Artes visuales

Martha Pardo / Técnicas mixtas

Domingo Sahda

En fecha reciente la artista plástica Martha Pardo ha abierto a consideración del público una exposición de sus trabajos de reciente datación en la Sala de Artes de Bottai Inmobiliaria, San Martín 1697, ciudad de Santa Fe.

La muestra de referencia puede ser visitada en el horario de comercio, en los correspondientes días habilitados.

Pardo exhibe una colección de pinturas de tamaño medio resueltas con rápida gestualización al modo de pinturas directas, sin reelaboración o posterior tratamiento matérico. Superpone antes que articula tintas puras planas de fuerte impacto visual que recortan imágenes sobre el plano de sostén, el que actúa a modo de pantalla. Sobre los mismos se desarrolla el juego pictórico que sugiere antes que articulación y mutuo sostén técnico una especie de deliberado contraste que incide sobre el resultado final, aminorando el concepto visual de integración entre la “idea” del todo y sus partes.

Cada una de las facturas, los procesos de coagulación del concepto visual, sea este el dibujo o la pintura, siguen su curso predeterminado, la del uno sobre la otra y viceversa, según la intencionalidad discursiva de cada obra en cuestión.

La directa elaboración de cada camino expresivo, ambos válidos y puestos en evidencia de modo solvente, no significan que haya carencias que se complementen. Por el contrario, lo que se percibe es la competencia entre ambos procederes que conspiran en contra de la idea de totalidad.

Pardo, una consecuente cultora del arte visual debiera, en opinión de esta columna, optar por un camino expresivo, acoplándole otros siempre como subsidiarios y no como fuerte coprotagonista de cada obra a la vista.

Por sobre las imágenes pintadas de manera directa, en dinámica pincelada y limpios tonos de fuerte impacto visual, con escenificaciones próximas a la idea de la ilustración o al “cómic” o relato de aventuras, el gesto de la línea trazada a modo de expresivo —en exceso— gesto de definición emocional-pictórico crea conflictividades. Una muy personal idea de la plástica que la remite al arte de la ilustración, de por si un lenguaje que ha producido magníficos exponentes, es un tópico que valdría la pena recorrer, siempre dentro del condicionamiento de optar por un modo u otro en cada caso. La dignidad del dibujo no es, en modo alguno, menor al de la pintura. Ambos son territorios de expresión con sobrecarga expresiva legítimamente propia. Encabalgarlos con la misma preponderancia en cada situación pintada-dibujada conspira en contra de su resolución global y abarcativa.

De por sí en la historia del arte visual se dan dibujos cromatizados o pinturas en valores en los cuales la línea es una subrepticia presencia constante. Se trata de equilibrio y no de negación. Un cierto humor caústico sobrevuela en cada trabajo a la vista. La ironía manifiesta o subyacente aparece aquí y allá de modo diligente, otorgando una tierna malicia a cada obra en particular.

Dos obras de la artista plástica santafesina expuestas en Bottai Inmobiliaria. Fotos: Luis Cetraro