VI Festival Internacional de Teatro Para Niños y Jóvenes

Córdoba, con certero golpe de timón

Elencos de todo el mundo ofrecieron sus espectáculos en todo el territorio provincial. Más de 17.000 espectadores es la cifra más contundente.

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Un gran actor. Julián Sierra es el joven intérprete de “Tengo una muñeca en el ropero”. Conmovió con su interpretación.

 

 

 

Hablemos claro. Decir que Córdoba tiene una larga y aquilatada trayectoria en materia de festivales internacionales ya no es novedad. Se trata de una historia construida a partir de 1984, con el Festival Latinoamericano -después el famoso Mercosur- y desde hace mucho tiempo el Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes.

Entonces, para qué modificar estructuras ya establecidas cuando son seguras. Y exitosas. Pero un funcionario talentoso como Raúl Sansica, a cargo de la dirección general del Festival, no se duerme en los laureles ni en las mieles del éxito y toma una decisión clara, precisa: llevar este encuentro al interior de la provincia. Córdoba capital también tuvo lo suyo. Pero la gran fiesta se vivió en municipios más pequeños, con la amplia adhesión del público.

Durante 5 días -del 3 al 7 de octubre- la provincia fue escenario de 59 funciones en 30 municipios y comunas para elencos de Italia, Bélgica, Cuba, Chile, Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Río Negro, Formosa y Córdoba, que en el marco de esta edición del Festival convocó a más de 17.000 espectadores. La decisión de Sansica -junto a un aceitado grupo de colaboradores-, indiscutiblemente arriesgada, no tiene discusión. Su enorme olfato creativo y su indiscutible vocación por el hecho escénico, triunfaron. Así, ganó un formato que no registra antecedentes en Latinoamérica: “La itinerancia”, que recorrió las distintas regiones de la provincia con las propuestas artísticas que interactuaron y convivieron con intervenciones artísticas de muchas de las localidades participantes. Un denominador común fueron las salas colmadas de niños, jóvenes y adultos en todas los destinos del Festival. Salas con capacidades que iban desde 900 butacas (Deán Funes) a 50 (Las Higueras).

El teatro de distintas latitudes recorrió más de 7.300 kilómetros atravesando nuestra geografía provincial a través de un formato estructurado en Siete Corredores Teatrales:

Corredor Ruta 9 Sur (Oncativo, Oliva, Villa María y Laguna Larga).

Corredor Córdoba Norteña (Colonia Caroya, Sinsacate, Las Peñas, José de la Dormida, Deán Funes).

Corredor Noreste (Morteros, San Francisco).

Corredor Sur-Sur (Serrano, Huinca Renancó, Nicolás Bruzone, Jovita, Río Cuarto).

Corredor Punilla-Traslasierras (San Carlos Minas, La Higuera, Capilla del Monte, San Javier, La Paz, Carlos Paz, Icho Cruz).

Corredor Gran Córdoba (Alta Gracia, Villa Allende).

Corredor Córdoba.

Brillo especial

De tal modo, esta sexta edición del Festival dejó en claro, una vez más, cuán a la altura de otros festivales a nivel nacional e internacional está el equipo de la Agencia Córdoba Cultura encabezado por Sansica, sobre todo si tenemos en cuenta que, hoy por hoy, dentro del territorio nacional son muy pocos los Festivales de Teatro exitosos -el Argentino de Teatro de la UNL, el Festival de Rafaela. Córdoba continúa manteniendo, como desde sus comienzos, independencia estética y política a la hora de su organización. Esta última característica le confiere un brillo especial dentro del mapa cultural.

El destinatario de este encuentro es el público menudo. Pero también se hace un trabajo previo con escuelas, con docentes, para llegar más al núcleo familiar. Hay entonces otro grado de participación y por eso la programación específica, muy bien qué es para los chicos y qué para los adolescentes e incluso para los adultos. Se orienta a los espectadores con edades aproximadas para que disfruten más y, después, los padres disfrutan tanto como sus hijos.

La itinerancia no fue la única nota distintiva. Hubo infinidad de posibilidades de creación en el teatro infanto juvenil: teatro, danza, música, teatro callejero, circo, teatro de marionetas, de títeres y de objetos y teatro para bebés, entre otras. Propuestas que dialogaron con un espectador pensante, reflexivo, dispuesto a recibir un lenguaje teatral renovado. Un teatro que aborda temáticas complejas, con estéticas variadas, con historias reales. Visiones novedosas en cuanto a la manera de tratar al espectador y en cuanto a cómo se les muestra lo que se les muestra. Como bien se sostuvo desde la oficina de prensa del Festival, “la gran franja etaria denominada niñez y adolescencia abarca innumerables particularidades a las que el teatro no interpreta ni aborda del mismo modo. Variadas son las culturas, los discursos, las temáticas y los modos de dialogar con estos pensantes públicos en crecimiento. Entendiendo esta multiplicidad, en esta edición el planteo inicial es: qué tiene que ver el teatro para niños. Desde el modo de ser y de pensar de los elencos, de los formadores, de los creadores y de los protagonistas: los niños y jóvenes espectadores”.

Sobresalientes

Con muy buen olfato, la organización del Festival armó para los críticos visitantes un cruce de corredores como para poder apreciar diversas calidades. Muchos viajes alrededor del territorio provincial permitieron no sólo ver el mejor teatro, sino disfrutar de los mejores salamines en Oncativo, Laguna Larga y Colonia Caroya (por citar sólo algunos ejemplos) y los más exquisitos productos regionales, entregados por los municipios a los visitantes. Que apreciamos con el estómago y, por qué no, con el corazón cuando el afecto sincero se hace presente.

En el Corredor Ruta 9 Sur vimos la magnífica “Double Tour, Movimientos de circo”, de Bélgica, a cargo de la Compañía Baladeu’x, cuyos intérpretes y directores son France Perpête y Toon Schuermans. Un hombre, una mujer y una puerta son los protagonistas de una historia fantástica, en la que los personajes juegan el juego de la vida de la mejor manera posible: entregando el corazón. Un enorme despliegue de espacios imaginarios, dos acordeones con la mejor música -incluida “Milonga triste”, de Atahualpa Yupanqui junto a la armónica del recordado Hugo Díaz-. Antes de iniciarse la función y tras el cierre de la misma, 35 chicos de la Escuela Municipal de Teatro de Oncativo, en su fantástico y centenario Complejo Victoria, un teatro recuperado de la mejor manera, mostraron enfundados en coloridos trajes que “todos los niños tienen derecho a la cultura”.

En la misma jornada, viajamos a Laguna Larga y allí la sorpresa fue enorme. La Sala del Centro Cultural Municipal abrió sus puertas y maravilló a todos los visitantes. La modernidad de sus instalaciones harían la envidia de cualquier funcionario. Recién cumplió un año de vida, tiene 533 comodísimas butacas armadas en hemiciclo, como un anfiteatro pero con toda la moderna tecnología. Se pudo apreciar allí “Una solución redonda”, de La Galera Encantada, que mostró una historia dramática, lejanamente basada en “El círculo de tiza caucasiano”, de Bertold Brecht. Belleza plástica incuestionable, que deja de lado el interés de los chicos. Afuera, se vivió la gran fiesta, con la presentación de la murga del taller de chicos especiales del mismo municipio. El joven intendente, sin demagogia y sinceridad, acompañó el resonar de esa banda que hizo vivir un momento de alta emotividad a todos.

Los mejores

El mismo día, en una noche estrellada y con hermoso clima y en el Capítulo Corredor Córdoba Norteña viajamos a Colonia Caroya. Allí, en una bella estancia jesuítica admiramos “Ay L’amor”, el mejor espectáculo de este Festival, que llegó desde Italia con la Compañía Teatro dueMondi. La exquisitez del montaje escénico y un vestuario excelente que recordaba el buen gusto de Visconti y Zefirelli al mismo tiempo fueron la nota distintiva de una historia caracterizada por el recuerdo amoroso.

Roberto Schneider
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Una combinación exacta. La de actores y marionetas en “Tango” de la Comedia Infanto Juvenil, Teatro Estable de Títeres y la Comedia Cordobesa.


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Emoción pura con los intérpretes de “Derechos torcidos”, la magnífica obra de Hugo Midón, que se presentó en Villa Allende.

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En Laguna Larga, la emoción se adueñó de la calle con la participación de la murga integrada por chicos con capacidades diferentes.

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Lo mejor II. Los Aranda, de Rosario, con “Marionetas de salón”, y toda la poesía en la escena.

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Los chicos, chochos. Miles de niños y jóvenes disfrutaron con atención, sonrisas y aplausos cada una de las funciones programadas.

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Bitácora de anécdotas

Raúl Sansica

Director del Festival de Teatro

Infantil y Juvenil

7.000 km de montañas, lagos, alambrados, llanuras, ríos, territorios y rostros, de una Córdoba diversa que presenció en un alto porcentaje (40 %) por primera vez un espectáculo teatral, confirmando en ese dato que la formación de nuevos públicos no es un leitmotiv vacío sino un objetivo concreto.

La Córdoba urbana, la rural, la turística, la histórica tuvieron un lugar en este formato que permitió que al repensar el teatro y el festival, se pudiera repensar a sí misma con temáticas como el amor, la violencia, la belleza, la fantasía, la ironía, la sexualidad y la vida en general.

La risa, la emoción y el llanto fueron los desencadenantes para que fuera posible abrir nuevos espacios para la tolerancia y el compromiso.

Teatro que se siente, se respira y se transpira en esta bitácora de anécdotas que, con la ayuda de las comunidades y de las autoridades de todas las poblaciones visitadas y de un equipo comprometido con la idea, hizo y hace posible seguir repensándonos permanentemente.

(continúa en pag.6)

/// VI Festival Internacional de Teatro Para Niños y Jóvenes

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El interior vivió su gran fiesta, como en Oncativo, cuando todo el color y el ritmo ganaron las calles en la apertura del Festival. Foto: Gentileza Agencia Córdoba Cultura - Angela Carioni

Córdoba, con certero golpe de timón

(viene de págs.4 y 5)

Los actores Mónica Camporesi, Tanja Horstmann, Angela Pezzi, María Regosa, Andrea Valdinocci y Renato Valmori, dirigidos con mano maestra por Alberto Grilli, dieron vida a personajes entrañables, cantando las más bellas canciones -¡y con qué voces!- del repertorio de la tradición del sur italiano. Todos subiendo y bajando escaleras con pintura naif, integradas al parque de la estancia. La poesía, el humor y el buen gusto se adueñaron de una noche que quedará en el recuerdo.

En San Francisco, la otra perla del Festival, desde Rosario, la obra “Marionetas de salón” logró lo impensado: que más de 300 jóvenes impacientes y hasta irrespetuosos se transformen en los mejores espectadores, cautivados como quedaron tras sentir las más variadas sensaciones y los más bellos sentimientos con las fantásticas marionetas de Los Hermanos Arana, un espectáculo que por su maravillosa poesía y la contundencia de sus discursos debiera recorrer todos los escenarios del país. En la escena, Juan Manuel Arana es el manipulador de personajes que “son” los habitantes de historias divertidas y también profundamente conmovedoras, con un final impensado, de profunda teatralidad. La dirección de Maximiliano Arana manejó los hilos -nunca mejor aplicada la expresión- de manera, insistimos, bellamente poética.

Encantadores

En Villa Allende admiramos una vez más la fantástica versión de “Derechos Torcidos”, ideada y producida por el Teatro Real, que incluyó a 15 niños de una Escuela de Villa Libertador junto al actor de la Comedia Cordobesa Giovanni Quiroga para actuar, cantar y bailar con la idea de integrarlos a un proyecto con profesionales.

Como sostuvimos en oportunidad de su estreno, las creaciones de Midón fueron y serán siempre para todo el público que asiste al teatro, especialmente las familias. No le interesaba que los padres, abuelos, tíos o amigos lleven a los chicos al teatro y se queden mirando el techo. “La vuelta manzana”, en 1970, fue el inicio de un itinerario poético de logrado consenso en todo el país, desestimando las convenciones y apostando a la inteligencia y a la sensibilidad de los chicos.

En este caso, el escenario de una escuela por donde se filtraba el sol desde uno de los laterales se convirtió en una gran fiesta en la que se acercó la problemática de los Derechos Universales del Niño. El director general del espectáculo, Rubén Segal, estructuró un montaje escénico de preciso ritmo y alta calidad estética con el invalorable agregado de hacer protagonistas a los chicos sobre el escenario, quienes demostraron que se puede. Así de sencillo, así de enorme. Los rostros de felicidad y de alta emotividad del público, sin golpes bajos, con profundo contenido humano, transformaron a “Derechos Torcidos” en uno de los incuestionables logros del Festival.

En el Teatro Real de Córdoba capital vimos y escuchamos a las marionetas chilenas de Teatro Ártico con “El tejer de la vida”, otra poética puesta en escena que, con gran dominio de manipulación de varillas y directa y una escenografía espléndida, brindó una historia donde el respeto por el medio ambiente fue el eje estructurante de una totalidad de altos valores estéticos. Por su parte, en Villa Carlos Paz Ito Teatro Para Bebés, con la Compañía Vamos que nos Vamos, de Rosario, enterneció a los adultos que acompañaron a los bebés, destinatarios de una poética precisa y cautivante. Ito, el gusanito curioso que quiere conocer el mundo, maravilló a todos en una tarde que también quedará en el recuerdo. Si hasta daban ganas de subirse a la gran colchoneta para jugar con todos los chicos.

Y más...

Nuevamente en la capital “Tango”, a cargo de los Elencos Estables del Teatro Real, también mostró sus calidades. La dirección y puesta en escena de la talentosa Cristina Gómez Comini diseñó un montaje en el que marionetas y actores dieron vida a una historia con características del mejor grotesco. Con el diseño de marionetas, escenografía, vestuario, maquillaje y luces de los enormes creativos Rafael Reyeros y Cristina Morini, la totalidad desplegó creatividad y talento con los más altos niveles.

En “La bella durmiente rock”, los jóvenes intérpretes engancharon a una platea también joven que aplaudió la adaptación del famoso cuento clásico para los tiempos modernos. Mucha música en vivo, mucho color y el talento de Gabriel Coba, Eric Venzon, Leandro Espeche, Valentina Calvimonte y Marina Abulafia para sumar más calidad a la programación del Festival.

“Tengo una muñeca en el ropero”, a cargo del Grupo de Teatro Buenos Aires, posibilitó conocer a Julián Sierra, un actor talentosísimo que dejó en la escena toda la conmoción de su expresividad para la obra de María Inés Falconi, dirigida por Carlos de Urquiza.

Desde Oncativo llegó la Escuela Municipal de Teatro, con un numerosísimo elenco de entusiastas actores para dar vida a “Efecto Bullying”, la dolorosa historia de muerte que tanto preocupa a padres y docentes. Fanny Cittadini, desde la dirección general, supo imprimir a la puesta en escena el ritmo necesario para que sus actores desplieguen aptitudes.

Como esponjas

Córdoba vivió una vez más su fiesta, para ratificar que el teatro para niños es un espacio delicado en muchos sentidos y uno muy importante es que en ese espacio los adultos nos encontramos con nuestra propia infancia, e inevitablemente, nos tropezamos con el inconsciente. Muchas vivencias, sentimientos, miedos y deseos sepultados en la memoria pueden aflorar en el curso de la creación y conviene reconocerlos, ponerles nombre y examinarlos con claridad para saber en última instancia si estamos diciendo lo que realmente deseamos decir o “se nos escapó un monstruo”.

Los chicos son como esponjas, absorben todo lo que desde un escenario se les ofrece. Esencialmente, los mundos creativos que los incluye, los hace vivir, los hace sentir.

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