Paolo Rocca disparó que el gobierno “perdió el rumbo” en 2008

La economía en la picota

El titular de la UIA sugiere “pelear amigablemente” con Guillermo Moreno; el 72 % de las Pymes proyectan un segundo semestre “igual o peor” después de un retroceso hasta junio.

De la redacción de El Litoral

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¿Anda bien o mal la economía en la Argentina? La pregunta se ha instalado a las puertas de la Casa Rosada. No es común que un industrial como Paolo Rocca (Techint) diga que “a partir de 2008 el gobierno perdió el rumbo”.

En un país donde los industriales no critican al gobierno en primera persona, fue un empresario emblemático el que afirmó que la Argentina “tiene un gran potencial” pero está “mal gestionada”, que “falta infraestructura” y que desde hace cuatro años “la competitividad empezó a caer”.

Rocca puso su optimismo a partir de 2018; las Pymes ven problemas inmediatos: 42 % de los empresarios pequeños y medianos respondieron en una encuesta del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina que el primer semestre del año fue “peor o mucho peor” que el año pasado.

En el marco del cuarto encuentro anual Idea Pyme, 125 empresarios respondieron al cuestionario de “expectativas de empresa” sobre la situación económica del país: para el 42 % está “moderadamente peor” o “mucho peor”, y sólo un 33 % opinó que está “igual”. Además el 72 % proyectó que el segundo semestre será “igual o peor” que el primero.

“Yo sería más medido al hablar de competitividad”, replicó Julio De Vido a Rocca. El gobierno no quiere entrar en polémicas respecto del relato oficial. Y en todo caso dejó que sea otro industrial el que responda.

Según el titular de la UIA, “el tren del desarrollo está pasando”. Pero incluso Ignacio De Mendiguren, un hombre acostumbrado a aplaudir desde primera fila, reconoció que hay que “arreglar cosas a corto plazo”. Consideró “suficiente” que suba “2 ó 3 puntos más” el PBI, “para que la oferta de bienes sea compatible con la demanda”. Es una manera diplomática de decir que la actividad está por debajo de lo necesario.

“Hay que trabajar todos los días peleándose” de manera amigable con Guillermo Moreno, para que los insumos entren y no paralicen a las industrias.

De Mendiguren, un hombre que reclamaba devaluación cuando Néstor Kirchner todavía defendía la convertibilidad, ahora reseña elípticamente el tipo de cambio.

La economía en la picota

“La flotación administrada aplicada desde 2003 nos ha permitido el crecimiento económico”, dijo Cristina al presentar “Genia”. Desde las sombras escucharon los industriales, que prefieren otro tipo de cambio. Foto: Télam

Dilema dólar

En círculos oficiales creen que el “1 a 1” de la convertibilidad es un problema que hoy podría repetirse con Estados Unidos (por eso el cepo al “deme 2” en Miami) pero que está en promedio 1 a 1,60 respecto de otros países (Brasil, Uruguay, Chile). Con el “tipo de cambio real multilateral” en esos términos, la Casa Rosada no quiere devaluar (lo piden con sordos gritos los empresarios) porque eso acelera la inflación. Con dólar estable y precios internos creciendo, la economía pierde competitividad para exportar. Según Rocca, el costo de un obrero industrial en la Argentina es de 24 dólares por hora, contra 12 dólares en México y 9 dólares en Brasil.

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