EDITORIAL

La Justicia no se supedita a las mayorías

Los últimos días mostraron una secuencia de acciones impulsadas por gobierno nacional dirigidas a incrementar en volumen e intensidad las presiones sobre el Poder Judicial.

Publicaciones

Historia del FBI

Fruto de la revolución más exitosa y apoyada por los espíritus más ecuánimes y libertarios del pensamiento moderno (de Emerson a Whitman), los Estados Unidos se habían reunificado tras la guerra civil, y año tras año recibían grandes migraciones de extranjeros que buscaban la libertad. En ese mismo país casi utópico es que el FBI, la Oficina Federal de Investigación estadounidense se funda, un siglo atrás, y rápidamente se transforma en un servicio de inteligencia bajo el poder de las necesidades de los presidentes de turno, fuesen republicanos o demócratas.

Al margen de la crónica

Un mapa de Internet

Sudáfrica y Brasil se encuentran a la cabeza en el acceso a internet a través de dispositivos móviles, según un estudio elaborado por la consultora tecnológica Accenture que concluye que el pasado año el 79,5 y el 77 % de los usuarios de internet en estos países accedieron a través aparatos móviles.

Fundéu bbva

“Desafectar”

El Evangelio de la “esposa” de Jesús (II)

Jesús y las mujeres

Tanto los evangelios canónicos como los gnósticos revelan una relación libre y cordial entre Jesús y las mujeres. Así, por ejemplo, en aquel encuentro con la samaritana que registra el Evangelio de Juan se advierte la perplejidad de los discípulos por haberlo encontrado hablando a solas con una mujer, conducta que era considerada indigna en la época por tratarse de un rabí: “En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una mujer. Pero nadie le dijo: “¿Qué quieres?” o “¿Qué hablas con ella?” (Juan 4, 27). Por otra parte, es de inmenso valor una información recogida en el llamado Evangelio de María, escrito gnóstico que no integra la colección de Nag Hammadi, sino que forma parte del Papiro gnóstico de Berlín 8502. Se refiere a María Magdalena y se presenta a la manera de un diálogo entre Jesús y esta mujer que representa la intérprete privilegiada de las enseñanzas del Salvador, frente a los celos de Pedro, quien tipifica el bando excluyente de los varones. Según el relato, los discípulos se encuentran entristecidos por la despedida del Resucitado y entonces, “María se levantó, los abrazó [o besó] (aspázesthai) a todos y dijo a sus hermanos: ‘No os lamentéis ni aflijáis y tampoco dudéis, pues su gracia estará con vosotros y os defenderá...’. Cuando María dijo esto, sus corazones retornaron hacia lo Bueno y comenzaron a ejercitarse en las palabras del Salvador. Pedro dijo a María: ‘Hermana, sabemos que el Salvador te ama más que a las otras mujeres. Dinos palabras del Salvador que recuerdes, que tú conoces y nosotros no y ni siquiera las hemos escuchado’. María respondió y dijo: ‘Lo que os está oculto os lo comunicaré...’” (Evangelio de María 9, 6-10, 24). En la misma tradición se inscribe un pasaje del Diálogo del Salvador, documento perteneciente al códice III de Nag Hammadi. Este libro reconoce la pertenencia de María Magdalena a un trío de discípulos que se presentan por sus nombres: Mateo, Judas y María, y es distinguida por Jesús en estos términos: “Habló y pronunció estas palabras como mujer que ha comprendido completamente” (Sentencia 53). La tradición gnóstica del primer cristianismo expone sin reparos la preferencia de Jesús por la Magdalena en el discipulado, pero siempre en un plano de comprensión espiritual que trasciende cualquier interpretación de naturaleza carnal y temporal. Veamos, por ejemplo, el profundo simbolismo del beso que se hace presente en el Evangelio de Felipe: “La sabiduría denominada ‘estéril’ es la madre de los ángeles. Y la compañera del Salvador es María Magdalena. El Salvador la amaba más que a todos los discípulos, y la besaba frecuentemente en la boca. Los demás discípulos se acercaron a ella para preguntar: ‘¿Por qué la amas más que a todos nosotros?’. El Salvador respondió y les dijo: ‘¿Por qué no os amo a vosotros como a ella?’. Un ciego y un vidente estando a oscuras, no se diferencian entre sí. Cuando llega la luz, entonces el vidente verá la luz y el que es ciego permanecerá a oscuras” (Evangelio de Felipe 63 al final y 64). El simbolismo del beso se relaciona con el renacimiento espiritual en el ámbito de la perfección divina al que estos cristianos denominaban “Pleroma”. Así lo demuestran otros dos textos de Nag Hammadi: “Las emisiones divinas besaron al Padre en verdad con una potencia perfecta que las une con el Padre” (Evangelio de la Verdad 26, 28-32). “Porque cada una ama la Verdad, puesto que la Verdad es la boca del Padre y su lengua es el Espíritu Santo. El que se une a la Verdad se une a la boca del Padre por su lengua, cuando llegue a recibir el Espíritu Santo, puesto que tal es la manifestación del Padre y su revelación a sus Eones (atributos o miembros eternos)” (Tratado Tripartito I, 3 y I, 5).