Los sabaleros visitan mañana a la siesta a los de Victoria...

Todo el grito de gol dibujado en los rostros de Ramírez y Moreno y Fabianesi. Fue cuando Tito puso en ventaja a los sabaleros ante River. Después llegó el empate millonario en el final del partido. Foto: Pablo Aguirre

De la Redacción de El Litoral

Hay una diferencia en la tabla de posiciones. Por un lado está Colón, que recién perdió el invicto en la fecha pasada ante San Lorenzo, que suma 11 puntos y está a dos del líder. Por el otro está Tigre, que luego de una enorme actuación en el torneo pasado, ahora apenas acumuló tres empates en los seis partidos, con otras tantas derrotas.

Es sólo un detalle, porque a la hora de jugar todo se equipara y las diferencias que a priori marca la tabla no siempre se demuestra en el campo de juego. Pero la tendencia en el análisis es ésa: por un lado hay un equipo que arrancó bien y juega bien (Colón) y por el otro un equipo que pareció tener muy alto su nivel de intensidad en la temporada pasada, pero que no tuvo un buen arranque (Tigre).

De todos modos, esa buena campaña de Tigre en el torneo pasado le permite ahora gozar de una buena posición en la tabla de promedios. El equipo de Victoria tiene 116 puntos en esa tabla, está debajo de Colón, precisamente, y tiene la mitad del resto de los equipos debajo suyo. Y si para muestra vale un botón, Independiente, que cierra esa tabla, tiene 93 puntos, o sea 23 menos que los de Victoria. Todo esto producto de los 63 puntos que Tigre hizo en la temporada anterior.

Al final... Graciani

Al cierre de nuestra edición, Sensini confirmó lo que se presumía luego de las dudas que dejó el trabajo de la víspera. Finalmente, Roberto Sensini se inclinó por Gabriel Graciani para jugar de titular, por el sector derecho, corriendo a Moreno y Fabianesi a la posición central del mediocampo para ser el ayudante de Bastía en ese sector, manteniéndose a Mugni por izquierda. En conclusión, Raldes por Pellegrino y Graciani por Prediger serán las únicas modificaciones que tendrá el equipo sabalero para visitar mañana a Tigre en Victoria, un escenario que no le ha sido propicio a los sabaleros en los últimos tiempos.

Con Graciani por derecha, el técnico intentará un poco más de profundidad. Algo para lo cual también colaborará Moreno, que es un jugador más punzante que Bernardello, la otra opción que tenía Sensini para reemplazar la sensible ausencia del “Perro” Prediger.

Graciani y Bernardello son diferentes. Con Bernardello, se podía llegar a mantener el nivel de contención que la dupla Bastía-Prediger aseguran en el sector central. Pero está claro que el ex volante de Newell's y que viene de jugar en el Almería, todavía no termina de convencer a Sensini por su falta de ritmo competitivo. Por eso se inclina, entre otras cosas, por un jugador como Graciani y por armar un mediocampo que tendrá un poco más de movilidad y de llegada para acompañar a los dos puntas (Gigliotti-Ramírez).

El ingreso de Raldes por Pellegrino estaba cantado. El boliviano, que jugó el viernes de la semana pasada con su selección pero luego volvió a nuestro país porque su equipo quedó libre entre semana, es uno de los jugadores más regulares del equipo y su ausencia se notó en el partido del sábado pasado ante San Lorenzo.

De esta manera, Sensini confirma la defensa que jugó buena parte de los encuentros de este Torneo Inicial y también de la Sudamericana, instancia por la cual los sabaleros volverán a competir el 27 de septiembre, entre medio de los partidos ante Newell's (domingo de la semana que viene a las 17.10 en el Centenario) y Vélez (lunes 1º de octubre, en horario a confirmar en Liniers).

Tres cambios

Respecto del rival, Arruabarrena hará tres modificaciones con relación al equipo que viene de igualar con Unión. Se trata de los ingresos de Castaño (efectivo volante central), Nicolás Martínez y Gastón Díaz, con lo cual se modificará buena parte de esa zona de volantes que tiene el equipo de Victoria. Los que salen son Matías Escobar, Lucas Orban y Matías Pérez García.

Una escena que se podría repetir mañana: Caire y Castaño enfrentados en un duelo por la posesión de la pelota. Foto: Matías Nápoli

¿Se acuerdan del “Chavo” Comas?

El ex delantero de Colón, Vélez y Boca Juniors, Jorge Comas fue detenido por unas horas por la policía de la ciudad mexicana de Veracruz acusado de agredir a un periodista.

Según publicó El Informador de Veracruz, Comas fue denunciado por el periodista deportivo Miguel Ángel Rocha Solano, quien dijo que el ex futbolista lo agredió en un restaurante de su propiedad, provocándole lesiones, y que, además, le profirió amenazas de muerte.

Comas, quien vive en Veracruz, mantiene con el periodista un viejo rencor desde la época en que jugaba en el equipo de los Tiburones Rojos y era criticado por Rocha Solano.

“Lamentablemente, me da mucha pena este hecho. Yo tuve por Comas una gran admiración y cariño, y años después de ser futbolista, tuve la oportunidad de ser una persona cercana a él y de apoyarlo en la medida de mis posibilidades, pero comprobé que es alcohólico y se descontrola”, explicó Rocha Solano.

Comas, de 52 años, es entrerriano y debutó en Colón allá por fines de la década del ‘70 y principios de los ‘80. Su paso más destacado se dio en Boca, pero volvió en 1994 para jugar en Colón. Sólo lo hizo 45 minutos, en el primer partido de la temporada que desembocó en el ascenso a Primera, de la mano de Chabay. Fue en el partido ante Laferrere de visitante, cuando Colón empató y el “Chavo” apenas jugó los primeros 45 minutos y luego fue reemplazado. En la semana, anunció su retiro de las canchas.

/// análisis

Caire, todo un caso

Enrique Cruz (h)

Se dijeron barbaridades cuando el Turco Mohamed lo trajo a Santa Fe. Recuerdo que una siesta, el vicepresidente Moncagatta dio a conocer la noticia. Muchos se preguntaron: “¿quién es Caire?, ¿de dónde lo trajeron?”. Pocos recordaban su paso por Almagro, menos el hincha de Colón, ya acostumbrado a ver fútbol de Primera y sólo a espiar el ascenso. Llegaron a pensar cualquier cosa, de Colón, de sus dirigentes, del Turco, de su representante, de cuál fue el verdadero motivo por el que llegó, etcétera.

Fue pasando el tiempo y a Caire se le hizo casi imposible jugar. Los técnicos no se animaban a ponerlo por más que en las prácticas andaba bien. Hasta el propio presidente Lerche llegó a admitir, en la nota que hizo con El Litoral en Lima, que “cuando Colón atacaba hacia el arco de la Jota Jota Paso, de la platea este le gritaban barbaridades a Caire y eso lo intranquilizaba”.

Una vez, lo dejaron afuera de una pretemporada. Su alejamiento del club se veía como algo que se iba a dar en forma casi inminente. ¿Alguien lo pidió?, ¿habrá sido verdad que no quiso bajar a jugar en la B? Por una cosa u otra, siguió en el club y enseguida se equiparó con el resto y volvió a ser uno de los mejores a la hora de entrenar.

El Bichi Fuertes, ídolo sabalero, también habló de Caire con El Litoral: “Siempre le decía a Maxi, que tenía que esforzarse, ser paciente y jugar, cuando le tocara, igual que en las prácticas. Siempre le tuve confianza”. Pero nadie se animaba a ponerlo.

Llegó Sensini y lo puso. El resultado está a la vista: Caire fue cambiando la imagen, pasó de odiado a amado, de insultado a elogiado, de silbado a aplaudido y de estar marginado en Colón a ser jugador de la selección.

Siempre en silencio, con perfil bajo, sin volverse loco en las malas ni subiéndose al caballo en las buenas. Caire no sólo es un ejemplo de perseverancia, sino que con todo lo que vivió y padeció en Colón hasta que le llegaron las buenas, podría pensarse que algo parecido puede ocurrir con él en la selección.

Si su paso será efímero, dependerá de él, de Sabella y de las chances ciertas que pueda tener. En la Argentina escasean los marcadores de punta y cualquiera que logre destacarse puede tener su posibilidad. Caire la buscará con la misma convicción que puso para modificar “de pe a pa” su historia en Colón. ¿Lo conseguirá?, todo es posible. Con Caire todo es posible.