Su presunto ejecutor es un ex policía federal

Tramo final del juicio por crimen del joven Maximiliano González

El juicio por el crimen de Maximiliano González, el joven que en 1999 fue asesinado en un predio de la localidad bonaerense de Santos Lugares presuntamente por un ex policía federal, entra mañana en su etapa final.

 

Télam

A partir de las 9 de mañana lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Martín escuchará al fiscal Marcelo Segarra, a la abogada de la familia de la víctima, Adoración Gutiérrez y a la defensa del imputado Daniel Ignoto (34), que es juzgado por “homicidio simple”.

Luego, los jueces María del Carmen Castro, Aníbal Rubén Bellagio, y Ernesto Luis Garibaldi darán a conocer la fecha del veredicto, que se leerá en el edificio judicial situado en Balbín 1750, de San Martín.

“Son trece años de lucha, tengo esperanzas de que lo van a condenar”, dijo a Télam Rosa García, madre de Maxi, quien a raíz del crimen de su hijo fundó la Asociación de Víctimas de la Impunidad Sin Esclarecer (Avise).

La mujer confía en la declaración clave que prestó en el juicio un remisero que es testigo de identidad reservada y contó a los jueces que Ignoto le confesó el crimen de Maxi y que lo había matado “de un fierrazo”.

Al declarar el martes pasado, Rosa contó que la noche del 8 de enero de 1999 su hijo no volvió a casa, por lo que al otro día fue a la comisaría de Santos Lugares para denunciar la desaparición, aunque el personal policial no se la tomó.

Entonces, la mujer fue junto a su otro hijo, que en ese momento tenía 8 años, a los ex talleres Alianza, de la mencionada localidad del partido de Tres de Febrero, donde habitualmente “Maxi” jugaba a la pelota con otros amigos.

“Ingresamos por la canchita, miramos para todos lados, le pregunté a un linyera pero no sabía nada. Nos metimos en los galpones y en la segunda habitación estaba ‘Maxi’ boca abajo, lo toqué y estaba frío, con un hematoma en la cabeza”, dijo entre lágrimas la madre.

Llega la policía

Rosa regresó a su casa para contarle lo sucedido a su esposo, quien en ese momento estaba trabajando, por lo que cuando regresó al predio donde estaba el cuerpo de su hijo la Policía ya estaba en el lugar.

“La Policía buscaba una jeringa, decían que se cayó del techo, hablaban de sobredosis y al día siguiente enterramos a ‘Maxi’ “, indicó la mujer.

Durante su testimonio, dijo que comenzó la búsqueda para determinar lo que realmente había sucedido y regresó a los ex talleres Alianza, donde encontró una casilla hecha con ramas y adentro un anotador y un libro de su hijo.

Allí habló con un linyera, que sólo se identificó como “El Capitán”, el cual le dijo que “Maxi no murió de sobredosis, ni se cayó del techo”.

Posteriormente, Rosa se enteró de que ese hombre “murió en un accidente”, mientras que unos 20 días después del homicidio, su esposo Antonio fue a la casilla y vio que estaba “quemada”.

Luego relató que fue un remisero quien aportó el dato sobre que el presunto homicida era Ignoto.

Ese chofer declaró esta semana en el juicio con la sala desalojada y relató que el ex policía federal le confesó el crimen de Maxi.

Esta causa había sido archivada pero luego fue reabierta, tras lo cual quedó imputado Ignoto, quien al momento del hecho era un vecino del barrio aunque meses después de la muerte de “Maxi” se incorporó a la Policía Federal.