Por unanimidad

Una ley para los sonidos de acá

El Senado convirtió en ley el miércoles el proyecto que dispone la creación del Instituto Nacional de la Música.

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Los legisladores sancionando el proyecto mientras, en las barras, los músicos festejaron el esperado logro. Foto: Télam

Télam/El Litoral

El flamante Instituto Nacional de la Música deberá proteger la música en vivo, coordinando y fomentando los establecimientos con acceso al público donde se realice habitualmente la actividad y la producción fonográfica y de videogramas nacionales.

La norma, además, buscará contribuir a la formación y perfeccionamiento de los músicos en todas sus expresiones y especialidades y estimular la enseñanza de la disciplina; en tanto, intentará crear un circuito estable de recitales en vivo.

Estrechamente ligado a la Ley de Comunicación Audiovisual, el Instituto preparará archivos digitales para proveer a los nuevos medios de las piezas que compongan los artistas independientes.

La iniciativa, que tuvo un apoyo mayoritario de todas las bancadas del Senado, se basa en un texto diseñado por el diputado kirchnerista Eric Calcagno, que contó con un fuerte impulso de sus pares Andrés Larroque, Eduardo “Wado” de Pedro, Mayra Mendoza, María Luz Alonso, Anabel Fernández Sagasti, Marcelo Santillán, Marcos Cleri, Horacio Pietragalla y Leonardo Grosso.

Mientras se debatía la ley en el Senado, frente al Congreso se realizó un festival con la participación de Litto Nebbia, Teresa Parodi, Rodolfo Mederos, Vox Dei, Bersuit Vergarabat, El Otro Yo y Peteco Carabajal, entre otros.

Todos los bloques

El proyecto fue respaldado por las diferentes bancadas que componen el cuerpo legislativo, que coincidieron en la necesidad de tener un instrumento legal para promover y defender las producciones artísticas de los músicos en todo el país.

Al defender la propuesta, el kirchnerista porteño Daniel Filmus dijo que existe “un debate profundo sobre la globalización o la nacionalización” de la cultura.

“Quien no defiende su identidad cultural ingresa al mundo global para diluirse. La única forma de integrarse es a través de nuestra propia personalidad”, señaló.

Por su parte, el radical mendocino Ernesto Sanz manifestó que “los verdaderos protagonistas de esta ley son quienes las hicieron caminando y trabajando por todo el país, recolectando las opiniones de todos los músicos independientes”. Sanz pidió “disculpas” porque este proyecto debió sacarse “hace algún tiempo”.

Aníbal Fernández dijo que para la música “no sólo hay que tener la capacidad, como la tienen nuestros artistas, sino la oportunidad. Nuestros artistas deben estar primero. ¿Cómo puede ser que vengan artistas muy importantes del mundo a megashows a la Argentina y los nuestros no mojen una galletita?”.

A su vez, el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá dijo: “Ésta es una ley que nos une, sin división de partidos. Es bueno tener un Instituto Nacional de la Música, defender la música popular, las industrias culturales. Me alegro muchísimo”.

Beneficios

El proyecto contempla la obligación de que en cada recital de una figura extranjera se incluya a un artista nacional. La norma también crea un Centro de Subsidios y Créditos y otro de Formación Integral del Músico. El primero permitirá a los artistas independientes grabar su material, editarlo y distribuirlo.

Asimismo, se generará una base única de datos de solistas y grupos argentinos que otorgará una credencial de “músico nacional registrado”, que será obligatoria para obtener los beneficios que pudieran otorgarse a partir de la presente ley.

El fondo de financiamiento del Instituto provendrá de un porcentaje asignado en la Ley de Comunicación Audiovisual.

De base

La normativa fue impulsada por la Fami (Federación de Músicos Independientes de la República Argentina), y sus asociaciones integrantes y allegadas como UMI (Unión de Músicos Independientes); Amuise (Asociación de Músicos Independientes de Santiago del Estero); SURock (Santa Fe Unida por el Rock); Mias (Músicos Independientes de Salta); Septiembre Rock (Músicos de Santa Cruz); Qubil, Músicos Independientes de Rosario; Uemi (Unión Entrerriana de Músicos Independientes); Mito (Músicos Independientes de Tandil Organizados); Asociación Civil y Cultural Arazá de Chaco; Umita (Unión de Músicos Independientes de Tucumán Autoconvocados); Amuic (Asociación de Músicos Unidos Independientes de Córdoba).

Voces

Teresa Parodi, directora artística del Espacio Cultural Nuestros Hijos (Ecunhi), afirmó que la sanción de la ley representa la consumación de “un sueño largamente acariciado”. “Es el resultado de una militancia muy grande, por encima de cualquier individualidad. Y ése es un triunfo enorme de esta ley”.

La cantante Mavy Díaz, hija del reconocido armoniquista santiagueño Hugo Díaz, realzó el valor colectivo de la sanción de la ley porque “no es común que los músicos se junten detrás de algo”.

Por su parte, la cantante Hilda Lizarazu, quien subió al escenario junto con Tito Losavio, afirmó que se trataba de “una causa noble” y puntualizó que los músicos necesitaban “mayor protección”.

El cantante Diego Frenkel, en tanto, interpretó que con la sanción de la nueva ley comienza “una nueva etapa para los músicos y para aquellos que trabajan en esta industria en el país”.

“Ahora, existe la posibilidad de que el Instituto de la Música pueda subsidiar fondos para la producción musical y el desarrollo de la música en un montón de aspectos como discos y giras. Es un verdadero empujón para elevar la calidad musical y artística del país”, explicó.

A su turno, Raúl Porchetto señaló que “los derechos de los músicos siempre fueron disgregados” y esta ley parte de la convicción de que “no se puede imaginar un país sin arte y sin música”.

Mikael, de Kapanga, aseguró que se trata “de un triunfo para todos los músicos y en especial para los chicos que no tienen lugar dónde tocar, para los músicos profesionales que no están fichados y no tienen obra social”.

“Lo que tenemos que hacer es que ahora lo que suceda a partir de la ley es trabajar para que todo sea cristalino, y la utilización de los fondos sea la correcta y tenga el destino que corresponde. Va a abrir muchísimo el espectro musical”, agregó.

El líder de Masacre, Wallas, adjudicó buena parte del logro a los músicos Diego Boris y Cristian Aldana, autoridades de la Unión de Músicos Independientes, quienes “pelearon por esta ley desde hace seis años y que ahora es una realidad”.

El propio Boris explicó que la ley implica “la conquista de un derecho: la posibilidad del ejercicio de la libertad artística”, mientras que Aldana, líder de El Otro Yo, celebró la norma porque permitirá, finalmente, “que muchos artistas puedan vivir de su profesión”.