Preocupan al FMI las cifras mundiales

El organismo advirtió que el frenazo económico salpica a todas las regiones y abrió nuevos desafíos en Latinoamérica y el Caribe, que vieron una desaceleración de su crecimiento en el primer semestre del año.

 

redacción de El Litoral

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Agencias EFE y DPA

El FMI presentó hoy en Tokio sus análisis económicos por regiones en el marco de su asamblea anual con el Banco Mundial, en la cual la crisis en la eurozona, la incertidumbre en Estados Unidos y su impacto en los emergentes centraron la mayor parte de los debates.

En relación a la crisis europea, el discurso del Fondo puso acento en dar el tiempo necesario a que los mecanismos estabilizadores lleven a cabo su función en las economías con problemas. Pero, sobre todo, reconoció que la situación es alarmante y que ha hecho mella en la demanda mundial, lo que ya se ha dejado sentir este año en las diversas regiones y promete incidir sobre sus resultados anuales.

Cifras que preocupan

Los vientos en contra también están suponiendo un creciente lastre para Asia Pacífico, que había mantenido un sólido ritmo incluso tras el estallido de la crisis en 2008 pero que en los seis primeros meses del año creció un 5,5 por ciento, su ritmo más bajo de los últimos cuatro años.

Las perspectivas del FMI toman muy en cuenta los riesgos que emanan del problema de la deuda en Europa y la amenaza del precipicio fiscal al que se avecina Estados Unidos si antes de fin de año no se prorrogan las rebajas impositivas y se evita activar los recortes automáticos en el gasto.

Así, advierte de que si ello causa un nuevo deterioro de las condiciones financieras globales, existe el riesgo de efectos indirectos sobre los precios de las materias primas.

La única salida

De frente a esta perspectiva, llamaron a la colaboración de sus miembros como la “única manera” de sortear la crisis.

“El espíritu de cooperación es la única manera de avanzar”, subrayó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en el discurso que abrió la reunión plenaria de la Junta de Gobernadores.

Mediante dicha cooperación, Lagarde consideró que deben superarse tres desafíos: dejar atrás la crisis para recuperar el crecimiento y acabar con el “azote” del desempleo, reducir las desigualdades y, por último, completar la reforma del sistema financiero, pese a los altos costes que critican algunos sectores de la industria.

En este último aspecto destacó los progresos en lo referente a mejorar las reservas de capital y liquidez, aunque admitió que se está “perdiendo impulso” para ejecutar lo pactado y citó asignaturas pendientes como los “derivados, los bancos en la sombra y las instituciones demasiado grandes como para quebrar”.

El organismo insistió en pregonar su fórmula revisada para afrontar la recuperación. Y esto pasa entre otras cosas por fomentar el crecimiento y las políticas acomodaticias y aplicar programas de ajuste “realistas” y “al ritmo adecuado”, en referencia al impacto que las medidas de austeridad han tenido en España, Grecia, Portugal o Italia.

Opiniones y apoyo

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, apoyó por su parte el rumbo de las reformas en Europa, donde consideró que las mayores incertidumbres se habrán superado “en un año”.

“Muchos han protestado por las reformas laborales. Pero el caso es que en varios países han disminuido los costes laborales”, afirmó.

Por su parte, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, consideró que las últimas previsiones negativas del FMI sobre España “en absoluto invalidan” el esfuerzo de consolidación fiscal en el país, y recordó que las medidas adoptadas han sido bien recibidas por el Eurogrupo.

“La proyecciones del FMI no están escritas en bronce, y ahí está todo el plan de actuación del Gobierno en medidas de política económica de reducción del déficit público, del fomento del crecimiento económico”, añadió.

En paralelo a las asambleas, los ministros del G8 aprovecharon para mantener un encuentro en el que estudiaron la situación en los países que han vivido la Primavera Árabe y acordaron una asistencia financiera de 164 millones de dólares (126 millones de euros) a Egipto, Libia y Túnez para apoyar la transición.

Sobre Latinoamérica

Con respecto a nuestra región, el FMI instó a aplicar políticas para mantener bajo control la velocidad de la demanda interna y el crédito, en medio de la ralentización por una evolución “menos favorable” de las condiciones externas.

En su informe, recordó que el crecimiento en Latinoamérica y el Caribe ha sufrido una desaceleración por el impacto de la crisis económica en Europa y la amenaza del “precipicio fiscal” en EEUU.

El organismo ya indicó en su informe global publicado esta semana una rebaja de seis décimas en las perspectivas de crecimiento en la región hasta el 3,2 % este año, mientras que para 2013 espera que la economía de la región se expanda un 4 %.

En el documento, invitó a los países a “fortalecer los fundamentos macroeconómicos de sus economías aumentando el espacio fiscal y asegurando la estabilidad financiera”.

El crecimiento en toda la región se desaceleró durante el primer semestre del año hasta algo menos del 3 por ciento ante la caída de la demanda y especialmente en Brasil, la mayor economía de la región, cuyo crecimiento se estima del 1,5 por ciento para 2012.

A medio plazo, el FMI advierte de la posibilidad de que “un aterrizaje más brusco” de lo estimado en China, uno de los principales mercados de Latinoamérica, podría “constreñir la demanda externa y afectar a los precios de las materias primeras”.

En este sentido, el informe considera que “los precios de las materias primas seguirán altos” y las políticas monetarias de estímulo en las economías avanzadas mantendrán “condiciones financieras externas favorables durante algún tiempo”.

Pese a todo, en términos generales, “las perspectivas a corto plazo exigen vigilancia” y un enfoque de gestión de riesgos orientado a la posibilidad de que se produzcan “riesgos extremos”, avisó el FMI.

Representar al mundo

Desde el inicio de la crisis, el Fondo ha comprometido 540.000 millones de dólares y desembolsado 157.000 millones en 126 programas de desarrollo “para ayudar a todo tipo de países con todo tipo de problemas”, recordó su titular, Christine Lagarde, que insistió en la necesidad de crear un FMI que “represente al mundo”.

En este sentido, los emergentes miran de cerca la evolución de la reforma en el seno del organismo, aprobada en 2010 pero que todavía necesita alcanzar el 85 por ciento de los votos necesarios para que se aplique, algo que ya está descartado suceda en esta reunión.

Se perderán 7 millones de empleos

La crisis de deuda provocará la pérdida de siete millones de empleos el próximo año, según se desprende de los últimos datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentados hoy en Tokio por su director general, Guy Ryder, durante la reunión anual del FMI y el Banco Mundial.

Así, si las naciones industriales no adoptan medidas decisivas, el número de desempleados se elevará a 207 millones en todo el mundo. Hasta ahora la OIT contaba con la pérdida de cuatro millones de empleos en 2013.

Desde el inicio de la crisis, hace cuatro años, se perdieron 30 millones de empleos, según las cifras del organismo de Naciones Unidas. Según Ryder, también es alarmante el hecho de que 900 millones de personas vivan en la miseria a pesar de tener un trabajo, al quedarse por debajo del umbral de pobreza de dos dálares por persona y día.

En un discurso adelantado a la prensa, Ryder advirtió de que “el constante crecimiento por debajo de la media y la proliferación del desempleo tienen consecuencias catastróficas para miles de millones de personas y naciones enteras”.

El director de la OIT consideró también preocupante que un tercio de las personas sin empleo sean menores de 25 años, algo que ocurre no sólo en muchos países del tercer mundo, sino también en España y Grecia.

“Una acción coordinada de los gobiernos de las principales economías debe evitar una caída en una crisis política, económica y social”, reclamó Ryders.

Advirtió además en contra de medidas de ahorro demasiado estrictas en los países del euro y otras naciones afectadas por la crisis, que según él profundizarían en la recesión y provocarían más daños que beneficios. “La consolidación financiera sólo puede ser sostenible si va de la mano de una responsabilidad social y un reparto justo de las cargas”, apuntó.

Preocupan al FMI las cifras mundiales

La directora del FMI, Christine Lagarde y el primer vicedirector del FMI, David Lipton, mientras participan en una conferencia de prensa en el Tokyo International Forum. Foto:Agencia EFE