La red de Viveros Inclusivos se extiende en el territorio provincial

Una oportunidad laboral que incluye a personas con capacidades diferentes

Una oportunidad laboral que incluye a personas con capacidades diferentes

Parte del grupo que asiste al Vivero Provincial recibió a Silvia Tróccoli, quien se acercó al lugar para interiorizarse de cómo realizan el trabajo. Foto: Archivo El Litoral

El vivero provincial es la experiencia local del Centro de Capacitación en Técnicas de Producción Forestal. Ya se sumaron otras localidades a esta propuesta, por medio de convenios que los gobiernos locales rubricaron con la provincia.

 

Ignacio Andreychuk

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Un espacio integrador, vehículo para la inclusión social a partir del conocimiento y la preparación rumbo al mundo laboral. Se puede conceptualizar de varias maneras este Centro de Capacitación en Técnicas de Producción Forestal para personas con discapacidad mental leve, pero en definitiva lo realmente sustancioso es lo que pasa allí. La visita al Vivero Provincial -en Recreo Sur, a pocos minutos del centro de Santa Fe- es cada vez más enriquecedora.

En julio de 2011 comenzó a desarrollarse este proyecto muy cerca de la capital provincial, aunque hace 19 años que se implementó en Rosario.

“No queremos que vengan a pasear ni a entretenerse, sino que aprendan, trabajen y ganen plata. Es una institución abierta”, calificó Silvia Tróccoli, la subsecretaria de Inclusión para las Personas con Discapacidad, del Ministerio de Salud de la provincia.

“Seis personas ya quedaron trabajando en el vivero y, de a poco, vamos alojando en el predio a otros emprendimientos para que la gente que se capacite pueda exteriorizar sus producciones. No queremos una institución cerrada, sino todo lo contrario”, profundizó.

Una vez que los asistentes logren mayor competitividad en el servicio, se buscará la participación de empresarios locales para que se interioricen en la oferta del centro de capacitación que funciona en el Vivero Provincial. “Y pretendemos que los diez nuevos espacios que habrá en la provincia continúen con esta lógica de acompañamiento, no de protección”, anticipó Tróccoli.

En total hoy son 36 beneficiarios, de los cuales seis reciben una beca estímulo del Ministerio de la Producción y trabajan para el vivero; ocho forman parte de un emprendimiento productivo (semillas), que produce y comercializa; el resto integra la capacitación propia del programa.

Avances

Silvia Tróccoli recibió a El Litoral junto a Gabriela Bruno, la directora provincial de Inclusión para las Personas con Discapacidad. Ambas destacaron el crecimiento en el Centro de Capacitación del Vivero Provincial, aunque la subsecretaria fue quien recalcó: “Yo estoy enamorada de este programa, porque está todo a la vista. Se nota mucho el avance que hay en la gente y en el vivero en sí desde su recuperación: hay mano de obra, energía, trabajo permanente y muchos proyectos”.

—¿Se puede adaptar esta lógica en otras actividades, no sólo en la producción forestal?

—Sí. Nosotros lo pensamos como unidades productivas que funcionan bajo la misma órbita del vivero, ya sea producir planteras, decoración, portamacetas o herrería. Ellos pueden aprender a realizar otras tareas sin ningún tipo de problemas. De todos modos, lo que pretendemos es que sean cuestiones vinculadas con este entorno, pero no que desarrollen actividades que tranquilamente pueden hacer afuera. Ellos salen juntos los fines de semana, hacen su vida normalmente.

—¿Qué pasó con las certificaciones del año de cursado?

—Ya dimos las certificaciones correspondientes a quienes cumplieron el primer año en el centro. Al mismo tiempo, se inició un proyecto interno denominado “Sembrando sueños”, que es de carácter independiente, por el cual, ellos generan servicios como cuidado de parques privados o mantenimiento de predios. Entonces, se armó un emprendimiento que afecta a más personas totalmente capacitadas para el desarrollo del trabajo.

—¿Cómo se implementan los nuevos viveros?

—Las nuevas experiencias que se suman en la provincia -licitación de por medio-, se van a implementar con el mismo sistema que se utiliza en el vivero provincial. Nosotros le vamos a dar el invernadero a los municipios, con un modelo que esté bien hecho. Ellos deberán encargarse del mantenimiento y el personal.


/// Desde adentro

Casi dos décadas

de historia tiene el proyecto

que hace un tiempo se implementa en el vivero provincial ubicado en Recreo. La primera experiencia fue en Rosario, en 1993. Había mucho escepticismo por parte de los familiares de las personas involucradas (“¿Qué va a hacer solo, sin mi cuidado?”, repetían), sin embargo “hoy hay muchos que mantienen a su familia con el trabajo que desarrollan”, indicó Tróccoli.

Requisitos

-Ser mayor de 18 años.

-Presentar una discapacidad mental leve y/o patologías psiquiátricas compensadas.

-Aptitud física para las tareas a desarrollar.

-Tener autonomía en AVD (Actividades de la Vida Diaria) y en el uso del transporte de pasajeros, entre otros.

4

profesionales

hacen el trabajo de campo en el vivero provincial. Un ingeniero agrónomo, un psicólogo, una terapista ocupacional y la viverista, quien cumple un rol determinante en el manejo de grupo. La profesora Carina Autelli es la coordinadora del programa.

Ubicación

Km. 478, Ruta Nacional 11, Recreo Sur.

/// punto de vista

Como todos

I. A.

El programa del Centro de Capacitación Técnicas de Producción Forestal busca mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad, a partir del aprendizaje y el conocimiento en el mundo de las plantas y las especies arbóreas para la posterior comercialización de los productos. Pero la actitud frente a la vida es lo que finalmente inclina la balanza y los progresos que se advierten en cada uno de los asistentes al vivero provincial son significativos.

Antes sumisos, ahora “atrevidos”, los beneficiarios de este proyecto de la Subsecretaría de Inclusión para Personas con Discapacidad presentan un importante cambio respecto del comienzo. Se desenvuelven mejor para la charla y para el trabajo, tienen objetivos de progreso mediante la capacitación y el trabajo conjunto, además de formar un grupo de amigos para salir y establecer lazos sociales. Como todos.

Diez municipios y comunas adhieren a este programa

El gobernador, Antonio Bonfatti, remarcó que pretenden “darle una oportunidad a todos y fundamentalmente a los más desprotegidos, es una obligación como gobernantes”. Lo hizo en el acto de rúbrica de adhesión de 10 municipalidades y comunas santafesinas a la Red Provincial de Viveros Inclusivos, oportunidad en la que se sumaron Reconquista, Pérez, Villa Trinidad, Villa Ocampo, Coronda, San Guillermo, San Cristóbal, Angélica, Las Toscas y Carcarañá.

Esta propuesta comenzó a implementarse en la Municipalidad de Rosario con su vivero agroecológico en 1993 (distinguida por la Unión Europea en 2003); sin embargo, hace dos años se replicó a nivel provincial con la incorporación del vivero provincial de Recreo Sur que capta chicos de la ciudad capital y de Recreo. Se trata de un emprendimiento de capacitación en jardinería y producción de plantines, que cuenta con la participación, fundamentalmente, de personas con discapacidad y pretende extenderse al resto del territorio santafesino.

La ceremonia se llevó a cabo en el salón Blanco de la Casa de Gobierno, en la capital provincial.

“Cuando uno da oportunidades a todos en la vida, cómo nos ayuda a transformar la realidad. Si nosotros somos capaces de dar oportunidades a todos, cuán diferente puede ser la vida en una ciudad y nada más y nada menos que cultivando flores o plantas que uno las ve crecer. Qué distinta se puede llegar a ver una ciudad que está llena de flores y que a partir de ellas, se le dio la oportunidad a alguien que nadie en la vida se la dio”, dijo el titular del Ejecutivo santafesino.

Al respecto, Bonfatti señaló que se busca que “todos tengan la posibilidad de trabajar, de que puedan aprender a pensar y compartir con otros’’.

En este acto, estuvieron presente el vicegobernador Jorge Henn; el ministro de Salud, Miguel Ángel Cappiello; y la subsecretaria de Inclusión de Personas con Discapacidad, Silvia Tróccoli; la directora provincial del área, Gabriela Bruno; y autoridades de municipios y comunas e integrantes de los viveros, entre otros.

“Mi vida era complicada”

Sin una nostalgia que se deje visualizar, Néstor Cabral (26 años) recordó sus días antes de ingresar al Centro de Capacitación en Técnicas de Producción Forestal para personas con discapacidad mental leve. Aseguró que llevaba una vida difícil y que todo empeoró por un problema de salud.

Por esa situación, ya no trabaja en la producción sino en la administración comercial de las especies. “Llego temprano y me pongo a limpiar despacito. Me gusta el trabajo y estar acá. Antes, mi vida era complicada”, relató Néstor.

El joven contó que tuvo una experiencia laboral previa. “Ahora es mejor, porque no puedo hacer tanta fuerza”, acotó con timidez. Los profesionales que trabajan allí comentaron a El Litoral que Cabral es uno de los primeros en llegar y acomodar las cosas para comenzar el día de trabajo, aunque debió hacerse estudios por su estado de salud.