EDITORIAL

El puente deberá seguir esperando

Cinco años después de que el expresidente Néstor Kirchner se comprometiera a destinar fondos nacionales para la construcción de un nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé, la obra sigue siendo apenas una entelequia.

 

Aquel anuncio tenía como objetivo compensar a la provincia de Santa Fe por haber afrontado, con fondos propios, la conversión en autovía de la ruta nacional 19. Hace tiempo que la autovía fue inaugurada. Sin embargo, Santa Fe y Santo Tomé continúan unidas por el viejo y colapsado puente Carretero.

Mientras los vecinos de ambas ciudades reclaman y organizan marchas para pedir por un nuevo puente, la realidad indica que el gobierno nacional no tiene intenciones de cumplir con aquel compromiso de 2007.

El proyecto de Presupuesto Nacional 2013 que fue defendido por el viceministro de Economía Axel Kicillof ante diputados en el Congreso, prevé invertir el año próximo apenas el 2,78% de los 500 millones que cuesta la obra. Es un valor simbólico, que no permitirá avance alguno en esta postergada construcción.

Según un informe presentado por el diputado nacional por la UCR, Jorge Alvarez, los próximos años no traerán mejores noticias con relación al puente: para el resto de la gestión de Cristina Fernández, el gobierno planea destinar a esta obra sólo el 8,37% del total de fondos necesarios para concluirla.

Con este escenario, no sólo se sigue inclumpliendo la palabra de Néstor Kirchner, sino que también se contradice el proyecto votado en 2010 por el Congreso de la Nación, según el cual en estos momentos la obra del puente debería mostrar más del 60% de avances.

Desde el gobierno nacional no se brindan explicaciones claras que permitan comprender la situación. Se podría argumentar que la promesa del nuevo puente fue realizada durante una gestión encabezada por otro presidente. Sin embargo, una y otra vez el kirchnerismo se encarga de remarcar que las administraciones de Néstor y de Cristina forman parte de un mismo proyecto político.

Queda absolutamente claro que la provincia de Santa Fe viene siendo discriminada por el gobierno central en materia de obras. De hecho, según reveló la diputada nacional Alicia Ciciliani, para el año que viene se espera que la provincia reciba apenas el 5% del total de recursos destinados a obras públicas nacionales.

No existe argumento alguno que permita sostener semejante inequidad, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de habitantes, la importancia productiva de la provincia y los aportes que Santa Fe realiza año tras año a las arcas del gobierno central.

Existe otro aspecto llamativo en esta controversia: el silencio de gran parte de los legisladores nacionales que representan a la provincia.

Es que, más allá de los signos políticos que representen o de sus simpatías con el gobierno central, llegaron a sus bancas gracias a los votos de los santafesinos a quienes, tarde o temprano, deberán rendirles cuentas no sólo de sus actos, sino también de sus silencios y de su pasividad.