La Catalina siembra murga en el interior profundo de Uruguay

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con los botijas, los futuros murguistas...

 

El director de la agrupación, Yamandú Cardozo, cuenta en esta entrevista los detalles del proyecto que sus integrantes denominaron “La Catalina va a la escuela”. En los próximos tres años recorrerán cada rincón del país vecino. Y enseñarán murga en las escuelas.

TEXTOS. NICOLÁS LOYARTE ([email protected]). FOTOS. AMANCIO ALEM, PABLO AGUIRRE Y gentileza agarrate catalina.

La murga uruguaya Agarrate Catalina comenzó una gira por el interior del país vecino, que demandará los próximos tres años, en la que “sembrará una semilla” en cada botija, enseñando la cultura murguera y sus valores.

Se trata de la tercera gira de esta reconocida agrupación murguera que tiene poco más de diez años de vida y es esperada por los amantes de la fiesta de Momo cada febrero en el Carnaval de Verano de Montevideo, como también en otros rincones de Sudamérica -como nuestra ciudad-, por donde lleva su espectáculo cada año.

Las dos primeras giras fueron experimentales. El “camión” de las murgas montevideanas pasea su espectáculo por la capital de Uruguay, con más de una presentación por noche, durante el mes de febrero de cada año, y realiza otras presentaciones durante el resto del año. En cambio, Agarrate Catalina, la agrupación formada principalmente por los hermanos Cardozo, decidió trascender las fronteras de Montevideo y realizar giras por el interior del vecino país acercando a la gente su pasión por la murga, con el objetivo de promover los valores de cooperación y comunidad.

Tal fue el entusiasmo que despertó en la Catalina la experiencia de las giras, sumada a otras vivencias gestadas en su reiterada visita a Cuba en los últimos años, que para este y los próximos dos años decidieron realizar una gran gira nacional por cada rincón de Montevideo para enseñar la murga en todas las escuelas de ese país.

“Queremos trascender el toque en la capital departamental y hacerlo en el interior más profundo, en escuelas rurales”, comenta Yamandú Cardozo, mentor, letrista y director de Agarrate Catalina. “Estamos muy entusiasmados con este proyecto que comenzó el 9 de agosto de este año”, agrega sobre la propuesta que bautizaron “La Catalina va a la escuela”.

“Nos tiene muy ilusionados. Es un poco repetir la experiencia vivida en la escuela ‘José Gervasio Artigas’ de La Habana (Cuba), a la que hace cuatro años que volvemos para cantar con los chiquilines de la escuela”, sigue Yama, como le dicen con afecto los suyos. “Eso derivó en que se haya formado una murga (estilo uruguaya) de niños cubanos. La fusionan con la rumba y está divino lo que hacen”, detalla.

“De esa experiencia surgió la idea de realizar funciones en las escuelas, combinadas con un mini tallercito, digamos, en el que se comparta la información de la murga para llevarla al interior de nuestro país. Y en eso estamos”, cuenta Yamandú.

- En paralelo a esta gira, ¿van a preparar el Carnaval 2013?

- Es un proyecto que nos va a demandar los próximos dos o tres años. Nos tiene muy entusiasmados, a tal punto que estamos pensando en ver qué pasa con la competencia oficial (del Teatro de Verano, en febrero). Se está poniendo a consideración de la asamblea que es esta cooperativa, la murga, a ver si no es el momento de abandonar la competencia del Carnaval oficial, que se está poniendo un poco exacerbada, y hacer un carnaval desde otro lado; recuperar el carnaval para el interior de nuestro país.

- Quieren sembrar la semillita...

- Seguro, totalmente. La mayoría son pueblitos en los que no suceden eventos culturales. Y si suceden, lo hacen en el cine, en el teatro que sobrevive, o en algún galpón, de noche, y quedan afuera los niños. Entonces, nosotros queremos llegar a los lugares más difíciles de llegar, o sea, al interior del interior, y a la escuela, donde por lo general no pasa mucho más que lo curricular. Queremos compartir lo que está pasando con este género y que los gurises ejerzan una actividad en la que se juegue y, cuando tengan ganas, toquen. Es una manera de colectivizar sus voluntades y hacer un ejercicio que está buenísimo en estos tiempos en los que la tendencia es a desgranar y disgregar, en vez de hacer cosas juntos, ¿no?

- Es rescatar su identidad...

- La murga es un buen canal para juntarse, más allá de lo que artísticamente suceda después. No pretendemos sacar un semillero de gurises murguistas estrellas, sino que jueguen desde la música, el teatro y el arte, a través de un género que los representa desde hace muchos años a través de sus padres y abuelos.

- Tres años es un tiempo que demandará a la murga mucho trabajo...

- Sí, es así. No sé si abarcaremos todas las escuelas del país, porque sería muy ambicioso, pero la gran mayoría, sí. Estamos pensando que sea largo, largo. Eso nos ilusiona mucho, porque nos hace mantener esta historia de la Catalina. Son como cosas sostenidas en el tiempo que siguen solidificando nuestro colectivo artístico. Me gusta mucho saber que esta barra, que es una cooperativa rodante, se sostiene mucho más allá de la competencia y el concurso del Carnaval.

- ¿Este proyecto puede trascender la frontera de Uruguay y realizarse en Argentina?

- ¿Cómo no? Estaría buenísimo. De hecho, una de las cosas maravillosas que nos ocurrió fue el año pasado en Córdoba. Un año antes fuimos a presentar el espectáculo “Gente común” al teatro Libertador, un teatro emblemático y divino, y por primera vez unos niños de la escuela de un pueblito del interior de esa provincia, que se llama Salto de Agua, nos hicieron conocer algo maravilloso. Sabíamos que tenían un profesor con el que estaban intentando hacer murga y los invitamos al teatro. Para ellos era la primera vez que iban a ver un espectáculo, que iban al Libertador, y que iban a la capital. Eran doce botijas que se la pasaron viendo el maquillaje, el escenario, y la función desde la platea, muy contentos. Pero lo que más nos sorprendió fue que este año, cuando regresamos a Córdoba a presentar “La comunidad” (su nuevo espectáculo), dos de los chiquilines viajaron en auto junto a las maestras hasta la capital cordobesa para vernos. Habían sido elegidos sólo dos niños en un sorteo porque no entraban todos en el auto de la maestra. Fueron a mostrarnos una adaptación del espectáculo del año anterior, “Gente común”, en el que, basados en la música, ellos hablan de la vida de su paraje, de su pueblito. Se habían pasado todo el año trabajando, a través de la murga, lo colectivo y el análisis de su realidad. No se imaginan lo que fue. Los hicimos subir al escenario del teatro del Libertador. Eran dos niños que pisaban por segunda vez en sus vidas la ciudad de Córdoba, parados delante de un teatro repleto, con sus guardapolvos blancos, ¡divinos!

- Como esa, deben tener una pila de historias...

- Aquella experiencia nos emocionó muchísimo y la tuvimos en cuenta a la hora de plantear este proyecto. Nos pasa seguido que a cada lugar donde nos presentamos se nos arrima gente del lugar que trabaja con niños en espacios culturales; se acercan a charlar y a que les compartamos algunas de nuestras ideas sobre la murga. A eso nosotros no lo llamamos talleres porque entendemos que debería ser algo más sostenido y no lo podemos hacer, porque llegamos a la ciudad, comemos, vamos al hotel y al rato hacemos la prueba de sonido, preparamos todo para el espectáculo, tocamos y descansamos para seguir en la ruta. Entonces, no nos da para llamar a eso taller, pero sí son lugares que se generan para compartir lo que hacemos; eso se sucede en cada lugar. Y, como vos decís, es la semilla involuntaria que sembramos.

- Estas historias les ocurren en Argentina...

- En Bigand, un pueblito que está a una hora de Rosario, fuimos a tocar a una escuela especial a la que nos convocaron unos amigos y llevamos la murga. Y a raíz de eso se armó una murga en Bigand que se llama “Ladrones de sonrisas” que es hija del paso de la Catalina por ese lugar. Eso está re-bueno. Entonces, ¿cómo no pensar en que podemos realizar este proyecto en Argentina? Si tenemos la posibilidad, seguro que lo vamos a hacer acá, y seguro que los chiquilines se prenden.

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en el teatro municipal, como en el ccp, cada año regresa la catalina.

Bio

Yamandú Cardozo nació el 3 de marzo de 1978 en Montevideo, Uruguay. Es creador, director responsable, letrista y alma máter de la murga Agarrate Catalina. Escribió, además, para otros conjuntos de carnaval y para programas de radio y televisión. Trabajó como conductor en ambos medios. En la actualidad, está abocado a su actividad permanente con Agarrate Catalina. Es el autor, junto a Valeria Tanco, de Agarrate Catalina. El libro (Aguilar, 2010).

HISTORIA

Agarrate Catalina nace en el año 2001. Se presenta en el Encuentro de Murga Joven y participa del mismo dos años.

En el año 2002 da la Prueba de Admisión e ingresa al Carnaval en el año 2003. Logran el pasaje a la Liguilla, siendo éste un hecho histórico: es la primera murga joven que accede a la tercera instancia del Concurso.

Obtiene el primer lugar del Concurso Oficial en los años 2005, 2006 y 2008, siendo el conjunto que realiza más tablados en febrero.

En el año 2006 es designada Embajadora Cultural de Montevideo por la Intendencia Municipal.

Realiza giras por el interior de su país, Argentina, Brasil, México, Paraguay, Chile, Cuba, Panamá, España y Francia. Ha llevado su espectáculo, entre otros, a la Casa de las Américas y Galileo Galilei, en Madrid, La Fiesta del Pilar en Zaragoza, La Sorbona en París, Teatro Helénico en México D.F., Teatro Libertador de Córdoba, Teatro Independencia de Mendoza, los festejos oficiales en el Palacio de Gobierno en el marco de la asunción del Presidente Lugo en Paraguay, Teatro Nacional de Panamá, La Trastienda y Teatro Coliseo en Buenos Aires, y los Carnavales Culturales de Valparaíso. Es la primera murga en llegar a Cádiz, cuna y origen de su género. Es invitada al Foro Social Mundial 2010 realizado en Porto Alegre. Se presenta en festivales internacionales de música y teatro en numerosas ciudades de México y Argentina.

En el año 2009 es la primera murga en realizar una gira de verano y Carnaval de dos meses a lo largo y ancho de todo el país, llevando a cabo más de cincuenta funciones y llegando a todos los departamentos del Uruguay. Acompañan a la Vuelta Ciclista en Semana de Turismo, presentándose en cada una de las ciudades donde finalizan las etapas.

Ha editado seis discos que han sido récord en ventas, figurando durante varias semanas en las listas de los más vendidos en los últimos años. Cinco de ellos son discos de oro y platino. Ha editado el dvd denominado “Pasaporte” que incluye imágenes de sus distintos viajes por el mundo y los espectáculos completos de los años 2006, 2007 y 2008.

En el año 2010 retorna al Carnaval con el espectáculo: “Civilización”. En un hecho sin precedentes en la historia del carnaval, a más de un mes de su presentación en el Teatro de Verano agotaron las entradas.

Al año siguiente la Catalina presentó el espectáculo de carnaval “Gente común” y en 2012, “La comunidad”, ya sin la presencia de Tabaré Cardozo, quien inició un espacio como solista junto a su banda.

Cada año regresan a Santa Fe a presentar su nuevo espectáculo y tocan los clásicos que el público siempre espera.

Fuente. www.agarratecatalina.com.uy, sitio oficial de Agarrate Catalina.