Sábado sangriento en el norte provincial

Dos muertos en peleas

En Calchaquí, un joven de 29 años fue fulminado por una estocada al corazón. En Las Toscas murió un sujeto apuñalado en el tórax.

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En Las Toscas. Un conflicto de índole pasional terminó con el asesinato de un hombre.Fotos: Agencia Reconquista

Gustavo Capeletti

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El bar El Desafío funciona en el barrio Guadalupe de Calchaquí, ubicado en el cuadrante suroeste del cuadro urbano. Ayer, cerca de las 5 de la madrugada, en su interior una pelea terminó en fatalidad.

Transcurrían ya los últimos minutos de una noche de juerga, pero ninguno de los presentes pensaba a esa altura que el nombre del sitio de pool y bebidas podía tener algo de premonitorio.

En ese local de calle Salta, entre Pueyrredón y San Martín, una barra integrada por mujeres y hombres se divertía, en medio del billar, la música y las bebidas, según se pudo reconstruir en base al relato policial.

Pero algo pasó. De pronto, las mujeres de la ronda se fueron al exterior y comenzaron a pelearse. De los pelos y de donde podían, se tomaban para agredirse, sin que estén claros aún los motivos, informó la policía.

Llevó las de perder justo la que sería la pareja de un sujeto de 32 años -sindicado luego como el autor del crimen-, que irrumpió más tarde en el lugar, a bordo de su auto. Bajó con un cuchillo y sin más, encaró a dos de los que estaban en el bar.

En la entrada, habría desafiado a dos de los clientes del pub. Como llevaba la iniciativa su reacción fue más rápida que la de sus oponentes. De arranque, le asestó una puñalada en el corazón a Silvio Danilo Romero, de 29 años, que falleció en el acto, tras la estocada artera, certera, asesina.

Pero la ofuscación del atacante no mermó. Se fue encima de Juan Alejandro Ríos, también de 29 años, al que hirió en tres partes de su cuerpo. Lo dejó malherido, en el suelo del local. Se dice que antes se habían escuchado disparos de arma de fuego, y así consta en la causa. Es que la tragedia también tuvo escenas previas de violencia en la calle.

Alguien avisó a la policía. Una patrulla llegó al lugar y se encontró con la escena: un muerto, un herido sangrante y la conmoción de los presentes.

De inmediato, los agentes del orden detuvieron al acusado de la muerte y a otros que quedaron arrestados en forma preventiva, hasta tanto se determinen responsabilidades.

El informe policial del mediodía de ayer puntualizó: “Conforme a facultades legales se procedió al arresto preventivo de varios masculinos presentes en el lugar, y de diligencias practicadas el autor del homicidio y de las lesiones sería un masculino de 32 años de edad domiciliado en ese medio quien se encuentra preventivamente arrestado. Se secuestraron elementos de interés para la causa. Interviene el Juzgado de Instrucción de Vera”.

La víctima era jornalero, y a veces cumplía trabajos como eventual en la Municipalidad. El herido fue derivado al Hospital de Vera, donde lograron estabilizarlo. Vive en la comunidad aborigen de su ciudad.

En Las Toscas

Alrededor de las 18.30, José Luis Fernández, de 37 años, recibió una puñalada mortal en su tórax. Caminó algunos pasos, hasta que cayó de bruces, sin vida.

El suceso se produjo en Calle 18, entre 17 y 19, del periférico barrio San Felipe de la ciudad de Las Toscas.

El acusado por el crimen es un sujeto de 29 años, también con domicilio en la ciudad norteña. Luego de ser atendido en el hospital local, quedó arrestado a disposición de la Justicia.

El motivo que habría desencadenado la pelea fatal, explicaron vecinos del lugar, tuvo que ver con una discusión entre ambos protagonistas. El acusado, que al parecer vive con la que fuera pareja del fallecido y sus dos hijos, habría recriminado a Fernández que cumpliera con sus obligaciones de aportar el salario familiar.

Fernández, ayudante de mecánico, venía de trabajar cuando fue increpado por su asesino. Primero se trenzaron a las trompadas, pero luego el victimario sacó un cuchillo que tenía entre sus ropas y asestó una puñalada en el tórax a Fernández, quien gritó y pidió ayuda, caminó unos pasos y cayó boca abajo; instantes después falleció, ya que la afilada hoja del arma blanca le había perforado los pulmones y otros órganos vitales.