Se inauguró el canchita de fútbol Horacio

Los chicos de Villa Oculta

ya no jugarán de visitantes

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Del otro lado de la vía. Para llegar a la canchita de Horacio, se puede ir por Naciones Unidas hasta llegar a Salvador Caputto. Allí, hay un puente ferroviario que separa Villa Oculta de Villa del Parque. Foto: Mauricio Garín

Por iniciativa de un cantante de cumbia que vive en Santa Rosa de Lima, los chicos de Villa Oculta cuentan ahora con un espacio para jugar a la pelota. Con ello, podrán disputar partidos con amigos de otros barrios y, lo que más querían, ser locales.

 

De la Redacción de El Litoral

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El barro en las zapatillas delató a Horacio. Antes de que llegara la prensa, estuvo jugando a la pelota con sus amigos. Y no era para menos teniendo en cuenta que por la tarde se iba a disputar el clásico con los chicos de Santa Rosa de Lima y el equipo debía practicar.

Ayer a la mañana se inauguró una canchita de fútbol en Villa Oculta. Un cartel advierte que se trata del potrerito de Horacio, lugar que de ahora en más será el primero a donde concurrirán los padres a buscar a sus hijos. “Deseaba mucho esta canchita. Con mis amigos siempre íbamos a jugar a la de Santa Rosa de Lima, de visitantes. Ahora vamos a ser locales, vamos a convertir decenas de goles en nuestra cancha”, contó Horacio a El Litoral.

Con 11 años, el chico que insistió incontables veces con la creación de un potrero en su barrio agradeció especialmente a la persona que escuchó su pedido y respondió a él. Junto a su mamá, destacó a Juan Carlos Viña, conocido en la zona como El Gitano o el cantante de cumbia más famoso de Santa Rosa de Lima.

“Es la cuarta”

El Gitano, como responde cuando se le pregunta nombre y apellido, refirió a El Litoral que hace tiempo se ocupa de mejorar lugares invadidos de basura y convertirlos en espacios públicos para que puedan ser utilizados por los más pequeños de los barrios periféricos.

“Esta es la cuarta canchita que hacemos para que las puedan disfrutar libremente todos los chicos. Dos están en Santa Rosa de Lima, una en Loyola y la última acá, en Villa Oculta. Próximamente estaremos inaugurando la quinta, pero queremos que sea sorpresa así que por ahora no vamos a difundir en qué lugar estará”, dijo.

Juan Carlos Viña asegura que para hacer realidad el sueño de centenares de chicos recurre a gente conocida y a su propio esfuerzo. Así, consigue los arcos de fútbol, las redes y las pelotas. “Cuando un chico te pide algo que desea es imposible no cumplírselo. Y cuando todos ponen un granito de arena las cosas se pueden hacer. Por dar un ejemplo, las ruedas que delimitan la cancha las sacaron los propios chicos del zanjón Suipacha”, señaló el hombre. Y finalizó: “Con esta iniciativa, además de beneficiar a los chicos, también contribuimos al bienestar de los vecinos porque de no estar la canchita habría un basural o un chiquero de chanchos”.


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Deseaba mucho esta canchita. Con mis amigos siempre íbamos a jugar a la de Santa Rosa de Lima, de visitantes. Ahora vamos a ser locales, vamos a convertir decenas de goles en nuestra cancha”.

Horacio, 11 años.

/// PEDIDO

Césped. Los chicos de Villa Oculta desean que la canchita tenga césped o, aunque sea, un mejorado. De esa forma, podrán jugar los días posteriores a las lluvias y no tendrán que esperar hasta que seque el barro.

Plaza. Las nenas del barrio fueron las primeras en pedir por una plaza con juegos, lindante al potrero. “Ahora nos toca a nosotras”, expresó una de ellas.

 

Padrinos

El espacio inaugurado en Villa Oculta tiene tres padrinos: los periodistas Juan Carlos Haberkon, de El Litoral, y María José Ramón y Leonardo Botta, de Cable y Diario. “Los seleccionamos como padrinos porque siempre nos están apoyando, colaborando con todo lo que necesitamos. A Juan Carlos Haberkon lo elegimos por incentivar tanto el deporte a través del suplemento Pasión Liga, que saca El Litoral”, refirió Juan Carlos Viña. Sumó un agradecimiento especial al concejal Esteban Aignasse, por una donación de pelotas, y a la Municipalidad, por haber colaborado con la concreción de la iniciativa.