Oasis de relajación

Oasis de relajación

TERMAS VILLA ELISA, UNO DE LOS ONCE COMPLEJOS TERMALES DE LA VECINA PROVINCIA.

 

ENTRE RÍOS invita a exhalar en las nubes de vapor de sus once complejos termales, verdaderos oasis de relajación PARA disfrutar de “todos los verdes”, de esta “tierra diferente” con el cuerpo sumergido y el alma flotando.

TEXTOS. FLORENCIA ARRI. FOTOS. TÉLAM.

Respirar hondo, alzar la vista a copos blancos que flotan en azul y bajar al horizonte que inunda la mirada con una paleta de verdes que supera toda previsión cromática. Así se siente Entre Ríos en sus rutas, sus paisajes, en las diferentes propuestas con que invita a relajarse y vivir el pulso de una tierra en que el tiempo late más lento.

El espacio delineado por el Río Paraná y el Río Uruguay, está signado por las aguas que lo atraviesan tanto en la superficie como en la profundidad: cuenta con once predios termales que invitan al relax de diferentes modos.

Levitar en sal

Sentir que el cuerpo leva, que se libera de su propio peso y se relaja. A sólo 110 km de Santa Fe -poco más de una hora de viaje en auto-, esa es la propuesta del complejo de Termas María Grande. Más allá de su cercanía con nuestra ciudad, se destaca entre sus pares por su agua, extraída a 1.370 metros de profundidad. Las propiedades del suelo que atraviesa hasta salir a la superficie le dan una característica peculiar: con su densidad de 74 gramos de sal por litro, es sesenta veces más salada que el mar.

El predio cuenta con diez piletas de agua termal salada de diferentes temperaturas (entre 37º y 42º). La onceava tiene fines recreativos: de agua fría y dulce, permite el juego de los más chicos y pronto -en menos de un mes- sumará un tobogán acuático. El paisaje que las contiene es un monte nativo de aproximadamente 200 años en que se respira aire puro con perfume a alfalfa, la antigua siembra de este campo. Un oasis de relajación para respirar hondo, alejarse del ruido y escuchar el alma.

Inmersos en el verde

Si bien el spa natural de María Grande se destaca por su paisaje agreste y su cercanía a nuestra ciudad, los otros diez parques termales de la provincia vecina también tienen sus atractivos.

A dos horas y media de viaje hacia el norte, La Paz brinda un espectáculo natural cada atardecer, cuando el sol cae dormido sobre las aguas del Río Paraná. En la imponente barranca, propone sugerentes aguas saladas a una temperatura de casi 42º.

Hacia el sur, son 142 km los que separan Santa Fe de Victoria, ciudad que ostenta su nuevo parque acuático termal, “Victoria del agua”, que conjuga bienestar con diversión para desconectarse de la vorágine urbana.

Ventanas al Uruguay

De norte a sur, la Ruta Nacional 14 que corre paralela al Río Uruguay propone un atractivo recorrido termal. A viajeros apetentes, una advertencia: en todas las rutas, la tentación culinaria invita en tiza a detenerse en las delicias propias del relieve entrerriano.

En el extremo noreste del paisaje, el Parque Termal Chajarí propone 40 hectáreas de campo que atesoran siete piletas de agua mineromedicinal, bicarbonatada y alcalina potable cuyas temperaturas rondan los 30º y 37º.

Unos 70 km al sur, Federación ostenta el orgullo de ser pionera: ubicado en la planta urbana de la ciudad, el primer parque termal de Entre Ríos preserva el estilo del entorno, con abundante verde y la vista inmejorable hacia el lago.

A sólo una hora de viaje al sur, Concordia invita con su doble propuesta. La primera son las siete piscinas de Termas Vertiente de la Concordia, unos 8 km antes de llegar a la ciudad. La segunda es Termas Perilago de Salto Grande que suma agua termal a la zona de playas y penínsulas que se adentran al lago y bahías de arenas doradas.

Cien kilómetros al sur, las ocho piletas de Termas San José combinan diversión con la suave sensación de relax, hidromasajes, piscinas cubiertas y un imponente balcón al río Uruguay.

Con la misma impronta, Termas de Colón articula sus diez piletas con un campo de golf, playas y tranquilidad.

A la vera de la RN 130 -un desvío de sólo 30 minutos al oeste de Colón-, se encuentra Termas Villa Elisa, con siete piletas ideadas con diferentes funciones y temperaturas.

También sobre la RN 14, Termas Concepción invita con sus 30 hectáreas de naturaleza, su solarium de 300 metros cuadrados, cinco piletas de agua termal y otras cinco con agua corriente, entre 32º y 41º.

Joyas del sur

Las termas de Gualeguaychú completan la ruta termal entrerriana hacia el sur. A 313 km de la capital santafesina -casi cuatro horas de viaje- y con el poder que otorga el erigirse como destino turístico durante todo el año, Gualeguaychú alberga en sus tierras dos complejos termales.

Por un lado, Termas del Gualeguaychú invita con dos piletas estivales de agua dulce a temperatura natural y cuatro piletas termales de agua salada (todas cubiertas, y de entre 37º y 42º). Por otro, las Termas del Guaychú son cercanas al arroyo Gualeyán y se nutren de acuíferos profundos que afloran en las 120 hectáreas de típica selva entrerriana.

Sin rodeos ni excusas, con cómodas instalaciones e infinitas variantes, Entre Ríos apela a la necesidad de descanso e invita a su amplia propuesta termal. Si bien la lógica indicaría que este tipo de turismo comienza su temporada alta con el fin de la estival, estos oasis de relajación reciben durante el verano a miles de personas que se entregan al descanso, al simple placer de conversar, tomar mate y disfrutar de un cielo sin obstáculos.