El Cippec mide distinto al relato

Menos participación industrial en el PBI y el empleo del país

La construcción, los servicios y el empleo público dominan la estructura productiva. La protección arancelaria y la sustitución de importaciones no garantizan la integración argentina en las redes globales de producción fabril.

Participacion sectorial en el PBI.pdf

Tierra del Fuego, un modelo no tan exitoso

El documento publicado por Cippec también analiza el impacto del modelo fueguino de promoción fiscal y protección para el sector industrial local. Según el informe, el costo del modelo de producción manufacturera en Tierra del Fuego para el erario público no es fácil de estimar debido a la presencia de subsidios cruzados y a que el Ministerio de Economía de la Nación reporta estimaciones del costo fiscal directo en términos de impuestos no percibidos.

En 2012, se destinarán al régimen fueguino cerca de $ 5.600 millones del presupuesto nacional, o casi el 50% de los esfuerzos de promoción económica para todo el país. Según datos provinciales oficiales, los trabajadores industriales registrados en Tierra del Fuego pasaron de 2.476 en 2003 a 9.669 en 2011. Sin embargo, la provincia sólo explica un 1% del empleo registrado total y menos del 0,6 % del trabajo industrial formal en la Argentina. “En otras palabras, su incidencia en la creación de empleo en el nivel nacional sigue siendo, en el menor de los casos, marginal”, apuntó Castro.

Además, la producción de Tierra del Fuego requiere muy bajo contenido nacional y se destina casi totalmente al mercado doméstico. Como consecuencia, este modelo produjo un aumento de las importaciones y del déficit comercial de la isla. Las importaciones y el rojo de la balanza comercial casi se duplicaron en los dos últimos años: el déficit pasó de poco más de U$S 2.000 millones en 2010 a alrededor de U$S 4.500 millones en 2012. Así, Tierra del Fuego explica este año alrededor del 7% de las importaciones totales de la Argentina.

“El modelo de sustitución fueguino involucra una merma importante y creciente de dólares, con una dependencia de componentes importados que, dadas las restricciones de escala y los escasos encadenamientos locales, difícilmente se revierta con el tiempo”, concluyó Levy Yeyati.

Sin integración

Según Cippec, con la fragmentación transnacional de la producción, la industrialización está determinada por la capacidad de integrar redes globales en segmentos competitivos específicos. “Estas características implican decirle adiós a las modalidades tradicionales de industrialización por sustitución de importaciones de cadenas productivas enteras, ya que el proteccionismo aumenta los costos de los sectores industriales locales altamente dependientes de los insumos extranjeros”, precisó Levy Yeyati.