FRANCISCO TORRES EXPONE SOBRE EL LEGADO MAYA

Alrededor de Hunab ku y en el gran salón de los espejos

El psicólogo y estudioso de las culturas de los pueblos originarios habla del legado que dejaron los grandes conocedores del tiempo. “El tiempo es hoy, cuarta dimensión, matemática pura...”, dice.

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El 21 de diciembre nuestro planeta cumple un período de evolución, hace 26 mil años que estamos girando alrededor de Hunab ku. Fotos: ARCHIVO EL LITORAL

 

“Quien controla tu tiempo, controla tu mente”, José Argüelles.

Ana Laura Fertonani

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La entrevista se concretó el 12 de octubre, una fecha que en el calendario gregoriano conmemora el día de “la diversidad cultural”, diversidad construida sobre la desaparición de culturas madres en América. “Vinieron a saquear y a robar conocimientos, no tanto a llevarse el oro... Todavía nos cuesta reconocer, somos reacios porque seguimos mirando a Europa”, habla Francisco Torres de esta fecha “no indicada”.

Torres es psicólogo, nació en Corrientes y vive cerca de Paraná, desde hace años estudia profundamente las culturas de pueblos originarios, y estuvo en Santa Fe en el marco de los 100 años de la I.L. Peretz. Para él las palabras previas están de más, se presenta como un “hombre puente”, de ascendencia guaraní, orgulloso de la nación guaraní que descubrió a partir del conocimiento del legado de los mayas: el conocimiento del tiempo.

“Estamos en este tiempo de cierre de un ciclo, debemos reconocer nuestra historia y que hubo culturas madres, culturas originarias, que había un conocimiento de las matemáticas y la astronomía como no lo tenían los europeos. Cuando la creencia popular europea era que la tierra es plana, acá se sabía que es redonda y que estamos girando alrededor de Las Pléyades, donde está Alcyon, y podemos registrar el centro de la galaxia... Trajeron una religión como que había que re-ligarse a conceptos del más allá; acá la única espiritualidad era estar en armonía la mente con la naturaleza, esa es la religión básica, por eso se respetaba, consideraba y potenciaba la naturaleza, la Pachamama, Gaia. Había sabiduría y conocimiento a lo largo y a lo ancho de América”.

Allí Torres menciona, entre otros, a los mayas, los grandes conocedores del tiempo; los incas, los grandes constructores; los mapuches, los defensores de la tierra “y que nunca pudo conquistar el español”; los guaraníes “que corresponden a esta tierra, eran los médicos astrales, conocían la sanación a través de las plantas”.

“Tenemos que volver a la tierra en todo sentido... se trata de mirar dónde estoy caminando, sentido común”.

Calendario Vs. Sincronario

“Los mayas eran los sabedores del tiempo, manejaban aproximadamente 17 calendarios, y es desde las enseñanzas y decodificación que hizo un mexicano, José Argüelles, que retomamos las investigaciones que plantea la característica fundamental del tiempo de cuarta dimensión. Tenemos una estructura científica basada y fundamentada en un conocimiento erróneo del tiempo, el supuesto más grande en el que fundamentamos nuestra vida es el conocimiento falso del tiempo. Los mayas fueron el único grupo homogéneo en Mesoamérica que conocían el tiempo al dedillo, tenían una perfección en su conocimiento: el tiempo es hoy, es cuarta dimensión y tiene que estar en resonancia con las energías masculinas y femeninas, es matemática pura y es número.

“El calendario gregoriano hace agua por todos lados, ha sido extraído de los calendarios juliano, romano y a su vez de los babilónicos, es una manera de trazar en un plano de tercera dimensión el seguimiento astronómico o literal del tiempo. No hay una resonancia más allá del espacio, como nos dejaron los mayas donde usan los ciclos lunares, solares y estelares”.

Torres se detiene en este punto y brinda un ejemplo: “el 1º de enero ¿qué hay? no hay nada en las estrellas, ni en los ciclos naturales, ni siquiera en las plantas; el origen de esos mandatos de ese calendario está en el pago de impuestos, calenda viene del romano y significa agenda de pagos, ese es el origen y principal resonancia del calendario gregoriano”.

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“No es por casualidad fue un artista -José Argüelles- el que conoció y difundió por todo el mundo la necesidad y la utilidad que tendría un calendario de 13 lunas de 28 días, pero cada luna de 28 días tiene una estructura matemática perfecta del 4 x 7... gracias a este sistema de valoración del tiempo, nosotros entramos en armonía con los números, el universo y si se quiere con dios”.

—¿Qué pasará en diciembre de 2012 según el legado maya?

—Nosotros trabajamos tres sistemas calendáricos: el de 13 lunas y 28 días; el de 365 días, parecido al gregoriano, busca la órbita alrededor del sol y son 18 períodos de 20 días más 5 días, y el tercero que es el sagrado, Tzolkin, que consta de 260 días que nosotros lo podemos superponer o trasladar, pueden transformarse en 5.125 años, y podemos estudiar la historia de la humanidad en estos años.

Inclusive como psicólogo digo que esto también sirve para aplicarlo, este sincronario sirve para entrar en un profundo autoconocimiento, las fecha del nacimiento gregoriano las traducimos a las fechas mayas y sin exagerar puedo tener información de una persona para estar hablando horas y horas.

“Si nos imaginamos que estamos girando alrededor de un centro que está conformado por Las Pléyades pero más precisamente la estrella Alcyon, estamos girando alrededor de ese centro, y nos lleva 26 mil años dar una vuelta completa, si estamos en ese espacio infinito llamado Vía Láctea y nos figuramos en ese mapa, el próximo 21 de diciembre termina el círculo que empezamos hace 26 mil años, acá terminan 26 mil años de evolución de nuestro planeta, eso no es el fin del mundo, somos tan pequeñitos, diminutos...”.

El cierre

“Ese solsticio de invierno en el norte y de verano acá es el cierre, que se llama, del gran ciclo maya. Esto está en nuestro ADN, en nuestra memoria, que termina este recorrido y como decían los mayas Hunab ku, es el sol central de la galaxia, es el centro, estamos girando alrededor de Hunab ku hace 26 mil años y este cierre es un evento cósmico, lo más importante que pasa en esta galaxia, una gran fiesta, nuestro planeta cumple un período de evolución ese día.

“Este ciclo más pequeño que son 5.125 multiplicado por 5 da 26 mil y si lo multiplicamos por 5 da 104 mil años en realidad, lo que se juega ese día son 104 mil años de historia, y estamos en un momento de recibir el llamado, los mayas decían: recién en el ultimo katún, en los últimos 20 años, la humanidad iba a estar en condiciones de encontrarse en el gran salón de los espejos: ver y que le dé vergüenza lo que ha hecho de su vida, lo que hemos hecho del planeta... Estamos viviendo un tiempo de privilegio porque están sucediendo cosas, sí algunas purgantes, este momento es muy especial... Tenemos que prepararnos para cambios de paradigmas en su totalidad”.


José Argüelles

Nació en Estados Unidos en 1939, de familia mexicano-norteamericana; estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado en Historia del Arte en la Universidad de Chicago. También fue un destacado pintor interesado en el arte visionario y en la creación de mandalas y músico.

Artista, poeta, filósofo e historiador fue quien gestó la Convergencia Armónica en 1987, y quien creó el Encantamiento del sueño, un método de sincronización con el universo, basado en conocimientos mayas.

El lema de su filosofía era “el tiempo es arte” y no dinero, como se concibe en la sociedad consumista occidental.

Falleció en marzo del año pasado.