró los distintos calificativos utilizados por la oposición en la sesión contra el oficialismo (“manga de fascinerosos”, “cachafaces”, “progresistas corruptos”, entre otros) y contra Boudou, para luego calificar a Conti como “santa mujer” por sólo haberle dicho a los opositores “borregos”.
Y en defensa de Boudou, recordó: “480 notas de Clarín y 485 notas de La Nación” que “ha tenido que soportar”, y preguntó qué pasará si la justicia termina desestimando las denuncias en su contra.