Catorce partidos sin ganar y con pocos síntomas de poder recuperarse...

El tsuami Unión se lo come vivo

La tormenta sigue arrasando a un equipo que no reacciona, que cuando se equivoca la liga y cuando se encuentra con un regalo del rival no lastima.

El tsuami Unión se lo come vivo

/ Sufren más que todos. Los pibes de Unión se retiran de la cancha derrotados. Bruna, Moreno, Maidana y Chiapello están viviendo en carne propia el amargo sabor de “acostumbrarse a perder”. Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

En esta época de tormentas y demás yerbas, Unión está metido en su propio tsunami. El problema es que no le sirve para arrasar rivales, sino para hacerse cada día más daño. No pega una. No juega bien, ni marca bien ni tampoco es capaz de aprovechar circunstancias. En cambio, cada vez que el equipo se equivoca, la va a buscar adentro. El caso testigo es el de anoche. Hasta el gol de Romero en posición adelantada, estaba todo parejo y sin sufrimientos para Unión. Sin embargo, bastó que alguien se equivocara en la salida (Maidana perdió una pelota y de allí arrancó la jugada del primer gol) para que Unión pase a perder el partido. Y en estos tiempos en los que parece imposible que el equipo pueda ganar, ya el hecho de pasar a perder le ocasiona a Unión un trastorno prácticamente insuperable, apenas disimulado por esos agónicos empates conseguidos ante Tigre y Argentinos.

¿Qué se puede agregar a lo que ya no se haya dicho?, poco y nada. Que Pumpido cambió el esquema, que no se jugó mal en el primer tiempo pero tampoco se lastima, que las adversidades caen como daga sobre el “cuerpo” de un equipo que no tiene manera de ponerle una bisagra a su caída estrepitosa y que hay jugadores que no responden al mínimo estímulo deportivo.

Está claro que sin respuestas individuales acordes, no se puede pretender una expresión colectiva sólida. Y si a eso le agregamos que lo mental es un déficit tremendo producto de la ausencia de victorias, el combo termina siendo mortal para este Unión que está último en todas las tablas que se miren.

El tsuami Unión se lo come vivo

/ La fuerza aérea de Barisone. Se ha convertido en un sinónimo de gol permanente para Unión. Más allá de ser defensor, fue el que más inquietó al arco del inseguro Marchesín, con dos cabezazos que pudieron terminar en gol. Foto: Matías Nápoli

Uno no sabe tampoco qué es lo que se debe poner adelante de todo. Si esperar que una victoria obre de bálsamo revitalizador y cambie la cabeza de los jugadores; o si tiene que ser la cabeza (lo mental, lo anímico), el disparador para encontrarse con ese triunfo tan deseado. En el medio y con un porcentaje grande de importancia, está lo futbolístico. ¿Qué se puede decir de lo futbolístico?, que Unión es un equipo carente de casi todo. No tiene fuerza arriba, le convierten muchos goles, le cuesta manejar la pelota y no hay nadie con la suficiente capacidad de ponerse el equipo al hombro. No se le puede entregar esa responsabilidad a un chico de 18 años como Cavallaro. Ni tampoco se puede entender cómo un equipo es tan inofensivo como capaz de equivocarse y sufrirlo en su propio arco.

Unión depende de que aparezca Barisone en escena para meter dos cabezazos tremendos que no fueron gol por poco. Esto demuestra dos cosas: que el pibe tatengue es bravo en serio a la hora de ir a buscar al área rival; y que el equipo no tiene polenta arriba por parte de los delanteros.

Además de todo, no le sale una a favor. Tres minutos antes de que Bianchi hiciera el penal y lo expulsaran, Pumpido había resuelto poner a Chiapello por Maidana, con lo cual se acomodaban tres en el fondo y un quinteto ofensivo integrado por Montero y Moreno por los costados, Cavallaro de enganche y la dupla Nuñez-Chiapello por adentro. Apenas tres minutos duró el instante. Llegó el penal, el partido se puso 0-2, un jugador menos y la necesidad de que Bruna se vaya al fondo para marcar a Regueiro. Faltaban 15 minutos, pero todos tuvimos la sensación de que era imposible de remontar para Unión.

La impresión que uno tiene es que se está dilapidando lo que tanto esfuerzo demandó. ¿Cómo puede entenderse que Unión regale de la manera en que lo hace su permanencia en Primera? Está claro que ningún tatengue, empezando por los dirigentes, quiso estar en esta situación penosa y peligrosa. Se cometieron errores que hoy se lamentan y se sufren, en el caso de los dirigentes en carne propia. Ocho años de esfuerzos, dinero tirado a la basura y conflictos dirigenciales, tuvieron su punto final en aquella noche de la victoria ante Ferro. Pero es evidente que, como siempre pasa, la historia se repite y Unión no aprende de sus propios errores.

De todos modos, creo que no es el tiempo de andar por todos lados desparramando y revoleando la media. Es el tiempo de extremar esfuerzos. Si hay que concentrar una semana al plantel, se debe hacer; si hay que hacer dos, tres o cuatro días de doble turno, también. En lo económico no se advierten problemas (ayer, un dirigente confesó a El Litoral que están absolutamente al día en todo). Está claro que el problema es deportivo y anímico, por eso hay que atacar de lleno la situación. Con el bisturí, con la palmada para contener, con lo que se pueda encontrar como elemento de motivación externa y con lo que se le ocurra a quién se le debe ocurrir para salir adelante de una situación que ya hoy es lamentable y peligrosa, pero no determinante ni definitiva.


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/ Un zurdazo que se fue afuera. Federico Chiapello recibió una habilitación de Nuñez y le pegó de zurda por encima del travesaño. Pumpido le depositó la confianza para meterlo en el segundo tiempo y justo que entró llegó el segundo gol de Lanús. Foto: Matías Nápoli

/// SÍNTESIS

Lanús 2

Unión 0

Cancha: Lanús.

Árbitro: Mauro Giannini.

Lanús: Marchesín; Araujo, Goltz, Vizcarrondo y Balbi; Pizarro, Fritzler, Ayala, Pereyra y Regueiro; Romero. A.S.: Andrada. Estuvieron en el banco: Izquierdoz, Diego González, Benítez, Erramuspe. D.T.: Guillermo Barros Schelotto.

Unión: Perafán; Bianchi, Barisone, Correa y Maidana; Montero, Bruna, Míguez, Alemán; Cavallaro y Jara. A.S.: Limia. Estuvieron en el banco: Mazacotte, Alexis Fernández y Sarmiento. D.T.: Nery Pumpido.

Goles: en el primer tiempo, a los 22 min Romero (L). En el complemento, a los 30 min Regueiro (L) de penal.

Cambios: en el segundo tiempo, a los 8 min Moreno (U) por Alemán, a los 14 min Nuñez (U) por Jara, a los 27 min Chiapello (U) por Maidana y Castillejos (L) por Romero y a los 38 min Valeri (L) por Pereyra.

Incidencias: en el segundo tiempo, a los 30 min expulsado Bianchi (U) por último recurso.

Amonestados: en Unión, Bianchi, Barisone, Correa, Míguez, Nuñez y Moreno.

35

años

Hace que Unión no le gana a Lanús en su estadio. La última victoria fue en el Metropolitano de 1977, cuando los tatengues vencieron por 3 a 1. Los goles fueron marcados por Oscar Víctor Trossero y Eduardo Marasco en dos ocasiones, mientras que Moralejo lo hizo para el Granate. Desde allí en más, las victorias de Unión en cancha de Lanús fueron ante otros rivales (Racing, El Porvenir y Los Andes).

Matías Donnet

Como se informó, Matías Donnet atraviesa por un problema de índole particular y bajó tres o cuatro kilos de su peso normal. Por tal razón, Pumpido le sugirió que descanse hasta el lunes (todo el plantel volverá ese día a los entrenamientos) y que luego inicie un proceso de preparación adecuada para subir otra vez de peso y encontrar su mejor rendimiento físico y futbolístico.

Míguez

No jugará ante San Martín de San Juan

El volante tatengue llegó ayer a las cinco amarillas y por ese motivo no estará presente en el compromiso del sábado 20 de octubre ante San Martín de San Juan en el 15 de Abril. Tampoco lo hará Bianchi, que fue expulsado.

Avendaño

Se aguarda que hoy le den el alta definitivo a Juan Pablo Avendaño, quien debió ser intervenido nuevamente de su rodilla izquierda. El defensor iniciará el proceso de recuperación, pero no estará para jugar por los próximos dos o tres partidos.

14

Partidos sin ganar

Son los que lleva Unión desde aquel triunfo ante San Lorenzo con gol de Barisone. Además, el equipo acumula 11 sin vencer como visitante, desde el 3-0 brillante en cancha de Racing ante el equipo que en ese momento dirigía Basile.