Entrañable recordación

Un merecido tributo a Jorge Reynoso Aldao

La Cámara de Diputados de la provincia entregó un reconocimiento a familiares directos del destacado hombre de la cultura santafesina.

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Dorita Saettone, la esposa, y los dos hijos del recordado periodista, Valentín y Joaquín, junto al diputado Mario Lacava, quien se refirió a la figura del crítico. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

De la redacción de El Litoral

En una cálida y sencilla ceremonia y ante una nutrida cantidad de personalidades del quehacer cultural santafesino, la Cámara de Diputados de la provincia concretó un homenaje post mortem que se realizó en una sesión especial en reconocimiento de Jorge Reynoso Aldao y a su vasta trayectoria en la vida cultural de la ciudad, la provincia y el país. El legislador impulsor de la iniciativa, Mario Lacava, expresó que “Reynoso Aldao fue un periodista profundamente interesado en el desarrollo artístico local y en la difusión del patrimonio histórico de Santa Fe. Fue delegado en la ciudad del Fondo Nacional de las Artes por más de cincuenta años, y miembro fundador de la Asociación Amigos de Santa Fe La Vieja y del Centro de Estudios Hispanoamericanos, instituciones en las que trabajó incansablemente por décadas”.

Entre lo más destacado de su discurso, el diputado destacó que “a través de su larga y fecunda vida Jorge nos dejó una huella de ingenio, creatividad y compromiso con su época”, para señalar finalmente que “su destacada formación y los valores de su personalidad, sumados a los aportes que deja al desarrollo cultural santafesino, lo hacen merecedor de un reconocimiento por parte de este cuerpo legislativo”.

Cabe recordar que Reynoso Aldao fue un hombre fuertemente vinculado con las instituciones del quehacer cultural local y provincial y, por sobre todas las cosas, un periodista de alma hasta el último día. Su vocación natural fue el periodismo y a su actividad se dedicó durante varias décadas, realizando su labor en el Diario El Litoral y en tres emisoras radiales santafesinas.

En 1976 un jurado integrado por Juan Valmaggia, Adolfo Lanús y Luis Mario Lozzia le otorgó el Premio Nacional de Periodismo Adepa-Rizutto por su columna “Notas”, mantenida por más de 15 años en El Litoral. Además de su labor como delegado del FNA, fue corresponsal de la revista Letras de Buenos Aires, que dirigía Victoria Pueyrredón, y ocupó un cargo electivo en la Asociación de Prensa de Santa Fe. En varios períodos se desempeñó como vocal-secretario del Club del Orden, institución social y política fundada en 1853 en consonancia con la realización del Congreso General Constituyente que alumbraría nuestra Carta Magna.

Proveniente de antiguas familias cordobesas y santafesinas, era dueño de una mentalidad moderna, abierta a todas las novedades y a los complejos procesos socioculturales de nuestro tiempo. Poseía una memoria prodigiosa, donde cabían desde las genealogías patricias hasta el último ensayo sobre la crisis argentina, lo que lo convertía en una constante fuente de información para los periodistas de estos días. Tenía una envidiable vitalidad intelectual y era un narrador dramático que encandilaba a su audiencia. Tras su jubilación siguió escribiendo colaboraciones en El Litoral y en la revista Hoy y Mañana; pronunciaba conferencias, participaba de cuanta iniciativa cultural lo convocaba y desgranaba sus personales charlas en encuentros de café o en el Club del Orden. Fue un hombre de la cultura a ultranza que abrió puertas con generosidad.