Es el canario de la verdulería La Súper Naranja

Multaron a Gardelito por ocupar la vereda

Multaron a Gardelito por ocupar la vereda

Emplumado transgresor.

Oscar Arce, el propietario del comercio de barrio San Roque sospecha que “la voracidad recaudadora” impulsó a los inspectores a labrar el acta de infracción. Foto: Pablo Aguirre

 

De la Redacción de El Litoral

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Es la atracción de la verdulería La Súper Naranja de Salvador del Carril y Güemes pero, para los inspectores municipales, es un infractor. Resulta que ayer Gardelito, un canario de la especie roller, estaba cómodo cantando en su jaula ubicada muy cerca de una de las columnas de la galería del comercio, hasta que a las 9.30 dos agentes de la Municipalidad llegaron para revisar que las instalaciones estén en regla. Despreocupado, el delicado pajarito color naranja siguió con lo que mejor sabe hacer: regalar su trino a los vecinos y clientes como desde hace ocho años.

“Cuando comprobaron que teníamos todo en orden, nos hicieron la multa porque la jaula del canario estaba ocupando la vereda, dijeron que era incorrecto”, reprochó Gastón Campagnollo, un empleado de la verdulería. Según el acta de constatación de infracción Nº 100693664 labrada por el inspector Nº 604, el motivo de la pena es la “ocupación del espacio público, en la ochava del lado del cordón”. El comerciante visiblemente enojado aclaró que el mobiliario del local y la disposición de los cajones en la vereda cumple con el permiso de ocupación de acera que les otorgó el municipio, “incluso está marcado dónde deben ir los cajones y respetamos el límite”.

Una provocación

La vereda de la intersección de la avenida Salvador del Carril y calle Güemes es ancha y si bien está ocupada por las cajas con frutas y verduras, quedan disponibles para el paso aproximadamente dos metros y medio.

“Hace 16 años que estamos acá y siempre a esta altura vienen a controlar. Nunca tuvimos un problema porque siempre nos preocupamos por estar en regla y ahora nos hacen multa por la ubicación de la jaula de Gardelito”, mencionó Gastón que estaba muy ofendido además por el trato de los inspectores. “Tomá, por el pajarito”, le dijeron cuando le entregaron la multa, como menospreciando a la estrella cantora del barrio. Según dijo, los mismos clientes le hicieron saber a los inspectores que la sanción era injusta.

“Me parece que es una actitud hasta provocativa porque están en regla, pagan los impuestos e igual le hacen la multa. Sin dudas es una provocación”, le dijo Raúl, un cliente de la verdulería mientras esperaba que le entreguen la rúcula que había comprado. Alberto, otro cliente afirmó que no le molesta “en lo más mínimo” la jaula en la vereda.