Ocurrió en 1989 en el Colegio Marianista

Condenan con 12 de años de prisión a un ex religioso por corrupción de menores

Fernando Picciochi, ex religioso del colegio Marianista del barrio porteño de Caballito, fue condenado a 12 años de prisión efectiva por corrupción de dos menores que estaban a su cargo en esa institución educativa.

Télam

La condena del Tribunal Oral en lo Criminal 8, integrado por Rodolfo Madariaga, Alejandro Sañudo y Ricardo Basílica, fue dictada ayer luego de los alegatos del abogado querellante Diego Freedman, que representó los intereses de las víctimas Sebastián Cuattromo y Fernando, y del letrado que defendió a Picciochi.

“Fue un fallo liberador que nos sacó de encima una mochila que Sebastián y yo cargamos durante 22 de nuestros 36 años de vida”, dijo a Télam Fernando tras conocerse el veredicto del Tribunal.

Indicó además que “en estos 22 años desde que ocurrieron los hechos tanto a Sebastián como a mí nos pasaron muchas cosas, armamos y perdimos parejas, porque es entendible que haya gente que no pueda ayudarte a cargar una mochila así, pero siempre estuvo la familia a nuestro lado”.

“Para nosotros -explicó- este fallo es también ejemplificador y esperamos que libere a un montón de otros compañeros que pasaron por los mismo con este tipo y no se animaron a denunciarlo”.

En la habitación

Los hechos ocurrieron en el año 1989 en la colonia de verano que el Instituto Marianista tiene en la localidad cordobesa de Casa Grande, cuando el entonces religioso ingresaba por la noche a la habitación donde dormía Cuattromo, junto a otros dos compañeros.

Allí manoseaba, besaba y masturbaba, tanto a las dos víctimas como a los otros jóvenes, quienes fueron testigos del juicio pero no hicieron la denuncia ante la Justicia. Estos hechos se repitieron luego en el colegio.

Después de 10 años de silencio, Sebastián y Fernando presentaron la denuncia ante la Justicia y en septiembre el religioso, que ya había dejado los hábitos, fue procesado en primera instancia.

Picciochi apeló la sentencia que fue ratificada por la cámara en octubre pero, al ir a detenerlo, ya no se encontraba en su domicilio ni en el país, por lo que se libró una orden de captura nacional e internacional.

En el 2001 una comunicación de Interpol notificó que estaba en Estados Unidos, pero en ese momento no se lo detuvo porque el juzgado no había completado el proceso de extradición.

En el 2007 fue detenido otra vez al cumplirse los trámites pertinentes y, tras permanecer tres años preso en ese país, fue extraditado en septiembre del 2010 a la Argentina, donde estuvo en prisión en el penal de Ezeiza hasta el juicio oral.

“Estoy conforme”

Sebastián Cuattromo aseguró a Télam que “fue un muy buen fallo, estoy conforme además porque se puso en evidencia que el colegio Marianista quiso silenciar a las víctimas, por lo que me parece que además es ejemplificador”.

Precisó además que esta causa “avanzó por la voluntad de las víctimas porque cuando el procesamiento de Picciochi quedó firme, en el 2001 se fugó del país y, si no hubiéramos mantenido firme nuestra convicción en la Justicia, jamás hubiera aparecido en Estados Unidos”.

Cuattromo reveló que estos hechos “nos dejaron graves secuelas psicológicas que uno con el tiempo aprende a llevar, espero que este fallo tenga también un efecto reparador en ese sentido”.

Para el abogado Diego Freedman, el fallo le pareció “lógico” ya que “es muy importante que la pena haya reflejado todos los vaivenes de esta causa”.

“Hay que subrayar que Picciochi estuvo prófugo durante diez años y aun en las audiencias agredió verbalmente a sus víctimas”.

El condenado fue llevado a prisión pero no obstante fuentes judiciales explicaron a Télam que Picciochi podría salir en pocos meses de la cárcel.

En este sentido detallaron que “cuando la causa comenzó, en 1999, todavía estaba vigente el denominado dos por uno, por lo que si se contasen como dobles los tres años de prisión que cumplió en Estados Unidos y se sumaran a los dos años que cumplió luego de la extradición, ya estaría cerca de los dos tercios de la condena, el requisito mínimo para solicitar la libertad condicional”.

Condenan con 12 de años de prisión a un ex religioso por corrupción de menores

Sebastián Cuattromo, una de las víctimas ingresa a los Tribunales para asistir al juicio oral y público por “corrupción de menores”. Foto: Archivo El Litoral