Hace diez años

Argentina hacía historia

Derrotaba a Estados Unidos por 87 a 80 en la ciudad de Indianápolis, en el marco del Campeonato Mundial de Básquetbol.

Argentina hacía historia

Alejandro Montecchia, de Argentina, marcado por Baron Davis, de Estados Unidos.

Foto: Archivo El Litoral

Hugo Sconochini, atrapa el balón ante la presencia del norteamericano Elton Brand.

Foto: Archivo El Litoral

Redacción de El Litoral

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Hace exactamente diez años, el Seleccionado argentino de Básquetbol masculino, al que luego se denominaría como la Generación Dorada, obtuvo quizás su triunfo fundacional; aquel que le permitió colocar las bases de un ciclo que, con otros nombres, se extiende y conmueve hasta en días actuales.

Ocurrió un miércoles 4 de septiembre de 2002 en el Conseco Fieldhouse de la ciudad de Indianápolis: Argentina le ganó a Estados Unidos por 87 a 80, por la segunda fase del grupo F de la XIV Copa del Mundo de Básquetbol y cortó así un invicto de 58 partidos que arrastraba el llamado Dream Team.

Desde la integración en exclusiva con jugadores de la NBA, como pasó desde el Preolímpico de Portland 1992, los representativos norteamericanos arrasaban con sus rivales, en líneas generales. Pero ese día, en la ciudad más importante del Estado de Indiana, se toparon con un obstáculo enorme.

Porque la Argentina de Rubén Magnano (el técnico que luego comandó al equipo en la medalla de oro de los Juegos Olímpicos Atenas 2004), entendió que un triunfo sobre el Dream Team se cimentaba, únicamente, con una defensa sólida y un funcionamiento colectivo cercano al ideal.

Con mucha paciencia en la circulación, una presión que se extendió a todo el rectángulo y una destacada eficacia en los tiros al cesto rival, el elenco albiceleste fue tejiendo una diferencia destacada en el marcador. Así, al término de los primeros 10 minutos ganaba por 34-21.

“Nos codeábamos con los muchachos y decíamos: Che, vamos 10 arriba y no reaccionan; llevamos 15 de ventaja y seguimos. Cuándo se van a enojar estos tipos?”, contó tiempo después Andrés Nocioni, respecto de los diálogos que los componentes de la futura Generación Dorada mantenían dentro del mismo rectángulo de juego.

Al concluir la primera mitad, el equipo de Magnano llevaba una diferencia apreciable (53-37), con un rendimiento parejo en la mayoría de sus hombres.

El equipo estadounidense, herido tibiamente en su orgullo, ensayó una recuperación en el tercer parcial y quedó abajo 66-60, para alimentar la ilusión de una reacción definitiva.

Pero el talento en mano zurda de Emanuel Ginóbili (15 puntos), la emergente categoría de Luis Scola (13) y un inquebrantable Fabricio Oberto (11 y 9 rebotes), entre otros argumentos, le permitieron a la Argentina conservar la ventaja y enhebrar un triunfo histórico.

De los protagonistas

“Teníamos un sueño y lo hicimos realidad para orgullo de nuestro país. Sabíamos que era nuestra gran oportunidad y a medida que el partido avanzaba nos comprometimos con todo, porque sabíamos que era la hora de la verdad”, relató el base bahiense Juan Ignacio “Pepe” Sánchez, factor importante en el triunfo y que por esos días tenía su contrato garantido en los Detroit Pistons. “Me saco el sombrero con la Argentina. Nosotros hemos trabajado dos o tres semanas y caímos contra un equipo que jugó un muy buen básquetbol. Perdimos la compostura con su intensidad”, manifestó, una vez concluido el partido, George Karl, el entrenador del representativo norteamericano.

“Los felicito (a la Argentina) pero también estoy contento porque esto que sucedió nos permitirá a nosotros sacar conclusiones para determinar que es lo que necesitamos para ganar el campeonato”, remarcó Karl, en relación al rendimiento de su equipo, que luego perdió con Yugoslavia (81-78) y España (81-75), para finalizar en una ilógica sexta colocación.

Después del trascendente golpe ante los estadounidenses, la Argentina siguió su camino en Indianápolis y dejó en el camino a Brasil (78-67) en cuartos de final y a Alemania (86-80), en una de las semifinales.

El partido decisivo con Yugoslavia dejó la amarga sensación de una derrota injusta (84 a 77, en tiempo suplementario), luego de que los árbitros no sancionaran una falta a Hugo Sconochini, en los últimos segundos, que tal vez le hubieran permitido a los dirigidos por Magnano romper esa paridad 75-75, con la que se cerró el tiempo regular.

Pero Argentina ya había sorprendido al mundo y empezaba a ingresar en la consideración de todos en el básquetbol internacional.

Argentina hacía historia

/// SÍNTESIS

Argentina 87

Estados Unidos 80

Estadio: Conseco Fieldhouse de Indianápolis.

Parciales: Argentina 34-Estados Unidos 21, 53-37 y 66-60.

Árbitros: Romualdas Brazauskas (Lituania) e Itzok Rems (Eslovenia).

Asistencia: 5.623 espectadores.

Argentina: Juan Ignacio Sánchez 9, Emanuel Ginóbili 15, Hugo Sconochini 7, Rubén Wolkowyski 9, Fabricio Oberto 11 (fi); Luis Scola 13, Andrés Nocioni 14, Leandro Palladino 7, Alejandro Montecchia 0, Gabriel Fernández 2.

DT: Rubén Magnano.

Estados Unidos: Andre Miller 14, Paul Pierce 22, Jermaine O‘Neal 8, Elton Brand 0, Michael Finley 14 (fi); Shawn Marion 4, Reggie Miller 5, Baron Davis 7, Antonio Davis 3, Ben Wallace 3.

DT: George Karl.