/// EL INVITADO

Rumores y amenazas no pueden contra el precio

Ezequiel Tamborini

Editor Valorsoja.com

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Funcionarios del Ministerio de Economía siguen empleando métodos heterodoxos para intentar incentivar -con poco éxito- ventas del remanente de la cosecha de soja 2011/12 (estimado en unas 9,0 millones toneladas).

Primero fueron una serie de rumores sobre un posible aumento de las retenciones a la soja.

Luego se lanzaron algunos artículos en medios amigos con amenazas directas. El primero -publicado en Ámbito el 16 de agosto- señalaba que el gobierno estaba preparando “algún tipo de embestida” contra “los productores y su especulación por no vender la soja acumulada”. El segundo artículo publicado el lunes volvía a insistir con lo mismo (aunque el mismo contiene algunas inexactitudes desopilantes, como el descubrimiento de dos nuevos traders en el mercado: Dreyfuss y AGN). Las amenazas, lejos de generar ventas masivas, provocaron una retracción marcada de la oferta. Es decir: el efecto contrario al buscado.La ironía es que el propio gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, informa todos los días a los productores cuál debería ser el precio de referencia de la soja disponible.Los únicos momentos en los cuales la oferta de soja aparece en el mercado es cuando los precios ofrecidos son equivalentes a la capacidad de pago de la demanda. No se trata, por lo tanto, de una “especulación”, sino de vender el producto generado por el propio trabajo al valor correspondiente.

De todas maneras, la cadena sojera en su conjunto viene financiando con creces al gobierno nacional. Veamos algunos datos.

En lo que va del presente año el gobierno recaudó retenciones anticipadas por más de 2100 millones de dólares correspondientes a productos del complejo sojero. La normativa vigente (resolución 7552/09) indica que los exportadores deben pagar retenciones por anticipado para disponer de un plazo embarque razonable (180 días) de poroto, aceite, harina y pellets de soja.La alternativa -pagar derechos de exportación al momento de liquidar la operación- implica aceptar un plazo de embarque de 45 días (plazo que comienza a correr a partir de declaración de la operación y que es bastante limitado para los tiempos requeridos en la logística propia de un mercado de commodities agrícolas). Por otra parte, desde mayo de 2012 las compañías exportadoras deben ingresar la totalidad de las divisas generadas por ventas externas del complejo sojero en un plazo de hasta 30 días (cuando lo habitual hasta entonces era que dicho plazo sea de al menos 60 días).