“El sonido es un deseo puesto a vibrar”

TEXTOS. MILI LÓPEZ

PRIMERA SENSACIÓN “Comencé a aprender el saxofón a los 15 años en el Liceo Municipal. No tengo una referencia clara de por qué elegí el saxo, su sonido me había cautivado. Mis viejos me contaron que cuando fuimos a comprar el primer instrumento y lo tocaron frente a mí, me brillaron un poquito los ojos. Ricardo Cavalli, el gran saxofonista argentino, dice que en los momentos arduos que a veces hay que sortear en este camino, nunca hay que olvidar esa primera sensación, ese cosquilleo que llevó a inclinarnos por el ‘instrumento’ hacia la música”.

EL SONIDO “En mi sonido busco cuerpo, calidez, contacto. El sonido es un deseo puesto a vibrar, es la bella materia prima con que contamos para crear y modificar estados. En la música clásica, el timbre se caracteriza principalmente por una búsqueda de pureza que te permita tocar muy suave o fuerte en todo el rango, según estés frente a una orquesta o combinando sólo con un cello. Pienso que la diferencia con el sonido del instrumento en la música popular la termina definiendo el contexto: con qué otros instrumentos te relacionás, cuál es su función en el conjunto, qué color pide el estilo. Para terminar de comprender hay que escuchar. Es maravilloso que el saxo tenga tantas posibilidades expresivas”.

MÚSICA ARGENTINA “El músico tiene un compromiso insoslayable con su lugar y su época. Tarde o temprano surge la inquietud de ir a las fuentes, interpelar la tradición y a partir de ahí, proyectarse, arriesgar. Por ese lado vino el proyecto con Fernando Muslera, pianista y compositor de Buenos Aires con quien comenzamos en principio a tocar sus obras, y luego a ‘molestar’ a otros compositores para que escriban para el dúo. Así empezamos a generar un repertorio realizado por talentosos intérpretes y compositores con antecedentes en diferentes géneros, donde la raíz de los ritmos y danzas argentinas se combina con una mirada actual bajo la impronta particular de cada uno de ellos, con quienes nos encontramos, revisamos, consultamos, proponemos; existe un ida y vuelta súper nutritivo. Hoy, música de Luis Barbiero, Ramiro Gallo, Gabriel De Pedro, Matías Marcipar, Gabriel Senanes y Fernando Lerman, entre otros, se toca en Argentina, Francia, Holanda, Polonia, Alemania, etc”.

FOR EXPORT “El saxofón de concierto en Argentina es difícil de vender para los ciclos o para las temporadas de orquesta. Es necesario tener temple e insistir para que escuchen tu propuesta. A partir de 2006 empezamos a viajar con el proyecto de Música Argentina a Europa, donde siempre encontramos una cálida recepción a la propuesta, la que se enriquece con presencia de músicos del lugar que invitamos a sumarse al concierto. Es una verdadera experiencia tocar un ritmo de chacarera o milonga con un francés, chino o alemán”.

SUEÑO CUMPLIDO “En julio de este año fuimos a St. Andrews, Escocia, para participar del XVI Congreso Mundial de Saxofón. Allí tocamos, además de estrenos de Muslera y Marcipar, obras de Guastavino y Piazzolla en homenaje a sus aniversarios en este año. Es un evento donde ocurren varios conciertos al mismo tiempo y nosotros tuvimos suerte de tener un auditorio colmado con la presencia de mis más admirados maestros a nivel mundial. Mucha gente de varios lugares nos preguntaba dónde se podía conseguir la música. Así que pensamos que iremos por el lado de la edición en lo inmediato”.

LOS MAESTROS “El profe de saxo del Liceo, Esteban Rodríguez, me alentó muy temprano a que fuera a Buenos Aires, cosa que hice cuando tenía 20 años. Ahí conocí un mundo maravilloso de música que escuchaba en las clases del curso del maestro cubano Miguel Villafruela. Luego estudié con María Noel Luzardo durante 5 años. Quien ha dejado una huella muy fuerte en mi forma de ver y estudiar música, y en la práctica docente ha sido Mónica Cosachov, una gran maestra. En 2004 y 2006, fui a estudiar cinco meses con Arno Bornkamp, maestro del Conservatorio de Amsterdam y uno de los referentes mundiales de la actualidad. Estas experiencias te sitúan en un lugar de trabajo intenso, de reconocimiento de tus habilidades y de los posibles caminos para el desarrollo de tus potencialidades”.

ABRIR CAMINOS “Dar clases de saxofón me encanta. Siento que es una complementación perfecta con la actividad artística y a la vez ésta deviene en un requisito fundamental: el alumno capta rápidamente cuando el profesor aprecia y desarrolla lo que enseña. Está lejos de limitarse al manejo de los rudimentos de ejecución del instrumento, implica ayudar a entender la relación con aquello que queremos cantar a través de él, cómo funciona el cuerpo en esa búsqueda, de qué manera construimos herramientas de estudio para volvernos más autónomos, cómo generar espacios para proyectos grupales, etc. Muchas veces encontramos pistas fuera de la música, por eso insto a los chicos a que vayan a ver teatro, danza, muestras, ¡ y que lean!”