Tribuna política

Basta de excesos de autoridad, no repitamos los errores

Juan Daniel Stella (*)

 

Los años pasan fatal, inexorable e indefectiblemente. Lamentablemente, no aprendemos de los errores cometidos, especialmente aquellos que tienen a su cargo el ejercicio del poder del Estado.

Personalmente, me expresé en relación a los derechos humanos, a la necesidad de cambios en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a un mayor control y sanciones sobre aquellos que llevan adelante prácticas inapropiadas que perjudican a la mayoría de los argentinos, a la independencia del Poder Judicial, a un razonable equilibrio de los poderes constituidos, entre otras varias cosas. Vale decirlo, fueron expresiones anteriores a que asuma el ex presidente en el año 2003 y eran circunstancias que estaban muy presentes en el ánimo de un amplio sector de los ciudadanos.

Dicho esto, causa una gran preocupación y supera toda capacidad de asombro la forma irresponsable con la que fueron analizados los últimos hechos. En todo el país se movilizaron centenares de miles de personas y, de manera alguna, se pueden hacer los distraídos y considerar como que no ha pasado nada. Evidentemente, ha pasado algo muy importante que es el despertar y tomar conciencia sobre el hecho de que es imprescindible llevar adelante los cambios que resultan necesarios para el bien de todos. Cambios que persigan el bien común, el desarrollo integral de la persona humana, el buen funcionamiento de las instituciones de la República y el respeto por el Estado de Derecho, terminar con el gasto improductivo e innecesario y con el festival de subsidios sin justificación, respetar, sí, respetar las libertades individuales en toda su expresión y dimensión. Tener plena conciencia que no existe espacio para el exceso de autoridad. No puede existir o bien se encuentra absolutamente vaciada de contenido una democracia sin libertades individuales. Los reclamos eran sencillos y concretos: independencia del Poder Judicial; basta de corrupción; más educación; salud; no a la re reelección; más seguridad o terminar con la inseguridad; libertad de expresión, en definitiva respeto y cumplimiento a lo que manda la Constitución Nacional.

Existe una crítica situación. La realidad hace inobjetable la legitimidad del reclamo realizado por una sociedad civil saludablemente atenta y movilizada. Por ello no se puede ni se debe subestimar la voz de quienes requieren que se arbitren los medios necesarios y adecuados para dar solución a numerosos problemas que afectan al conjunto de la sociedad.

Es un fuerte llamado de atención para quienes integran los distintos partidos políticos. Llamado de atención que va desde el oficialismo hasta la oposición. Es decir, los representantes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben asumir con total seriedad y responsabilidad las obligaciones que les competen y garantizar los derechos fundamentales de la sociedad en todo el país.

No es sobreabundante decir que el tiempo histórico exige un cambio de actitud. Recordar que ninguna sociedad tolera indefinidamente que no se tomen las decisiones apropiadas para solucionar los problemas que la aquejan hoy. La circunstancia histórica exige grandeza y una inequívoca acción del gobierno que fije un derrotero para superar la adversidad y le otorgue legitimidad y credibilidad a quienes nos representan.

Es hora que se exteriorice una férrea voluntad de cambio en la corrección de las cosas que se encuentran mal y seguir consolidando y mejorando las que están bien. Debemos terminar con las frustraciones y las decepciones que conllevan las prácticas inapropiadas y honrar la política con nuevas conductas.

Es de fundamental importancia manifestarnos por el más irrestricto cumplimiento de la Constitución Nacional y de los derechos Políticos, Civiles y Económicos de los ciudadanos. Para construir una sociedad más equitativa, solidaria, plural, tolerante, resulta significativo e insoslayable proceder en forma correcta y razonable, y desde la autoridad del Estado utilizar los medios idóneos para preservar los derechos a la vida y a la libertad en sus diversas manifestaciones.

El tiempo es ahora. “Ahora o nunca, mañana es la mentira piadosa con la que se engañan las voluntades moribundas.” (José Ingenieros).

(*) Abogado, ex Presidente del Colegio de Abogados de la Cuarta Circunscripción Judicial de Santa Fe, ex miembro de la mesa directiva de la Federación Argentina de Colegios de Abogados.