Perdía y aparecieron los pibes del club en el final para empatar agónicamente...

Unión juega con el corazón en la mano

Como ante Tigre, se rescató un punto en el descuento. El primer tiempo fue lo mejor que tuvo el equipo, pero perdió en las dos áreas. Cuando parecía todo perdido, afloró el amor propio.

Unión juega con el corazón en la mano

Alemán se trepa a Magnín, mientras que Míguez y Mazacotte se acercan a saludar al Morocho. Fue en la agonía del partido. Los hinchas de Argentinos, detrás de ese arco, no entendían absolutamente nada de lo que estaba pasando. Foto: Matías Nápoli

 
 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Todo le cuesta a Unión. Todo. Igualmente, hay algunos signos vitales que le funcionan y esto hace suponer que la disposición a dar pelea está en pie. Hay dos aspectos que lo confirman:

* 1) Es el segundo partido de los tres que lleva dirigidos Pumpido, que consigue rescatar puntos en tiempo de descuento. O sea que pelea los partidos hasta el final y no se da jamás por vencido.

* 2) El primer tiempo de ayer —independientemente del resultado negativo— fue lo mejor que se le vio en los ocho partidos sin victorias todavía que lleva disputados en el campeonato.

Ampliando el análisis de los dos puntos anteriores, hay más conclusiones para sacar del partido y del momento de Unión:

* Cuando Argentinos Juniors marcó el tercero, pareció que el partido se terminaba para Unión. Empezó a tirar pelotazos, tuvo momentos de desorganización y una marcada impotencia. Sin embargo, buscó pelearla hasta el final con lo que tenía y lo poco que le quedaba. Como se dice habitualmente en la jerga futbolera, “vendió cara la derrota”.

* Así como la dosis de fortuna se apiada en los finales de los partidos (Tigre y ayer), no la cuenta en otros pasajes que, futbolísticamente, son positivos y favorables. El primer tiempo de Unión fue más que aceptable. Buen trato de pelota (mejorado Sarmiento), vocación ofensiva y generación de cuatro situaciones muy claras (tres de ellas mano a mano con Ojeda). Sin embargo, mientras el “1” de Argentinos se cansaba de tapar esos mano a mano, en el área de Unión iban todas adentro. Esa fue la exclusiva razón por la cual el primer tiempo terminó con un mentiroso 2-0 para el local.

De manta corta

Aquella famosa frase de Tim se dio plenamente ayer. Unión fue un equipo agresivo en el primer tiempo, con variantes, haciendo gala de una circulación interesante de la pelota y —esto es lo mejor— creando ocasiones muy claras. No es habitual que un equipo se ponga tres veces cara a cara con el arquero rival en el fútbol argentino y no convierta. Mientras Ojeda se cansaba de tapar pelotas cerca de su arco, en el de enfrente iban todas adentro. Además, con errores defensivos que otra vez se hicieron notorios. El primer gol es un claro ejemplo: enfrente había un equipo que atacaba con dos “wines” y uno por adentro, le metieron el pelotazo cruzado a Barrera, desborde, centro y aparición por el segundo palo de Figueroa llamativamente libre de marcas. Se veía venir que en una jugada así podía pasar lo que pasó. Era absolutamente previsible para todos menos para los defensores de Unión. Y en el segundo, en dos toques ya estaban cara a cara con Limia. Eficacia absoluta de Argentinos contra un Unión que trabajó bien el partido, que atacó bien y que no tuvo la suficiente precisión en la definición, encontrándose con un Ojeda perfecto en esa parte del encuentro.

Fue un primer tiempo de manta corta, como decía Tim. Con un Unión que avanzaba y que no tenía la suficiente protección defensiva. De todos modos, esto no se dio por la voracidad empleada para atacar, sino por la falta de solidez defensiva, algo que se tuvo ante Atlético de Rafaela y se perdió con Argentinos. En contrapartida, el equipo atacó mucho y bien, salvo en el momento de definir la jugada. Ese combo resultó casi mortal para Unión: 0-2 y un panorama muy comprometido para el segundo tiempo.

Para colmo de males

Para un equipo que jugaba mejor que el otro (Unión), la primera buena noticia fue el descuento. Sufrido (hasta eso tiene los delanteros de Unión), pero logrado al fin. Iban apenas 6 minutos y quedaba un largo tiempo por recorrer. Implicó también un envión anímico para un equipo que terminó mal el primer tiempo por culpa de las adversas circunstancias. Sin embargo, la alegría duró apenas tres minutos y otra vez hubo que remar con dos goles abajo de diferencia.

Pumpido había retocado el equipo con Lugo y Cavallaro. No cambió lo táctico, tampoco lo posicional. Cavallaro tuvo mucha movilidad, más que la que había mostrado Matías en el tiempo que jugó. Y Lugo le dio otra jerarquía en la salida, incluso hasta generando una buena tapada de Ojeda tras un remate de derecha desde afuera del área.

Era el colmo de los males para un equipo al que le cuesta todo el doble. La impotencia se fue adueñando de Unión. Se insistió con pelotazos (algo lógico de suponer teniendo en cuenta el resultado y una cancha que no permite contar con muchos espacios para jugar) y hasta pareció que Argentinos no sólo tenía todo controlado sino que, además, podía llegar a complicar a partir del contragolpe, mucho más cuando entró Anangonó, este ecuatoriano que se hizo conocido a partir del gol agónico que le dio la victoria a su equipo ante All Boys.

Sin embargo y en medio de esa confusión con mezcla de impotencia y desesperación, hubo dos raptos de brillantez. El primero fue de Barisone, para clavar un zurdazo letal. Y el otro —con un error defensivo en el que participó Ojeda— fue el cabezazo de Magnín para anticiparse al arquero rival y decretar el 3-3 decisivo y casi milagroso.

 

 

Unión juega con el corazón en la mano

El duelo de Brahian Alemán con dos ex Colón. A la izquierda, con Alejandro Capurro, quien jugó un partido interesante. A la derecha, con Ariel Garcé, que en el primer tiempo fue el blanco predilecto de los hinchas de Unión ubicados en la tribuna visitante a la hora de los insultos. Fotos: Matías Nápoli

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Unión juega con el corazón en la mano

No es un lugar muy cómodo que digamos el que tiene Argentinos en su estadio de La Paternal para hacer el calentamiento precompetitivo de los jugadores visitantes. Es en la calle y sin mucho lugar por el micro. Foto: Matías Nápoli

Unión juega con el corazón en la mano

/// SÍNTESIS

Argentinos Jrs. 3

Unión 3

Cancha: Argentinos Juniors.

Árbitro: Fernando Echenique.

Argentinos Juniors: Ojeda; Garcé, Sabia, Matellán y Placente; Nagüel, Capurro, Iñiguez; Figueroa, Leonel Nuñez y Barrera. A.S.: Giovini. Estuvieron en el banco: Batista, Bárzola y Oberman. D.T.: Leonardo Astrada.

Unión: Limia; Mazacotte, Barisone, Correa y Maidana; Donnet, Sarmiento, Míguez y Alemán; Jara y Franzoia. A.S.: Perafán. Estuvieron en el banco: Bianchi, Bruna y Alexis Fernández. D.T.: Nery Alberto Pumpido.

Goles: en el primer tiempo, a los 18 min y 29 min Figueroa (AJ). En el segundo tiempo, a los 6 min Jara (U); a los 9 min Figueroa (AJ); a los 37 min Barisone (U) y a los 46 min Magnín (U).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Cavallaro (U) y Lugo (U) por Donnet y Maidana; a los 14 min Laba (AJ) por Nagüel; a los 15 min Magnín (U) por Franzoia; a los 21 min Hernández (AJ) por Barrera; a los 26 min Anangonó (AJ) por Figueroa.

Incidencias: en el segundo tiempo, a los 6 min Ojeda (AJ) le atajó un penal a Jara (U).

Amonestados: en Unión, Mazacotte y Barisone.