Ayer a la tarde

Atroz caso de maltrato animal

2.jpg

La Dra. Cristina Pagani (S.O.S. Caballos) precisó que el animal murió por paro cardiorrespiratorio causado por sofocación, acaloramiento e insolación. Foto: Relaciones Policiales URI

Un caballo que tiraba de un carro fue apaleado por su conductor hasta que cayó muerto. Gran indignación entre los vecinos. La policía trasladó al carrero aunque un juez ordenó su libertad.

 

Danilo Chiapello

[email protected]

Ayer, en horas de la siesta, un caballo que tiraba de un carro se desplomó sin vida por las calles de barrio Chalet.

El dramático cuadro (ocurrido en la intersección de San José y Jujuy) provocó la lógica reacción de vecinos y ocasionales testigos, hecho que no pasó a mayores gracias a la llegada de la policía.

Como es fácil imaginar el blanco de todos los reproches fue quien se encontraba al mando del carro, un hombre de 44 años, el que venía acompañado por varios menores de edad.

Ocurre que no fueron pocas las personas que, varias cuadras antes, advirtieron que el equino venía siendo duramente castigado por el carrero.

El animal, ya al límite de sus fuerzas, intentaba detener su marcha. Pero este sujeto lo golpeaba con un palo o un látigo, hasta hacerlo circular nuevamente. Todo esto bajo la tremenda temperatura que se registró ayer, cerca de las 15.

Es de hacer notar que una vez acontecido el trágico episodio, el elemento con el que se castigaba al animal, “misteriosamente” desapareció de la escena.

Ya con el animal caído en el pavimento algunos vecinos intentaron reanimarlo. Le tiraron agua y un hombre hasta se tiró encima del equino y le practicó maniobras de reanimación.

Lo que siguió es parte de un drama que se repite sin solución.

De un lado, la gente reclamando por semejante acto de crueldad. Del otro, el carrero respondiendo con amenazas de todo tipo.

En el medio la ausencia de la autoridad municipal que, como en tantos otros casos, elige hacer la de “Pilatos”.

Los incidentes no pasaron a mayores debido a la llegada de la policía.

Informe oficial

Respecto a este suceso la oficina de Relaciones Policiales de la URI, produjo el siguiente informe:

“En la tarde del sábado, y con las altas temperaturas registradas, otra vez nuestra ciudad fue escenario de un cruel caso de violencia animal.

Un caballo zaino que tiraba pesadamente de un carro, luego de trastabillar en reiteradas oportunidades, se desplomó en la intersección de las calles San José y Jujuy.

“Agentes de la comisaría 2da concurrieron rápidamente al lugar tras el aviso de los vecinos, quienes indignados fueron testigos del atroz episodio.

“Según relataron, el equino venía siendo maltratado desde unas cuadras antes, ya que debido al gran agotamiento físico le era cada vez más dificultoso seguir la marcha, y por ello fue víctima de crueles e intensos latigazos, hasta que finalmente se desplomó.

“Los vecinos del lugar agotaron todas las posibilidades para reanimar al flagelado animal, le suministraron agua, le presionaron el pecho en un intento desesperado por revivirlo, pero no lo consiguieron.

“Seguidamente se suscitó un gran desorden, debido a que la mayoría de los presentes intentaron hacer justicia por mano propia, pero gracias a la intervención de los uniformados, se pudo evitar un problema mayor.

“El responsable de tan espantoso hecho, fue identificado como Daniel G., de 44 años, oriundo del barrio Santa Rosa de Lima, quien fue trasladado hasta la comisaría antes citada, donde por orden del magistrado interviniente, correccional 1ra, fue identificado por infracción a la ley 14.346, conocida como Ley Sarmiento”.

“Seguimos mal”

Cabe destacar, que inmediatamente se hizo presente en el lugar la Dra. Cristina Pagani, veterinaria, integrante de la asociación civil S.O.S Caballos, entidad dedicada exclusivamente a la defensa, asistencia y rehabilitación del equino, quien realizó un informe detallado del estado del animal.

En diálogo con este diario la profesional precisó que “cuando llegué al lugar el animal ya estaba muerto. Así y todo pude establecer que murió por paro cardiorrespiratorio. Con la temperatura reinante padecía acaloramiento, sofocación e insolación.

Además tenía una especie de baba verde en la boca lo que me indica que posiblemente sufría de un edema pulmonar”.

Más adelante Pagani indicó que “también observé que si bien estaba herrado, tenía lastimaduras en sus vasos. Y otra muy severa en una de sus patas”.

Por último Pagani remarcó que este hecho “pone de manifiesto la incoherencia total de las autoridades que en pleno siglo XXI mientras hablan de modernismo, permiten esta actividad primitiva. Cuando vamos a sus despachos no hacen más que ‘patear’ la pelota para adelante”, sentenció.

3.jpg

El drama, que desató la ira de vecinos y ocasionales testigos, pone otra vez sobre el tapete una cuestión donde las autoridades municipales brillan por su ausencia. Foto: Relaciones Policiales URI