EDITORIAL

Posible radicación de una multinacional

El debate abierto, franco y responsable siempre es productivo. En los últimos días, volvió a generarse en la ciudad la discusión sobre la conveniencia o el perjuicio que podría acarrear la llegada de un grupo empresarial de capitales internacionales como Cencosud, que en este caso instalaría en el puerto local un centro de ventas de grandes dimensiones de la firma Easy.

No es la primera vez que esta controversia se produce en Santa Fe. De hecho, lo mismo ocurrió frente a todo intento de grupos empresariales por desembarcar en la ciudad. En algunos casos, pudieron hacerlo. En otros, sus intenciones se vieron frustradas por la fuerte oposición generada, sobre todo, desde el sector del comercio local.

La preocupación de los comerciantes santafesinos es comprensible y sus sugerencias deben ser tenidas en cuenta. Competir contra estos grupos conformados por capitales internacionales resulta una tarea compleja, sobre todo por la capacidad de estas empresas de obtener mejores precios de sus proveedores al realizar compras masivas de productos que luego se distribuyen en locales diseminados a lo largo y ancho del país.

Sin embargo, la experiencia de los últimos años indica que la llegada de estas megaempresas a la ciudad no produjo ningún fenómeno de cierre masivo de comercios. En realidad, lo que existió fue una diversificación de la oferta y de la calidad de los servicios brindados.

De esta manera, con ingenio y capacidad, los comerciantes santafesinos supieron encontrar los caminos no solo para subsistir sino, en no pocos casos, para iniciar comercios barriales o vecinales a partir de los grandes proveedores. Incluso hay quienes lograron fidelizar a sus clientes, al ofrecer una atención diferenciada y más personalizada que la que se puede brindar desde estos enormes centros de venta polirrubro.

Tanto es así, que en estos momentos el sector del comercio es el principal productor de puestos de trabajo en la ciudad, superando incluso a la administración pública. Y eso no es todo: en los últimos años, la ciudad vio nacer y crecer nuevos centros comerciales en algunas de las principales avenidas troncales.

El hecho de que empresas foráneas expresen su intensión de radicarse en Santa Fe, representa una buena noticia. Significa que la ciudad se ha convertido en un mercado dinámico y atractivo, a pesar del freno de la actividad económica que se verifica a escala nacional. Un fenómeno similar se viene produciendo en el rubro hotelería, con la llegada de distintas cadenas internacionales.

Lo importante, si se concreta la llegada del referido grupo económico, será tomar los recaudos necesarios para que se respete la normativa vigente.

Santa Fe cuenta con reglas claras en este sentido, vinculadas tanto con la ubicación de estos megaemprendimientos, como con la superficie que pueden ocupar los locales de venta.

La puja de intereses y el contraste de visiones sobre la realidad resultan inevitables en una ciudad que crece. Por ese motivo, el orden y el cumplimiento de las reglas son imprescindibles.