brasil tendrá el tricampeón más joven
en san pablo se define el título de Fórmula 1
Hay dos contendientes a la corona, Vettel y Alonso. Cualquiera de los dos, el alemán con 25 años y el español Alonso con 31 años, batirán el récord en precocidad de edad que aún ostenta Ayrton Senna desde 1991.
Daniel Monticelli
No queda lugar para especulaciones, las 20 fechas del calendario de Fórmula 1 llegan a su fin. Brasil, como tantas otras veces, será el lugar donde se definirá un nuevo título de la máxima categoría del mundo. El autódromo que lleva el nombre de un gran piloto, el malogrado José Carlos Pace —piloto paulista, quien ganó el GP de su país en 1975 a bordo de un Brabham y se mató en un accidente de aviación en 1977, cuando apenas tenía 33 años—, será escenario de un nuevo electrizante capítulo de cierre. Allí en la populosa zona llamada Interlagos, en pleno San Pablo, una de las megalópolis más importantes del mundo, se sabrá el domingo cerca de las 14.45 quién será el nuevo campeón mundial de la F-1. Sebastian Vettel y Fernando, son los dos únicos aspirantes, uno con Red Bull o el otro con Ferrari. Los separan 13 puntos. El alemán siendo cuarto hacia adelante y sin importar la posición del asturiano, se convertirá en el flamante “tri”, con apenas 25 años. Caso contrario si lo es el de Oviedo, tendrá 31 años. En ambos casos batirán el récord que aún conserva el extinto Ayrton Senna desde 1991.
Con cinco victorias —cuatro de ellas en las últimas seis carreras—, Vettel, campeón del mundo en las últimas dos temporadas, manda en el Mundial con 273 puntos, contra los 260 de Alonso, vencedor en tres carreras y que intentará celebrar de nuevo una corona en el autódromo de Interlagos (donde se gira en el sentido contrario a las agujas del reloj). En 2005 y 2006 obtuvo su máximo galardón, pero con Renault, ahora lo haría con Ferrari.
Vettel, que festejó sus primeros dos títulos en Abu Dhabi (2010) —donde la arrebató la victoria a Alonso en la última carrera—, y en Japón en 2011, podría lograr el tercero en cadena, paradójicamente, a poca distancia del cementerio de Morumbí, donde se encuentran los restos del mito paulista, fallecido en un accidente durante el Gran Premio de San Marino de 1994, el 1º de mayo en Imola (Italia).
Por su parte, el doble campeón mundial español, ganador este año en Malasia, ante su público en Valencia para el GP de Europa y en Hockenheim (Alemania), también optará en Interlagos, batir el récord de Senna, que mejoraría en 94 días.
Para que así sea, Alonso, deberá ganar en el “Pace” de una cuerda de 4.309 metros, al que el domingo está previsto que se den 71 vueltas, para un recorrido de 305,9 kilómetros y que Vettel no sea cuarto.
También le valdría terminar segundo y que el alemán no supere el octavo; o subir al podio y que su rival no mejore el décimo. Algo que, sobre los papeles, parece complicado, pero no imposible para el asturiano, que espera malas inclemencias meteorológicas que abran sus opciones en un Gran Premio cuyos ensayos libres arrancaron hoy y en el que si no llovía, se rodaba con neumáticos medios y duros y con los que se usarán en 2013.
Su arma. Sebastian Vettel es atendido por toda la escuadra Red Bull. El RB8 fue segundo en los primeros ensayos de la mañana en Interlagos. Foto: Agencia EFE
Por todo. Como siempre, Fernando Alonso —hoy quinto en los tramos iniciales de los ensayos de San Pablo— pondrá lo mejor de sí en busca del objetivo final.
Foto: Agencia EFE
Constructores
Lo que nadie puede arrebatarle ya a la escudería austríaca es el Mundial de Constructores, que festejó —por tercer año consecutivo en Estados Unidos el domingo pasado, gracias a la genialidad de Adrian Newey, el diseñador estelar de la F1, “gurú” del RB8 de Vettel y al que Alonso confía en que deje de ser infalible en San Pablo.
En Interlagos se decidió un título por última vez en 2009, a favor del inglés Jenson Button (McLaren), por entonces con un BrawnGP. Y donde Ferrari festejó, en 2007, su último título de pilotos, gracias al finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), protagonista este año de un sensacional retorno, tras dos años compitiendo en rallies.
El otro español en pista, Pedro de la Rosa —al que le queda otro año de contrato—, concretará su última carrera, al menos en esta versión, con la escudería española HRT, que hace un par de semanas anunció de forma oficial que está en venta.
En Brasil intentará cerrar una buena temporada Pastor Maldonado (Williams), que en el Gran Premio de España (en Montmeló, Barcelona), el pasado mes de mayo se convirtió en el primer venezolano en ganar una carrera de Fórmula 1.
También será en Interlagos donde dispute su última carrera como piloto de Sauber el mexicano Sergio Pérez, quien con 22 años, firmó tres podios este año, al ser segundo en Sepang y en Monza (Italia); y tercero en Montreal (Canadá). Estos resultados le sirvieron para que el año próximo “Checo” defienda los colores de McLaren, equipo en el que sustituirá a Hamilton. Que, a su vez, reemplazará a Schumacher en Mercedes.
El alternador, “Talón de Aquiles”
Precisamente a la lluvia se encomiendan en Ferrari: una carrera rara, extraña, loca, accidentada o atípica parece, a priori, la única manera de ver a Alonso campeón. Evitar que el alemán logre otra pole sería crucial, pero nada parece frenar al germano los sábados. Por eso, uno de los factores que el domingo lo pueden sacar de las primeras posiciones es el agua. Por otro lado, los alternadores de Renault que monta el Red Bull también pueden ser aliados de Ferrari: el abandono por avería de Webber en Estados Unidos pone de manifiesto un punto débil que los de Christian Horner tendrán que cuidar mucho si no quieren dejar escapar un Mundial que rozan con los dedos: “Es preocupante”, reconoció el jefe del equipo, recordando que es la tercera avería del mismo tipo que sufren en lo que va de Mundial. Por eso Red Bull apuesta por un nuevo alternador, para evitar el problema en la última fecha crucial.
/// análisis
La fiabilidad contra el talento
Daniel Monticelli
Tuve la inmensa fortuna de presenciar varias definiciones de campeonatos internacionales: Fórmula 1 en 2008, apasionante por donde se la mire entre Massa y Hamilton en Interlagos, San Pablo, donde en los últimos 400 metros prevaleció el británico.
O nacionales, donde me quedaron recuerdos imborrables. A) Uno porque había disparidad económica con equipos oficiales y muchos poderes políticos (deportivos, obvio), como lo fue el título del TC 2000 de la temporada 1987 en el autódromo de Buenos Aires. Allí había cuatro contendientes: Bessone (Ford), Juan María Traverso, “Cocho” López (ambos con cupé Fuego) y Silvio Héctor Oltra (también con cupé Renault Fuego).
Se fueron dando tantas incidencias en esa carrera, que el desaparecido Oltra terminó siendo el campeón, quien era el que menos chances tenía.
B) Emotivo para todos nosotros. Adrián Gustavo Hang, después de sufrir aquel terrible accidente en Monza —14 de abril de 1996—, donde perdió parte de sus miembros inferiores. El piloto de Franck, desafió todo lo que había por delante,s e repuso, volvió al automovilismo y se coronó campeón del Turismo Nacional. Fue en Oberá, Misiones, en el Turismo Nacional Clase 2 de la temporada 1999. Notable demostración de que cuando se quiere, se puede. Regionales y zonales, vi varios que marcaron un camino dentro de la disciplina.
Y ahora, a través de la televisión, nos aprestamos a observar quién será el campeón de la Fórmula 1. Vettel tiene el mejor auto, el mejor equipo, más victorias en el año (5), y las mayores chances matemáticas: 13 puntos a su favor. En contra, un par de ítems. La fiabilidad del Red Bull está en dudas y la ansiedad del piloto a veces le juega en contra, sobre todo si larga atrás (algo improbable, pero que está en el “maso”).
Alonso: El auto no es rápido —la F2012 está un escalón por debajo del Red Bull e incluso del McLaren—, la escudería Ferrari no está nunca tan “despierta” en boxes a la hora del recambio. A favor de “Nano”, el temple, valor, concentración, conducción y la frialdad que tiene en superar situaciones límites.
Conclusión. Está todo dado para que Vettel festeje, pero teniendo enfrente a un león como Alonso, hay que repetir un antiguo concepto: “deberemos aguardar a que se baje la bandera a cuadros para saber el veredicto final”.
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