Diagramarán un programa productivo provincial

El gobierno y los tamberos santafesinos se cortan solos

Esta semana se reunieron en el Ministerio de la Producción y acordaron trabajar juntos para darle a la actividad un “marco institucional”. Arrancarán sobre la base del decreto 1.532/09 que implementó la leche de referencia, pero plantean hasta montar una planta de secado de leche para descomprimir el mercado en épocas de sobreoferta.

Juan Manuel Fernández

[email protected]

El ruralismo lechero no oficialista -todas las entidades excepto Meprolsafe- y el gobierno santafesino acordaron encaminar una formalización de la actividad en la provincia que aporte previsibilidad y estabilidad a los productores. El punto de partida es el decreto 1.532/09 con el que la gestión de Hermes Binner dispuso una leche de referencia y un sistema de información para el ordenamiento de la actividad. Aunque lo consideran “lo más novedoso de los últimos 10 años en lechería”, los dirigentes propusieron hacerle algunos ajustes, principalmente para avanzar en la definición de un precio cierto para la materia prima y la posibilidad de arbitrar las operaciones con la industria. Además, plantearon la necesidad de montar una planta de secado en la cuenca provincial para amortiguar futuros picos de producción que atenten contra el precio que recibe el tambero. Todo será parte de un Programa Provincial de Lechería, sobre el cual los cuadros técnicos de las entidades ya estarían trabajando junto al sector público.

Retoques y seriedad

El encuentro se produjo el miércoles 3 de octubre en el Ministerio de la Producción. Representantes de Federación Agraria, Fecet (Federación de Centros Tamberos), Carsfe y Plassaco (Productores De Leche Asociados Del Sur De Santa Fe Y Córdoba) se reunieron con el ministro Carlos Fascendini y el Secretario de Agricultura Luis Contigiani. El titular de Plassaco, Eduardo García Maritano, expuso mediante diapositivas un análisis titulado “Agronegocio Lácteo Santafesino, el compromiso... pasar del potrero al juego profesional”, en el que argumentó la necesidad de ajustar “el marco institucional, la mayor traba que tiene el sector” y apuntó sugerencias para lograrlo.

“No hay un marco transaccional adecuado”, resumió el dirigente. Acto seguido enumeró algunas observaciones para corregirlo: el llamado “decreto Binner” no informa leche estandar sino promedios pagados por la industria, falta un precio cierto para la materia prima (incumpliendo el Código Civil), tampoco hay arbitrajes sobre la composición de la producción entregada ni de las transacciones comerciales con la industria y se carece de un estamento provincial que se ocupe específicamente de la actividad lechera.

Unos minutos antes el titular de la Sociedad Rural de Las Colonias, Gustavo Vionnet, había aclarado: “venimos a plantear todas herramientas que son de aplicación provincial”. La frase dejó en claro que no buscaban gestiones ante la Nación, sino que llevaron propuestas concretas a la altura de las posibilidades de los funcionarios locales. También afirmaron que ninguna de las alternativas atenta contra la rentabilidad de la industria.

García Maritano expuso las ideas organizadas en dos ejes: ajustes al decreto 1.532/09 y “acciones para formalizar las transacciones”. Sobre el primero resaltó: hacer público el registro de tambos e industrias, contemplado en el 1º artículo; exigir que las industrias anticipen el precio de los sólidos (Grasa Butirosa y Proteína Bruta) así como del litro estándar para el mes en curso; y hacer operativa la posibilidad de arbitrar las transacciones. Para avanzar en la formalización, sugirió: generar contratos estandar de compra de leche arbitrados por la Bolsa de Comercio (esto ya se esta trabajando en la bolsa rosarina); generar un “sello de calidad” o “de transparencia” para las empresas que acrediten buen trato comercial a sus tamberos; y realizar subastas de contratos para abastecer al Estado u ONG’s que contribuyan a formar un precio de referencia.

Usina propia

Tras la reunión, desde la cartera productiva se informó que una de las estrategias propuestas por las entidades consiste en “el desarrollo de un sistema de producción y elaboración de leches funcionales, para agregar valor al producto lácteo”. También una salida a las complicaciones que genera un mercado sobreofertado, que produce 11.000 millones de litros al año con un consumo doméstico de 8.500 millones y precios de exportación deprimidos. “Las entidades propusieron la creación de una planta de secado de leche, con capacidad de 4 millones de litros por día, que se financiaría con la creación de un fideicomiso, con el aporte de 50% por parte de la producción y el otro 50% por parte de la industria”.

Gustavo Colombero aclaró que la idea, aunque muy incipiente, es montar con la industria una “planta tipo tiempo compartido para cuando haya un pico de producción”. El costo “sería repartido entre los actores y estaría ubicada en un lugar estratégico de la cuenca”. La iniciativa se apoyaría en la “tendencia fuerte a armar pooles” que se observa entre los productores y plantearía como unidad de comercialización un equipo de 30/35.000 litros. De todos modos, es tan embrionaria la idea que “aún no se hizo ninguna propuesta a las usinas” ni se sabe cómo podría funcionar, ya que en la práctica sería una nueva industria que debería comprar materia prima y luego venderla procesada. “De hacerse llevará años porque lo previo es tener los pooles armados”, dijo el titular de la Federación de Centros Tamberos.

Este y los demás ítems deberían integrar el Programa Provincial de Lechería. “Tenemos plazo hasta fin de mes para presentar un borrador definitivo, a partir de ahí empezar; ya están trabajando los equipos técnicos”, anticipó Colombero. Entre los pedidos también figura la creación de una Dirección de Lechería con el fin de tener una dependencia específica.

“Este programa debe convocar a los diferentes protagonistas del sector y ser presentado como política provincial para la lechería, con la participación de los organismos y entidades provinciales y sin que esto signifique dejar de realizar acciones en otros ámbitos en pos del sector”, manifestó Contigiani y finalizó: “Este programa sería el modo de plasmar, en acciones concretas, políticas activas en el territorio que terminen favoreciendo al negocio en su conjunto.”

El titular de Fecet recordó que el “decreto Binner se basó en 12 leyes nacionales que no se cumplen”. Por eso, enfatizó, “iniciamos una solución que esté en nuestras manos; porque si esperamos soluciones del gobierno nacional nuca llegan”.

Causa común

Dirigentes y funcionarios santafesinos no se veían desde la difícil noche que pasaron el jueves 9 de agosto en Rosario, cuando los “tamberos K” de Meprolsafe y Caprolec se cortaron solos y firmaron un falso acuerdo con las industrias que tuvo por único objetivo liberar las usinas que permanecían bloqueadas por tamberos en reclamo de una recomposición del precio de la materia prima.

Antes de iniciar el encuentro del miércoles pasado, el Secretario de Agricultura Luis Contigiani recordó el hecho y destacó “la estatura moral de los dirigentes acá presentes que ese día se fueron con las manos vacías pero la cabeza alta, no así otros dirigentes de la provincia”. También destacó “la pericia y experiencia política del ministro” (Carlos Fascendini) gracias a la cual la provincia no firmó aquel pacto.

Por su parte, Fascendini manifestó “gran preocupación porque el gobierno nacional no está cumpliendo; no tenemos noticias del estudio de competitividad” con el que supuestamente se iniciaría la normalización de la lechería. También agregó: “estamos pidiendo audiencia 1 o 2 veces por semana a (el Ministro de Agricultura) Yahuar y no nos atiende”. Tras destacar que todavía “no se homologó la Emergencia en la Nación”, dijo estar “desconcertado” ante la ausencia de directivas claras: “deberíamos tener definiciones porque somos nosotros los ejecutores en la provincia de las políticas de la Nación”, se quejó.