Se ensamblaron 1,8 millón de unidades en 2011

Al relato de la “bici” nacional todavía se le sale la cadena

Este año la producción retrocederá un escalón. La buena noticia es que casi todo lo que se vende se arma en el país; pero las “bicipartes” más complejas siguen siendo importadas

Al relato de la “bici” nacional todavía se le sale la cadena

Las ciclovías santafesinas son tan bellas y específicas como pocas en el país, pero sólo se utilizan en tramos y horarios limitados, por temor a la inseguridad. La bicicleta nacional necesita cultura y gestión urbana, además de “partes” fabricadas en el país. foto: pablo aguirre

 

De la redacción de El Litoral

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Las restricciones a las importaciones lograron inhibir en buena medida la importación de bicicletas terminadas. El cable de la agencia oficial Télam celebra “la dinamización de esa industria local que fabrica hoy casi 99%” de las unidades que se venden en el país; el presidente de la Cámara de Comercio e Industria del sector, Claudio Canaglia, ajusta el concepto al aclarar que se trata de unidades “armadas” en territorio nacional.

En 2011 se vendieron en el país 1.867.000 bibicletas, superando incluso a la comercialización de autos usados (1.833.646 unidades). Canaglia estima que en este año se llegará a 1,6 millones de unidades ensambladas aquí.

En el mercado nacional se fabrica hoy casi 90 % de las partes de una bicicleta según el directivo de la Cámara. Entre los rubros están los manubrios, los caños para los cuadros, asientos, portaequipajes, llantas, rayos y algunas otras piezas.

Pero el directivo no desconoce que las partes más complejas -en especial piñón, cadena, engranajes delantero y trasero, frenos- son importadas. La mayoría de esas “bicipartes” provienen de países asiáticos como Taiwán y China, y en menor medida la India, Malasia e Indonesia. Sólo una pequeña porción llega desde la vecina Brasil.

Los números de la industria sirven para contrastar la realidad con el relato. La Argentina nunca tuvo producción nacional de cadenas, y si alguna vez fabricó piñones, dejó de hacerlo por falta de competitividad.

Un “armador” argentino explicó a El Litoral que un piñón importado puede valer 5 pesos de costo de producción. “En la Argentina no se podría fabricar ni el embalaje con ese costo”.

Es cierto que China o el sudeste asiático paga salarios que pocas veces cubren las normas elementales de la OIT ni las exigencias de la Organización Internacional de Comercio. También es cierto que el retraso del tipo de cambio ha inhibido inversiones.

No hay en el horizonte cercano un plan conocido para sustituir estas importaciones. Y el sector tampoco está tomando gente como previsión para una expansión del mercado. De hecho, en los números expuestos por la Cámara, habrá un retroceso de algo más de 250 mil unidades entre lo que se produjo el año pasado y lo que se “ensamblará” este año.


Cuando la política pedalea

El paro de subtes desató la guerra “capitalina” de poder. Mientras se discute de quién es la culpa, el gobierno de Macri rescató que hay 107 empresas que se sumaron al plan de promoción de la bici, a lo que se sumaron 28 organizaciones civiles y 8 universidades.

Macri no es original. Horacio Rosatti construyó ciclovías en Santa Fe; pero la iniciativa necesita una planificación y gestión que excede incluso las buenas intenciones del programa “subite a la bici” que hoy tiene 135 rodados y 3.200 usuarios registrados en la ciudad, para usar las unidades gratuitas de la Municipalidad. Falta seguridad y se promocionó una “red” de ciclovías que aún es promesa.

Pedalear para ir a trabajar sigue siendo historia. Los santafesinos más viejos recuerdan -por ejemplo sobre avenida Alem- cientos de bicicletas colgadas bajo techo, de empleados que concurrían a sus puestos en los talleres del ferrocarril. Algo parecido había en la curtiembre esperancina, a la vera de la ruta 70.

Hoy el modelo importa autopartes y bicipartes; el FF.CC. (sobre todo en aglomerados urbanos del interior del país) sigue postergado, se importan vagones que no sirven o no se usan, y se relegan “cochemotores” realizados en el país. Cuando la política es la que pedalea, se posterga lo que debería ser progreso.

Al relato de la “bici” nacional todavía se le sale la cadena

La senda delimitada, la costumbre indebida. foto: pablo aguirre

Recreación

Ése es el destino casi excluyente para las bicicletas en Santa Fe. Se puede comprar un rodado 26 para uso urbano en unos $ 800, pero se venden más las unidades que ofrecen más tecnología (importada) y valen un promedio de $ 2.000. Sólo una pequeña porción de usuarios locales usa la bici como medio de transporte, y lo hace menos por elección que por necesidad, ante la falta de otros medios de transporte público o imposibilidad de contar con motorización privada.

/// EL DATO

Inseguridad

El robo de las bicicletas “se ha naturalizado” al punto que no hay denuncias y tampoco hay un registro policial sobre sustracciones de estos bienes. Salvo en casos que incluyen lesiones, o que involucran sustracciones mayores (de mochilas, celulares y documentos) además del rodado, los damnificados no “pierden tiempo” o son desalentados ante el eventual “trámite” policial. Las ciclovías casi no se usan por el temor; el espacio público sin gestión eficiente, queda abandonado y ocioso.

/// la clave