Los sabaleros eligieron el mítico monumento porteño para dar rienda suelta a su alegría...

 

... Y los hinchas se fueron a festejar al Obelisco

... Y los hinchas se fueron  a festejar al Obelisco

No sorprenden. Fue muy importante la presencia de hinchas sabaleros en el Cilindro de Avellaneda. Alentaron todo el partido y, cuando quedó cerrada la clasificación, festejaron en la cancha y después en el tradicional obelisco porteño. Foto: Matías Nápoli

Roberto Sensini destacó el segundo tiempo de su equipo y dijo que “el gran mérito de estos muchachos es que todos quieren estar adentro de la cancha y se matan en cada entrenamiento”.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Habiendo seguido tanto a Colón por tantos lugares del país o del exterior, ya nada debiera sorprender. Pero cuando al mediodía compartíamos una extensa charla de café con el presidente Germán Lerche -acompañado por los dirigentes Pedro Eusebio y Carlos Marín-, el cálculo más optimista era de unos 2.000 hinchas sabaleros, pero la realidad mostró que hubo más y que otra vez Colón desbordó cualquier tipo de previsión.

Como es imaginable, la gente festejó mucho la victoria en el cilindro, pero el lugar elegido para dar rienda suelta a la algarabía -ya en las primeras horas del día de hoy- fue el tradicional Obelisco porteño, sitio de tantos festejos futboleros a través de los tiempos.

A todo esto, los jugadores disfrutaron de un momento íntimo en el vestuario y el propio Sensini fue el encargado de ponerle freno a la euforia: “Hoy es el día para festejar, pero ya mañana (por hoy) tenemos que ponernos como meta ganarle a River para mantener la punta del campeonato”, señaló “Boquita” antes de subirse al micro para trasladarse a Aeroparque a abordar el avión que llevó de regreso a la delegación a Santa Fe.

Sobre el partido en sí, Sensini dijo que “nos acomodamos recién en el segundo tiempo, cuando pudimos hacer algo que nos faltó en el primero, que fue el manejo de la pelota y así le quitamos la iniciativa a Racing”, agregando que “nos sentimos más seguros luego del empate, porque sabíamos que Racing tenía que hacer tres goles más para dejarnos afuera. La tranquilidad pasó a ser nuestra y la desesperación de ellos”.

Sobre las cosas que consiguió corregir en el entretiempo, el técnico sabalero dijo que “les aclaré a los jugadores que el resultado era negativo pero que aún nos servía para clasificar, que la actitud no podía variar y que no teníamos que defendernos porque ése no es nuestro fuerte”.

Cuando se lo consultó por los últimos partidos y la virtud de remontar situaciones adversas, Sensini dijo que “me llena de orgullo pero no me gusta. Lo ideal es que no tengamos que remontarlo desde atrás o que nos empaten cuando vamos ganando, sino ir ganando y manejar la situación”.

Respecto de la lesión de Bastía, dijo que “estaba amonestado, sintió una molestia y resolví sacarlo porque además quería darle algunos minutos a Bernardello. Eso es lo bueno que tiene este plantel, que nadie se quiere quedar afuera del equipo”. También se refirió a Moreno y Fabianesi, a quien lo conoce desde la época de Estudiantes. “Iván es un gran profesional y logra superar situaciones adversas como la del cansancio. Las 72 horas entre un partido y otro no son suficientes para el descanso de un mediocampista, que es el que más corre. Sin embargo, lo veo entrenar y ahí me doy cuenta de las ganas que le pone”.

Posteriormente destacó también el esfuerzo de los dirigentes por darle comodidades al plantel. “Nos pusieron un chárter a disposición y la posibilidad de quedarnos concentrados en Buenos Aires. La seguidilla es importante y cansadora, pero no tengo nada que decir de los dirigentes. Al contrario, ellos también están contribuyendo y mucho para conseguir estos resultados positivos de visitante”.

Luego habló brevemente de la racha que lleva el equipo sin perder (9 partidos, con 7 victorias y 2 empates) y dijo que “es bueno que ustedes hablen de eso y que lo reconozcan. A mí no me corresponde, aunque estoy convencido de que no es producto de la casualidad y que sólo un equipo que funciona correctamente puede dar vuelta un resultado negativo con un panorama tan complicado en lo futbolístico como lo hizo esta noche Colón”.

Por último no eludió hablar de River: “En 72 horas tendremos que jugar ante un equipo grande, que viene descansado porque jugó el domingo y que va a querer bajarnos. Ahora, todos se esmerarán para bajarnos y para eso tendremos que estar bien preparados”, señaló un conforme técnico sabalero.

Mientras tanto, a 500 kilómetros de distancia la ciudad se vestía de rojinegro y las bombas y bocinazos le ponían alegría y luz a la emoción sabalera. En Buenos Aires, los hinchas no querían dejar pasar la oportunidad de acercarse al mítico Obelisco para que la noche porteña se tiña de los colores de este Colón que sorprende a todos.

Ganó el duelo. En el primer tiempo, el partido salió tal cual lo planeó el DT de Racing, Luis Zubeldía, y Colón lo sufrió. Pero en el complemento Sensini ajustó algunas cosas y el rojinegro volvió a ser un equipo sólido y contundente, quedándose así con el partido y la serie.

Foto: Matías Nápoli

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No pudo desnivelar. Facundo Curuchet no fue el jugador desequilibrante y decisivo del partido de ida, porque seguramente Racing tomó los recaudos para revertir eso. Pero en el complemento igual complicó con su velocidad. Foto: Matías Nápoli

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River se quejó de casi todo

Luego de la victoria de anoche y de la punta que ostenta Colón en el torneo Inicial, la expectativa para el partido del domingo a las 20.15 ante River es mayúscula y se especula que el lleno será total en el estadio del barrio Centenario.

Los dirigentes confirmarán hoy que las entradas se venderán el domingo, pero teniendo en cuenta la cantidad de socios y abonos que tiene el club, no serían más de 4.000 ó 5.000 las localidades, entre populares y plateas, que tendrá a su disposición el hincha rojinegro.

A propósito de este cotejo con River, la dirigencia millonaria se quejó en AFA por varias cosas: 1) por la cantidad de entradas (4.500 en total) que le otorgó Colón a la parcialidad visitante; 2) por el horario del partido; 3) por la decisión de AFA que los dos equipos jueguen con el atuendo tradicional (River quería usar una alternativa y solicitó a Colón que cambie la suya).

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Marca y salida. Después de un primer tiempo muy complicado, Maximiliano Caire fue una de las figuras en el complemento, clausurando su lateral pero también mostrándose como opción en la ofensiva. Foto: Matías Nápoli

Alcoba cruzó con dureza a Ortiz

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Gerardo Alcoba es un típico defensor uruguayo que llegó a la Argentina queriendo mostrarse y que sus buenas actuaciones le sirvan de vidriera para pegar el salto a Europa. Cuando Batistuta aconsejó su llegada al club, muchos dudaron, algunos por desconocimiento y otros porque pensaban que venía de una inactividad que podía perjudicarlo. Nada de eso pasó y Alcoba se transformó rápidamente en un símbolo temperamental de este plantel de Sensini.

Luego del partido de anoche en el Cilindro, dijo que “los partidos de Copa se juegan así, como se jugó el de hoy. Nosotros tenemos que ser conscientes de que no siempre vamos a superar claramente al rival y que algunos partidos pueden no ser favorables. La virtud nuestra es la madurez para cambiar y para resolver esas situaciones adversas”.

Después, el uruguayo se refirió a los varios encontronazos y discusiones que tuvo con Fernando Ortiz, que inclusive les valió la amonestación a ambos y continuas advertencias de parte de Sergio Pezotta.

“No lo entiendo y no sé quién se cree que es. Yo me callo la boca y juego. Ni Cannavaro que fue campeón del mundo hace lo que hizo Ortiz, de quejarse de todo. Los uruguayos somos distintos, no nos quejamos y jugamos. Yo vengo a laburar y a romperme el alma por mi equipo. No sé quién se cree que es Ortiz, que además camina en puntitas de pie como queriendo demostrar algo o estar por encima de todos. Yo defiendo mis intereses y los del club que me paga. Y esto debe ser así porque es la obligación de los jugadores”, dijo el temperamental defensor uruguayo, que al igual que el equipo tuvo un rendimiento que fue de menor a mayor.

Pero esto no fue todo, ya que al final de la charla señaló que “este grupo se identifica por el trabajo, por la unidad y porque tiramos todos parejo. Acá somos todos indios, no hay caciques. Nadie se queja, nadie se cree más que ninguno, somos todos iguales y todos queremos jugar. Vamos por la gloria y no nos van a sentir quejarnos porque la cancha está mala o no tiene pasto. Le damos para adelante y queremos llegar lo más alto que podamos”.