Sacó 2 de 12 y hace cuatro que no gana

Preo-copado

No hay tiempo para lamentos: el jueves hay que jugar la Copa y conseguir la ventaja ante Cerro Porteño por los octavos de la Sudamericana.

Preo-copado
 

Darío Pignata

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Seis puntos son, apenas, dos partidos. Y faltan once fechas, es decir 33 unidades en juego. Toda una vida. Sin embargo, pareciera que Colón quedó más lejos de la pelea por la punta en el Inicial, acaso porque de los últimos doce apenas pescó dos el sabalero cuando de los primeros doce se había quedado con diez, llegando a la punta. Así es de marginal el fútbol en las sensaciones.

Hay una lectura que es irreprochable: el equipo bajó su nivel de sorpresa, es como que le tomaron la vuelta. Y, a la vez, salieron a flote distracciones defensivas que contra San Lorenzo, Tigre y Newell's resultaron letales para este equipo. Tiene razón Sensini cuando explica lo que en boxeo se llama “mandíbula débil”, porque cualquier mano importante que le meten, lo lastiman y aparece en la lona.

Aún a los tumbos, de mitad para arriba Colón se las ingenia siempre para generar situaciones y lastimar. Es más: hizo goles en todos los partidos, incluyendo los dos juegos ante Racing por la Sudamericana. Y éste es un punto importante para cualquier equipo: saber que siempre de la galera aparecerá un festejo. Además, de los once goles a favor, sólo uno fue de penal (el de Moreno en La Plata).

Sin hablar de un alevoso o permanente “achique” como en las épocas de Menotti, sorprende que otra vez a Colón le hagan un gol aprovechando a la última línea defensiva casi parada en la misma línea, sin escalonamientos en los zagueros. Y sorprende que los equipos del fútbol argentino vean los videos de Newell's y no adviertan la cantidad de situaciones de gol y goles que genera el movimiento de Bernardi “picando” la bocha y Pablo Pérez “picando” al vacío desde atrás. Lo fusilaron a Pozo, que tapó a medias y el rebote fue gol.

Uno no sabe a esta altura qué golpe resultó más duro para Colón. Si tener que ir a buscarla adentro en la primera llegada de Newell's o las tres llegadas netas de gol despilfarradas antes:

— A los 4 minutos, presionó Caire, sacó el centro de zurda a la carrera y el cabezazo de “Tito” se fue al lado del caño

— A los 6 minutos, Mugni la pisó de manera mágica, salió entre tres y asistió a Ramírez de manera espectacular: esta vez el caño le dijo no al de Margarita

— A los 10 minutos, Ramírez la bajó, giró y lo vio libre a Mugni: el “10” sacó un zurdazo violento y Guzmán lo evitó con una volada.

Ahí se “planchó” Colón y empezó a crecer Newell's con el buen manejo de la pelota. La baja de Urribarri obligó a Sensini a meter mano. Y a la luz de lo visto en ese primer tiempo, el remedio fue peor que la enfermedad. Porque Alcoba tuvo problemas para las dos cosas —marcar y salir—, Caire no pasó casi nunca y terminó siendo un desperdicio sacar al charrúa de la cueva, donde es el mejor de todos.

Cuando más o menos estaba intentando acomodar las piezas (arrancó el complemento con Alcoba de “3” y Caire en su posición), llegó el segundo cachetazo. Aquí pudo haber problemas de funcionamiento propio pero no se puede obviar el mérito ajeno: fue un golazo de Newell's. Arrancó con caño de Maxi Rodríguez a Bastía, siguió en Ponzo, se sumó Pablo Pérez y Cáceres voló desde atrás para llegar al gol.

En ese momento, con una hora de juego, todos los caminos marcaban que Colón estaba para el cachetazo mal. Sin embargo, en el peor momento del partido, apareció lo mejor del equipo de Sensini.

El primero que cambió y para bien fue el entrenador. Porque así como se equivocó en cómo reemplazar a Urribarri, acertó en la lectura de los carriles: Graciani por derecha y Ricky por izquierda abrieron la cancha. Descontó Mugni con un golazo y si Colón no lo empató fue porque entre Heinze y Vergini sacaron todo de cabeza. Se fue desgastando “Tito” y se apuró Gigliotti en las dos que le quedaron.

Con el 0-2 de local, se vio lo mejor de Colón. Salió el ADN de ese buen equipo que causó sensación en las primeras cuatro fechas, estando puntero y barriendo a Racing de la Copa sin despeinarse.

Aunque nunca sirven para nada, tampoco hay tiempo para lamentos. Un poco de descanso mental y a meterse en la Copa. El jueves, la batalla continental con Cerro Porteño de Paraguay en el choque de ida. Hay que sacar la diferencia que sea para ir al desquite en Asunción. No está mal preocuparse por lo de Newell's. Pero ya es tiempo de preo-coparse pensando en la Sudamericana.

Un golpe duro

Sin invicto. La gente llenó el Cementerio de los Elefantes, como lo viene haciendo en los últimos tiempos y armó una verdadera fiesta en las tribunas. Moreno y Curuchet, resignados después de la remontada final que no alcanzó para empatar, se van de la cancha. Hubo reconocimiento para la reacción con el gol de Mugni. Foto: Mauricio Garín

 

/// SÍNTESIS

COLÓN 1

NEWELL’S 2

Colón: Diego Pozo; Gerardo Alcoba, Maximiliano Pellegrino, Ronald Raldes, Maximiliano Caire; Iván Moreno y Fabianesi, Sebastián Prediger, Adrián Bastía, Lucas Mugni; Facundo Curuchet y Rubén Ramírez.

Entrenador: Roberto Sensini.

Newell’s: Nahuel Guzmán; Marcos Cáceres, Santiago Vergini, Gabriel Heinze, Leonel Vangioni; Pablo Pérez, Hernán Villalba, Lucas Bernardi; Maximiliano Rodríguez, Ignacio Scocco y Martín Tonso.

Entrenador: Gerardo Martino.

Gol, primer tiempo: 12 min, Scocco (N).

Goles, segundo tiempo: 16 min, Cáceres (N) y 28 min, Mugni (C).

Cambios, segundo tiempo: 13 min, Emanuel Gigliotti por Curuchet (C); 17 min, Gabriel Graciani por Prediger (C); 33 min, Maximiliano Urruti por Scocco (N) y Ricardo Gómez por Maximiliano Pellegrini (C); 35 min, Diego Mateo por Pérez (N); 37 min, Víctor Figueroa por Tonso (N).

Árbitro: Patricio Loustau.

Cancha: Colón.

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La de Mugni entró...

Moreno los hizo dudar. El “10” sabalero, convocado a la Selección y elogiado por Martino como “el mejor jugador del campeonato”, cerró un domingo con altibajos pero con las pinceladas de su gran calidad. No sólo en el golazo de tiro libre sino también en dos o tres pelotas para los puntas. Foto: Amancio Alem

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... La de Gigliotti no

Heinze y un cruce salvador. Antes, le había quedado una de cabeza y se apuró. Y en el final, el ex “9” de San Lorenzo, se encontró con esta muy buena pelota en la zona de fuego. Entre el cruce salvador de Heinze y la pelota que se frenó, le dio tiempo a la reacción defensiva leprosa. Foto: Amancio Alem

BAJO LA LUPA

POZO (5): tapó el mano a mano a Pablo Pérez pero le quedó el rebote a Scocco en el primer gol. En el segundo de Cáceres, nada que hacer.

ALCOBA (4): si bien ya había jugado contra la raya por el sector, dio ventajas en la marca el charrúa. Más allá del problema de Urribarri, es un desperdicio sacarlo de la cueva que es donde mejor juega.

PELLEGRINO (5): cuando enfrenta a delanteros de no tanta talla y rápidos, se le complica más que cuando debe marcar a un “9” de área teniendo referencias.

RALDES (4): no viene jugando bien ni dando la imagen de inicio de temporada. Por momentos, en pelotas que parecen de fácil resolución, se complica solo teniendo la posición ganada.

MAXI CAIRE (5): mejoró cuando lo devolvieron a la posición original, por la derecha, pero ya Colón perdía 2-0. No pudo acomodarse, en el primer tiempo, con el perfil cambiado.

MORENO (4): siempre aporta cosas, jugando bien o mal, pero ayer estuvo desconocido por completo. Demasiado intrascendente en el juego para este partido especial.

BASTÍA (6): es emocionante ver su despliegue en medio de la adversidad cuando las cosas no salen. Corre, mete y pone como si fuera el más joven de todos en el medio.

PREDIGER (4): en ese ratito donde Colón atropelló a Newell’s fue determinante. Después, como el equipo, se fue desinflando hasta desaparecer por completo.

MUGNI (6): cuanto más cosas haga, más le van a exigir los propios y mucho más lo van a marcar los rivales. Las dos cosas pasaron ayer. Le puso una pelota magistral a “Tito”, otra a Gigliotti y marcó un gol raro gracias a su excelente pegada.

CURUCHET (4): no pudo sacarle provecho total a su mayor virtud: la precisión en velocidad. Fue mal asistido y muy bien marcado por los defensores leprosos.

RAMÍREZ (4): de entrada, se le cerró el arco. Una en el caño, otra al lado también clara. Lo marcaron muy bien los centrales visitantes y en el final le faltó movilidad.

GIGLIOTTI (5): se las ingenió para provocar un par de tiros de esquina, contó con una clara de cabeza y otra por abajo que se le quedó atrás.

GRACIANI (5): si bien le costó con las primeras pelotas, luego encontró lo que le había pedido Sensini: abrir la cancha por derecha, llegar al fondo y sacar centros.

RICKY GÓMEZ (6): siempre que entra, entra bien. Otro acierto del entrenador porque se apoderó de la banda, generó algunos tiros de esquina y ganó el duelo por esa banda.