Conmoción en Perú

La mató su novio luego de participar en un talk show

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Sayas era estudiante de contaduría, pero paralelamente trabajaba en un night club y eventualmente se prostituía. Foto: El Litoral

Thalía Sayas de 19 años reveló secretos de su vida en el programa de televisión “El valor de la verdad”. Su pareja Bryan Romero de 20 años se sintió humillado y la asesinó.

De la Redacción de El Litoral

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DPA

El asesinato de una joven peruana a manos de su ex novio que se sintió humillado por las revelaciones que ella hizo en un programa de talk show de Perú conmovió al país y suscitó una serie de reflexiones sobre la violencia de género y las estrategias a las que se recurre en televisión para ganar rating.

“Puede haber ciertos secretos que contarlos sea positivo, pero en general la intimidad y la privacidad tienen sentido, y exponerlas al resto de la sociedad no es necesariamente recomendable”, le dijo al “Diario 16” el crítico de televisión Fernando Vivas.

Por otra parte, comentaristas de los foros sociales afirman que no se puede culpar a los medios por un “psicópata”.

Con ello “estamos defendiendo a violadores, machistas”, escribió un usuario.

Thalía Sayas, universitaria de 19 años que reveló en el programa “El Valor de la Verdad” que era bailarina en un night club y ocasionalmente se prostituía, fue hallada muerta el sábado en un silo fuera de Lima después de que su ex novio Bryan Romero, de 20 años, confirmara que la mató, supuestamente por la humillación nacional recibida.

Sayas, que obtuvo 15.000 soles (unos 5.800 dólares), dijo además en el programa, ante la mirada atónita de sus padres y de Romero, presentes en el estudio, que tenía tendencias bisexuales, que estaba con ese novio mientras hallaba a alguien “mejor” y que se avergonzaba de la pobreza y el origen étnico andino de la familia.

Hasta entonces los cercanos creían que la joven trabajaba en cabinas de Internet o empleos similares y que estaba tranquila con su vida. Romero, un mototaxista, terminó la relación.

La estudiante de contaduría regresó al anonimato, pero volvió a estar en el foco de la atención hace dos semanas, cuando se la declaró desaparecida. La policía centró las sospechas en el despechado, que aseguraba que su ex novia se había ido a otra ciudad a ejercer la prostitución.

“Hirió mi orgullo, junto a mis amigos, mi familia. Me miran, me dicen cachudo (hombre al que le han sido infiel). Toda mi familia se amargó conmigo. ‘Idiota, ¿por qué fuiste? (al programa)’, me dicen”, afirmó el joven en una entrevista antes de que la presión policial lo llevara a confesar.

Una hermana de Sayas reiteró versiones que comprometen el programa del periodista Beto Ortiz: según ella, la producción le pidió a la participante exagerar sus relatos. Además, supuestamente la pareja ya había terminado la relación cuando se grabó el programa, lo que se omitió para no disminuir el impacto.

Romero sostiene lo mismo. Según él, fue porque Sayas le ofreció parte del premio. Después amenazó al programa con revelar la verdad, pero Ortiz le ofreció empleo a cambio de silencio, asegura.

Este tipo de programas televisivos también genera problemas en otros países. En Colombia se prohibió el formato después de que una mujer revelara haber ordenado matar a su esposo. Otros programas que ventilan la privacidad han tenido derivaciones fatales, como el hombre que mató a una mujer en España porque ella rechazó su propuesta de amor televisada.

Los talk show en el Perú, controvertidos desde que Laura Bozzo se transformó en reina del género, tienen altas cifras de sintonía.

La ministra de la Mujer, Ana Jara, dijo que lo ocurrido es un feminicidio y debe ser visto como tal.

Por lo que rodea al asesinato -secuestro, violación, torturas- los expertos dan por hecho que Romero será condenado a cadena perpetua. Familiares del homicida son acusados de complicidad.