FOTOS. FREDY HEER.

Una caja oscura con un elemento de luz, muebles experimentales, el vintage, una huerta vertical y una chef con hijos pequeños fueron las premisas que dieron forma al espacio de la cocina de Casa FOA, diseñado por la arquitecta santafesina Renata Gilli Faudin, asociada con las arquitectas Jimena Vicario y Silvia Acuña.

“Creamos un lugar donde una chef hace su trabajo pero a la vez puede compartir ese tiempo con su familia”, comentaron sus creadoras, quienes hallaron inspiración en la chef y madre Juliana López May (Ver “De la pluma al espacio”).

En detalle, su propuesta fue montar una caja oscura con un elemento de luz, muebles experimentales, el vintage, una huerta vertical y presencia de niños pequeños. “A partir de esta idea principal empezamos a diseñar un lugar donde todos estos componentes se integrasen quedando vinculados cuidadosamente”, agregaron.

Desde la arquitectura, “se pensó la caja oscura de elementos lineales. El elemento de luz es la mesa central con un mármol traslúcido”, detallaron. El protagonista del espacio es un mueble experimental “mediante un módulo que se abre y crea un espacio de recreación para sus hijos sin que ello se mezcle con su actividad”. El mueble está rodeado por una cinta que lo atraviesa desde el piso y continúa por la cenefa que sigue iluminando la mesa de trabajo. Este mueble fue la herramienta utilizada por las arquitectas para resolver la distribución de las funciones en un ambiente pequeño, y posibilitar lugares y objetos de uso escondidos dejando así una planta más libre”, explicaron.

“En la actualidad se busca una vida con una alimentación más sana, menos contaminada, utilizando productos naturales; por eso propusimos una huerta en el exterior de la cocina”. En relación con la huerta, el espacio cobra calidez con la incorporación del vintage, “estilo que esta asociado con la creatividad y muy de moda. Esto nos permitió incorporar objetos característicos de otros tiempos”, comentaron. A esta calidez también se sumaron elementos como la madera, y lámparas y banquetas de ratán (llamadas “Molina”, son un diseño de Renata para Casa Foa a partir del concepto de colocación agrupada). Iluminadas, van creando diferentes escenas en el ambiente.

MARCO

El espacio fue pensado cuidadosamente y representa el emblemático edificio que alberga a Casa FOA la ex fábrica de Alpargatas. Lo hace a través de los muebles, la mesa central y su encuentro con la columna, el cielorraso, la importancia de dejar visto el capitel de la columna, la huerta, el piso, los cuadros, los accesorios, la vajilla, y las imágenes que están en el fondo del mueble.

La Cocina de Renata Gilli Faudin, Jimena Vicario y Silvia Acuña, obtuvo el Premio de Casa FOA Longvie al “excelente trabajo de ambientación realizado para exhibir los productos” de esa marca, como reza el diploma que lo acredita.

DE LA PLUMA AL ESPACIO

A partir de la huerta vertical, el vintage y la idea de una chef con hijos, las arquitectas pensaron en Juliana López May, reconocida tanto por su espíritu cosmopolita como por combinar sabores, aromas y texturas.

Las arquitectas se inspiraron “en su estilo y lo que ella misma escribió”. La referencia remite a la esquela autoreferencial que Juliana reproduce en su web: “Desde muy chica me encantaba estar en la cocina y cuando me dejaban, ayudaba. La cocina de mi casa materna era un lugar muy importante, y mi gusto por la buena mesa viene desde muy temprano en mi vida. Cocinar era una diversión en mi infancia y ahora que soy adulta lo sigue siendo. Una diversión sumada al placer de agasajar a otros con lo que aprendí y sé hacer. Así transcurrió gran parte de mi vida, preparando cosas para deleitar

También estuve asociada en un emprendimiento donde mi actividad estaba orientada a la enseñanza, desarrollo y venta de productos saludables. Ahora tengo una familia y soy madre de dos niños, Benjamín y Segundo, a quienes les quiero dedicar gran parte de mi tiempo, pero no por eso voy a dejar de hacer lo que me apasiona y divierte”.