Gendarmes, Chaco y la fragata Libertad

No soy yo, son ellos

El cristi-kirchnerismo lleva el extremo el arte de no hacerse cargo de nada. Mientras, los problemas se van agravando.

missing image file

La fragata Libertad aparcada en Ghana, mientras en Argentina sigue el juego del gran bonete. Foto: EFE

 

Sergio Serrichio

[email protected]

Los viejos problemas no se resuelven, e incluso se agravan, mientras el gobierno va sumando dificultades a fuerza de errores no forzados.

Así, aún la perspectiva de una excelente cosecha, valuada a muy buenos precios internacionales (conjunción que aporta tanto una fuerte mejora en el ingreso de dólares comerciales como de pesos para el fisco), de un repunte de la economía brasileña (que empujaría las exportaciones industriales, en particular las automotrices), de la continuidad del crecimiento en prácticamente todas las economías latinoamericanas -a favor, en parte, de que la crisis en Europa y el débil andar de Estados Unidos garantizan que seguirá habiendo liquidez abundante- y de un escenario mundial y regional de baja inflación, no alcanza para asegurar que la economía argentina haya salido realmente de la recesión iniciada a fines del año pasado, como habían insinuado los datos de agosto.

Las muestras de ineptitud oficial más recientes fueron el reclamo salarial de prefectos y gendarmes, el default chaqueño y el embargo de la fragata Libertad en un puerto de Ghana.

El conflicto con las fuerzas de seguridad fue gatillado por un decreto firmado por la presidenta y sus colaboradores más cercanos, incluido el jefe de Gabinete, pero se acumuló a lo largo de nueve años, por la aplicación de una política salarial enrevesada que creó, a su vez, una mini-industria del juicio en beneficio, fundamentalmente, de las más altas jerarquías de esas fuerzas. Pero ni así el gobierno se hizo cargo. Todo fue una conspiración.

Otro tiro en los pies

El default chaqueño es otro ejemplo de tiro en los pies. Al negarle al gobierno de Jorge Capitanich los dólares para pagar el vencimiento de un bono que la provincia había emitido en dólares, pero bajo legislación argentina, el BCRA avisó que el cepo cambiario había llegado también a los acreedores provinciales. Encima, la sobreactuación del vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, que se apresuró a decir que Buenos Aires seguiría la ruta chaqueña, complicó más las cosas. Craviotto, como lo bautizó Diego Maradona, tuvo luego que desdecirse, y el BCRA debió aclarar que la restricción alcanzaba sólo a los títulos provinciales emitidos bajo ley argentina, no a aquellos emitidos bajo ley extranjera.

Todo porque el BCRA se negó a venderle al Chaco 265.000 dólares al tipo de cambio “oficial”. Pero es peor que eso, porque la deuda en moneda extranjera emitida por las provincias bajo legislación nacional representa apenas el 1,2 % de la deuda provincial en bonos. La emitida bajo ley extranjera (la que el BCRA aclaró que no tendrá problemas) alcanza el 83,8 % y los títulos en pesos el 15 % restante.

¿Por qué entonces semejante y tan costoso zafarrancho? Entre la pesificación forzosa de la deuda chaqueña, las palabras de Craviotto y la aclaración del BCRA -llamémosle “efecto Chacra”- el costo financiero de los bonos provinciales aumentó 300 puntos, el de los bonos nacionales (o “riesgo-país”) 200 puntos y los fondos de la Anses se desvalorizaron masivamente. Mientras, Miguel Galuccio se pregunta cómo hará YPF para conseguir los 37.000 millones de dólares que dice que invertirá en los próximos cinco años para revertir el deterioro energético. ¿Seguirá recurriendo a los fondos jubilatorios? Porque el mensaje fue claro: bajo la ley argentina, cualquier arbitrariedad es posible.

Por último, la retención en Ghana de la fragata Libertad, lograda por un fondo buitre como caución de bonos impagos, generó la renuncia de altos oficiales y el jefe de la Armada, agitó las internas del Gabinete, dejó al titular de Defensa, el santacruceño Arturo Puricelli, en la cuerda floja y exhibió por enésima vez el tic oficial de culpar a los otros. El comunicado de Defensa fue una muestra. En cinco párrafos, echa la culpa cuatro veces: al ex Director general de la fuerza, al ex Secretario general, a los medios y, en fin, al menemismo, por la renuncia “en forma amplia a inmunidades de bienes para garantizar la emisión de bonos de deuda”. He aquí que el argumento central del gobierno para liberar la Fragata es que goza de inmunidad diplomática. El comunicado oficial llenará de alegría a los buitres.

Falacias

En todo caso, ¿cómo es que los campeones del desendeudamiento fuerzan al Chaco a un default y todavía están a tiro de embargo judicial apenas salen del país? ¿Tendrá que ver con que la presidenta ya anunció dos veces, una incluso por cadena nacional, el pago de la deuda al Club de París, pero el trámite sigue en pañales? ¿O con que el gobierno se empeña en desconocer los fallos del Ciadi (el tribunal del Banco Mundial que dirime conflictos de inversión extranjera), pero tampoco se decide a denunciar esa instancia arbitral (de haberlo hecho en 2003, a partir del 2013 el Ciadi ya no tendría jurisdicción sobre la Argentina)?

Vale aclarar, de todos modos, que el mentado desendeudamiento es una falacia: lo que el gobierno ha hecho en los últimos años no ha sido desendeudarse, sino cambiar de acreedores. Antes el grueso eran los bonistas extranjeros y los organismos internacionales. Luego del default, por un tiempo, fue Venezuela. Y en los últimos años fueron, cada vez más, la Anses y el Banco Central, cuyo balance está lleno de títulos emitidos por el kirchnerismo. Así, el gobierno redujo presiones a la hora de renovar vencimientos. Pero llamar a eso “desendeudamiento” es un abuso del idioma. A menos que el mensaje sea que de aquí a algunos años el Estado volverá a hacerle pito catalán a los jubilados y que el respaldo del peso es una montaña de pagadios.

Mientras apila errores, decíamos, los viejos problemas se van agravando. La inflación de septiembre fue el registro mensual más alto de los últimos 20 años (exceptuando los meses posteriores al estallido de la convertibilidad). Para inflacionverdadera.com fue de 2,5 %, completando un trimestre de tasas cercanas o superiores al 2 por ciento. El IPC Buenos Aires, que coordina Graciela Bevacqua, la ex funcionaria del Indec que cayó en la redada K de enero de 2007, proyecta que la inflación 2012 cerrará en 26 por ciento.

Por suerte, la presidenta lo resuelve fácil: no hay inflación ni hay cepo. Así, de prepo.

Entre legisladores

El senador nacional por Santa Fe Rubén Giustiniani -junto a otros legisladores argentinos- se entrevistó con pares parlamentarios de Ghana, para plantearles la posición del país frente a la detención de la Fragata Libertad en el Puerto de Tema.

El socialista forma parte de la delegación argentina que participa, en Quebec (Canadá), de la 127a. Asamblea de la Unión Interparlamentaria Mundial.

Junto al presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, Daniel Filmus, y los diputados Claudia Giaccone y Alfredo Atanasoff, Giustiniani mantuvo una reunión con la presidenta del Parlamento de Ghana, Joice Adeline Bamford-.Addo y el presidente del bloque de la mayoría parlamentaria y miembro del gabinete Kyei-Mensah-Bonsu, entre otros legisladores ghaneses.

Los argentinos pidieron a sus pares que intercedan ante el gobierno para que ponga fin a “la detención ilegal del buque y a las condiciones de violación a los derechos humanos a los que fue sometida su tripulación”.

La delegación de Ghana pidió ayer un informe detallado de la situación y se comprometió a plantear la enfática posición argentina, tanto en el Congreso de su país como en el gabinete y su gobierno nacional.