La imponente chimenea de un edificio emblemático en La Boca: la ex fábrica de Alpargatas, escenario de Casa FOA.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS Y MERCEDES EZQUIAGA (TÉLAM). FOTOS. FREDY HEER.

Más de 40 espacios en 7.500 metros cuadrados es la propuesta de las 29º edición de Casa FOA, la feria nacional de arquitectura, industria, diseño interior y paisajismo que, hasta el 14 de octubre, estará situada en la ex fábrica de Alpargatas, en el corazón del porteño barrio de La Boca. La cita es en el imponente edificio ubicado en Avenida Regimiento de Patricios 1052, entre las calles Olavarría, Hernandarias y Aráoz de Lamadrid, hoy edificio Molina Ciudad (en homenaje a Florencio Molina Campos) e incorporado al Distrito de las Artes.

Esta nueva edición se desarrolla en el contexto de una ex fábrica textil, “en donde la rigidez y estandarización de la producción industrial se ve inundada y resignificada por la creación del diseño contemporáneo, permitiendo una dicotomía que devela el pasado en tiempo presente. Dos modelos de producción y creación se encuentran y dialogan para proyectarse hacia el futuro generando tendencias”, sintetiza la reseña del evento, creado con el fin de recaudar fondos para la Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbrán.

Añade además que uno de los sellos de Casa FOA es “redescubrir el espacio, devolverle valor y llenarlo de nuevos significados” y, en esta edición, “invita a encontrarse con un lugar histórico, habitado por reminiscencias de la producción industrial con lo más nuevo de la arquitectura, la industria, el diseño interior y el paisajismo. Una fábrica que vuelve del pasado para mostrarse en el presente como centro de la innovación y la singularidad de la creación. Como una nueva fábrica del diseño”.

UN PUENTE ENTRE DOS MUNDOS

Dos esculturas colgantes de colores hechas en friselina calada por el artista platense Manuel Ameztoy reciben al visitante en este periplo que conforma un agasajo para la vista y que busca darle un nuevo aire a la fábrica pero conservando su esencia original.

El recorrido comienza en el ingreso ni bien se accede a las rampas, que conducen directamente a los 13 seleccionados del concurso de diseños de bancos urbanos -para el uso del visitante- hechos en materiales como cañas de bambú, de hormigón con madera, caños de acero, placas de piedra; otro de chapa de acero y con forma de dominó y algunas piezas que caen.

Resulta imposible no detenerse ante la imponente e inmensa chimenea de la antigua fábrica textil, toneladas de cemento, intervenida con escalones en sus dos primeros niveles, rodeada de verdes, espejos en el piso y esculturas particulares.

“La idea en este espacio, símbolo de la fábrica, es tender un puente entre dos mundos, terminar con la antinomia campo y ciudad, campo e industria; encontrarse y comprender que existimos el uno con el otro. Es artístico y conceptual“, explicó la paisajista Diana Estévez, responsable del proyecto.

El paseo de las artes y oficios, también en la planta baja, ofrece un atisbo del trabajo del pintor Angel Capano o el luthier Alex Leibiusky, entre otros, una escena donde mostrar el proceso de producción de sus obras, cerca de los geniales bancos diseñados por Pablo Reinoso o las cajas vidriadas, donde se ubican locales de venta de objetos de diseño.

Los colores vivos en la escalera de baldosas y hierro comunican con la planta alta y los más de 40 stands de 50 metros cada uno, donde reinan los más diversos estilos, propuestas y tonalidades para ambientar un comedor, un estudio, un breakfast, un spa, una cocina, una biblioteca, un cuarto de bebé, por mencionar ejemplos.

PARA RECORRER

“La propuesta fue armar alrededor de una columna central este playroom, un lugar cálido y distendido, donde pasar con los niños y donde convivan distintas actividades recreativas“, cuentan Marcelo Orlievsky y Alejo Petrucci del estudio “yes, oui sí”, ganadores de la Beca Casa Foa para nuevos talentos.

En este recorrido sorprenden también las jovencísimas arquitectas Angie Dub y Tatiana Gurovich de 24 años, recién recibidas, quienes desarrollaron un ambiente “fresco” con un diseño de líneas simples, una estética inspirada en la naturaleza, con un muro verde que viste el balcón y el fondo de cama para un dormitorio de dos diseñadores.

Los detalles también hacen a Casa FOA; resultan encantadores los globos terráqueos de distintos tamaños y tonos en el “estar” que armoniza lo clásico y lo contemporáneo del arquitecto Flavio Domínguez, con ladrillo a la vista y reutilización de lona, madera y soga.

La armonía y un clima intimista sobrevuelan el espacio de Diana y Eliana Gradel, un spa con espejos de agua, duchas y un sauna, cuyo piso posee placas incrustadas en piedras blancas y en una de las paredes, un bosque lumínico de flores de lotus blancas que impactan sobre el fondo oscuro.

La dupla conformada por Danny Pierini y Teresita Bermúdez se destacan con un loft con baño que apela a lo “femenino, sensual y armónico” diseñado en tonos grises, verdes y magenta, telas alegres, mármoles grises y rosados en el baño, poltronas y cristales que cuentan con el aporte del Feng Shui.

El estudio Nidolab ambientó de manera moderna y con calidez un Home office, que contempla todos los momentos del día de un dinámico diseñador: una gran mesa de reunión, un espacio privado, ventanas de techo, una gran alfombra verde que remite a la naturaleza como espacio de ocio y otro para guardar la bici, idea de las arquitectas Lucía Villarreal, Sol García del Río y Florencia Ordóñez.

+info CONTACTO

Para más detalles sobre la edición 2012 de Casa FOA, promociones, y líneas de subte y colectivos para llegar a la sede en el barrio La Boca, ingresar a www.casafoa.com

LA ELECCIÓN DE LA SEDE

La filosofía de Casa FOA es descubrir y poner en valor sitios históricos, que sean emblemáticos en los barrios. Molina Ciudad, en el corazón de La Boca, representa a una zona con un alto potencial en el cual conviven grandes superficies con viejas casonas y estudios de artistas.

La Boca, cuyo nombre nace de haber sido el puerto natural de Buenos Aires emplazado en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata, se presume fue el sitio en el cual Pedro de Mendoza desembarcó cuando fundó la ciudad. En su desarrollo histórico recibió a una gran cantidad de italianos genoveses, entre otros inmigrantes, que le imprimieron su estilo al barrio y se mantiene hasta nuestros días.

Fue cuna de grandes artistas como Quinquela Martín, quien retrató como nadie la actividad portuaria del lugar. Y actualmente conserva su esencia como fuente de inspiración para numerosos artistas contemporáneos que desarrollan su obra en La Boca.