En Gálvez

Matrimonio asaltado y maniatado

De la Redacción de El Litoral

Dos hombres que todavía no fueron identificados participaron esta semana de un asalto a un matrimonio de la ciudad de Gálvez. El hecho fue denunciado por el matrimonio Ribotta el miércoles, cuando alrededor de las diez y media de la noche se pudieron soltar de las ataduras con que los habían dejado los maleantes.

Según el informe policial difundido por la Jefatura del departamento San Jerónimo, el episodio delictivo comenzó apenas pasadas las cuatro de la tarde, cuando la dueña de casa abrió la puerta de calle para recibir una encomienda para su esposo.

El falso mensajero aprovechó un descuido de la mujer de 58 años, a la que empujó hacia adentro del inmueble de Av. de Mayo al 900. Con total dominio de la situación, primero la redujo y luego la trasladó hasta el dormitorio donde quedó maniatada.

En ese momento ingresó otro delincuente a la casa y juntos comenzaron a buscar dinero y otros elementos de valor. Entre los objetos sustraídos se encontraban dos revólveres de calibres 22 y 38 mm. que fueron utilizados para terminar de cometer el delito.

Una hora más tarde de haber ingresado a la casa, llegó el marido, que sin advertir lo que allí ocurría también fue sorprendido por los asaltantes, que esta vez lo apuntaron con sus armas. El hombre de 64 años también fue atado de pies y manos y conducido junto a su mujer.

Al menos 5 horas estuvieron los dos delincuentes en la casa de Av. de Mayo. En ese tiempo aprovecharon para revisar cada rincón de la propiedad, donde encontraron $ 15.000 y U$S 3.000 que fueron denunciados por las víctimas.

Como consecuencia de semejante episodio, el comisario Diego Farías, titular de la comisaría 2a., hizo declaraciones al portal de noticias Gálvez Hoy, confirmando que los malvivientes sustrajeron “un par de armas de fuego, 15.000 pesos y 3.000 dólares”, al punto que aclaró que aún no hay detenidos. Por último confirmó que el matrimonio Ribotta no fue herido, aunque sufrió lesiones producto de las ataduras, y la obvia crisis de nervios por lo ocurrido.