Primera cirugía de trasplante en un efector público

El hospital Cullen realizó su primer trasplante renal

El hospital Cullen realizó su primer trasplante renal

Un enorme esfuerzo. “Depender de una máquina te bajonea mucho”, comentó José Luis González sobre los dos años y medio que hizo diálisis. Gracias al trasplante, su vida cambiará radicalmente.

Foto: Amancio Alem

Cristian González de 34 años le donó un riñón a su hermano José Luis de 28. “Volví a vivir”, aseguró el joven después de pasar dos años en diálisis y uno en lista de espera.

 

De la Redacción de El Litoral

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Por primera vez, una persona fue trasplantada en un hospital público de la ciudad: el Cullen. Se trata de José Luis González, de 28 años, que recibió un riñón de su hermano Cristian, de 34 años. “Para mí es como volver a nacer”, comentó el joven trasplantado, minutos antes de ser dado de alta.

“Hace una semana que no voy a diálisis. Depender de una máquina te bajonea mucho y te afecta tu vida: yo no podía trabajar, algo que espero volver a hacer”, sostuvo. Su hermano dejó ayer el hospital y ya está en Cayastá, de donde ambos son oriundos.

José Luis fue un joven sano hasta que hace dos años y medio tuvo un pico de presión. “A partir de ese momento empecé con problemas en los riñones. Tuve que entrar en diálisis y fue muy duro, no me acostumbraba a ir tres veces por semana, cuatro horas cada vez”, recordó el joven.

Hace un año entró en lista de espera para ser trasplantado, pero como el órgano no llegaba (de un donante cadavérico), la familia conversó la posibilidad de que alguno le donara el riñón que necesitaba. “Todos mis hermanos estaban de acuerdo. Al que le tocara, lo iba a hacer. Se decidieron los dos mayores y el más compatible fue Cristian”, comentó González.

En conferencia de prensa, el Dr. Mariano Arriola de Nefrología brindó detalles acerca del paciente. “José Luis estuvo en diálisis durante dos años y medio por una insuficiencia renal crónica. Esta cirugía fue posible porque la ley permite los donantes vivos si son familiares. Se hicieron los estudios para determinar la compatibilidad inmunológica y se pudo concretar el trasplante”, contó el médico.

En tanto, el doctor Martín Cuestas destacó la acción del donante: “La decisión de Cristian fue la más importante. Es un gesto de amor inigualable”. Asimismo, concientizó sobre la importancia de convertirnos en donantes. “Si se llega a esta instancia de un donante vivo es porque los órganos de los donantes cadavéricos no alcanzan para la cantidad de pacientes que hay en lista de espera. Los órganos sirven para salvar vidas, pero también para mejorar la calidad de vida de las personas, como es el caso de José Luis”.

Hospital donante

Este hito fue posible gracias a la implementación del Programa Hospital Donante, que se desarrolla en los hospitales Cullen, Centenario y Heca de Rosario. Este programa incorpora la donación y el trasplante de órganos al propio funcionamiento del efector y garantiza la realización de todas las etapas del proceso de donación.

El director del Cullen, Francisco Sánchez Guerra, remarcó los logros de esta política: “Esto fue posible gracias a dos años de trabajo, cuando empezamos a concretar la estrategia de hospital donante para convertirnos en un hospital de trasplante”. Como se trató de un donante vivo, el director remarcó “la doble responsabilidad por José Luis y por su hermano Cristian”.

El procedimiento fue coordinado por el jefe de equipo Mariano Arriola y llevado adelante por el cirujano Rubén Canelo, que cuenta con una vasta experiencia mundial en trasplantes de órganos sólidos y que forma parte del equipo, como responsable de trasplante en el hospital.

También participó el servicio de Urología del hospital, por intermedio de Carlos Rivadera, y los departamentos de enfermería y anestesia, que redoblaron esfuerzos para llevar adelante esta práctica dentro del hospital. El director y los médicos hicieron extensivo su agradecimiento a todas las personas involucradas en la cirugía.