Lo importante es llegar

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Ya se decidió la fecha del viaje y se acordó hacerlo en auto, se eligió destino, se organizó la ropa y todo lo necesario para llenar las valijas. Pero, ¿está el vehículo en condiciones? ¿Qué situaciones de riesgo pueden presentarse una vez en la ruta? ¿Qué recaudos debe tomar quien maneja?

 

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS (*).fotos. archivo.

El estado del vehículo y de la ruta, las condiciones climáticas, el cansancio, la velocidad... Son muchos los factores involucrados en la conducción y es importante que nada quede librado al azar.

Con el auxilio de fuentes especializadas, ofrecemos algunas pautas para evitar contratiempos y hacer de las vacaciones una experiencia placentera de principio al fin.

Lo primero es chequear el estado del auto y una vez que este punto se encuentre bajo control es fundamental elaborar un plan de viaje. Se debe conocer de antemano qué caminos tomar, y se recomienda llevar un mapa, ya que resulta fundamental cuando surgen las dudas ante un cruce de rutas. Lo recomendable es optar por las rutas con peaje ya que son las que poseen el mejor pavimento y gozan de asistencia al usuario. No hay que olvidarse de preparar la documentación del auto (cédula verde, seguro vigente, últimas tres patentes pagas, VTV y por supuesto, hay que viajar con el DNI o CI de todos los integrantes de la familia).

Los datos estadísticos indican que el 70% de los accidentes con víctimas tiene lugar durante la noche, por lo tanto, es recomendable viajar con la luz del día.

Una vez arriba del auto todos los pasajeros deben colocarse el cinturón de seguridad, el conductor y su copiloto deben regular el apoyacabezas para proteger la cabeza en caso de una violenta desaceleración.

No es recomendable organizar una salida en caravana, ya que eso obligaría a realizar adelantamientos o maniobras peligrosas para mantenerse juntos. Lo ideal es acordar puntos de encuentros durante el recorrido, como las estaciones de servicio.

Hay que sumarle que se debería descansar 15 minutos cada dos horas o 200 kilómetros para relajarse y estirarse, en total no se debe conducir más de 9 horas por día.

FACTORES DE RIESGO

- A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; y más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica., el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino.

- Las malas condiciones de mantenimiento de las calles o carreteras, pueden jugar una mala pasada, impiden el control del rodado, obliga al conductor a desvíos, provoca roturas mecánicas y problemas emocionales.

- La noche, la lluvia y la niebla son causas fundamentales para que deba disminuirse, aún más, la velocidad: la lluvia no solo reduce la visibilidad, también provoca que el pavimento dificulte la adherencia del rodado e impide, en ocasiones, que el conductor permanezca en el control del vehículo.

- Las bebidas alcohólicas hacen que las respuestas y las maniobras, ante cualquier eventualidad de la ruta, o la calle, sean torpes y lentas. Embota los sentidos disminuyendo la capacidad de atención normal, y generan una falsa sensación de seguridad. Es falso suponer que el café o cualquier otro estimulante, anulan sus efectos nocivos.

- El sueño es inevitable y, en el mejor de los casos, disminuye los reflejos y la capacidad de reacción. Se agrava mucho más si no hubo descanso, o si se trabajó durante todo el día, si se cenó en forma abundante y se bebió alcohol, y con la monotonía del paisaje.

- El mejor seguro de vida dentro del vehículo es el cinturón de seguridad , que impide ser lanzados contra el parabrisas, o fuera del vehículo hacia una muerte segura, en caso de accidente. Incluso en la ciudad, a poca velocidad, evita la muerte o lesiones graves.

- Los niños siempre deben ir en los asientos traseros, ajustados con el cinturón de seguridad y en sus sillas especiales si son pequeños. Habrá que evitar, además, llevar objetos o juguetes pesados o punzantes que puedan dañar a cualquiera de los ocupantes en caso de accidente.

- Después del factor humano, los problemas mecánicos son la causa más importante de accidentes de tránsito; esto ocurre por la falta o descuido del mantenimiento del vehículo, acarreando como consecuencia fallas mecánicas y estructurales, impidiendo en ocasiones que el conductor evite un accidente.

• EL VEHÍCULO A PUNTO

QUÉ ES. La Revisión Técnica Obligatoria (RTO) tiene como objetivo promover el mantenimiento de las condiciones mecánicas de seguridad a lo largo de la vida útil de los vehículos, generando reducción de los accidentes de tránsito causados por fallas técnicas, y disminución de la contaminación ambiental mejorando la calidad del aire.

QUIÉNES. Deben tramitarlo los titulares de vehículos automotores, acoplados y semirremolques destinados a circular por la vía pública. La documentación que acredita el cumplimiento de la RTO es el Certificado de Revisión Técnica Obligatoria apta y la oblea aplicada sobre el parabrisas del vehículo.

QUÉ SE NECESITA. Cédula de identificación del vehículo (tarjeta verde), título de propiedad del automotor, CUIT o CUIL del titular registral, licencia de conductor, vigente y de clase acorde a la categoría de vehículo que se va a revisar, seguro obligatorio y último recibo de patente pago. Para vehículos a GNC, se deberá presentar, además, cédula de identificación del equipo (tarjeta amarilla) y oblea de identificación.

DÓNDE. En centros los de Revisión Técnica Vehicular habilitados:

• En Santa Fe, CONTROL: Blas Parera 10400, tel. (0342) 4895132, de lunes a viernes de 8 a 20, y sábados de 8 a 12.

• En Santo Tomé, CITAR: Av. Ejército Argentino 3260, tel. (0342) 4743615 ó 4744659, lunes a viernes de 7.30 a 13 y de 13.40 a 19.30, sábados de 8 a 12.

• En Recreo Sur, TRANSCONTROL: Ruta Nacional 11 km. 479,3, tel. (0342) 4905553 ó 4905-319, de lunes a viernes de 7 a 20, sábados de 7 a 13.

QUÉ SE CONTROLA. Sistemas de frenado, de dirección, de suspensión, de transmisión, de rodamiento y de iluminación; nivel de ruido; emisión de contaminantes, gases de escape, pérdidas de fluidos; identificación del vehículo; estado general del vehículo y carrocería; parabrisas, luneta y cristales laterales, que permitan una visión correcta y sin deformaciones; limpiaparabrisas, espejos retrovisores; dispositivos del sistema de instrumental y registro de las operaciones; accesorios de seguridad y elementos para emergencia (cinturones, apoya cabeza, extintores o matafuegos, balizas triángulo reflectante, botiquín de primeros auxilios), entre otros elementos.

• ADELANTAMIENTO

Muchos accidentes frontales son originados, en su mayoría, por maniobras de sobrepaso mal efectuadas. Para evitarlo, se debe reconocer que la zona más peligrosa en dicha maniobra es cuando el vehículo transita sobre el carril contrario, a la par del rodado que se está sobrepasando, debido a que son nulas las posibilidades de retornar al carril normal de circulación.

Es necesario, en primer lugar, discernir si el sobrepaso es necesario o es sólo una acción instintiva. Si realmente es necesario, al estar a 5 segundos del vehículo antecesor, se debe observar por delante de él si no viene algún vehículo de frente; si se tiene el camino libre hay que acelerar y cuando estemos a unos 3 segundos, previo volver a cotejar el camino despejado, se colocará la luz de giro hacia la izquierda, observando el espejo retrovisor para descartar otro vehículo que nos esté sobrepasando, e iniciar la invasión hacia el carril contrario. Una vez sobrepasado se debe poner el giro hacia la derecha y retornar hacia el carril propio cuando sea posible, observando por el espejo retrovisor central la pisada de las ruedas delanteras del vehículo sobrepasado.

Se recomienda:

• Observar la información que brinda tanto el señalamiento vertical como la demarcación horizontal.

• Recordar la prohibición de adelantarse en curvas, pendientes, túneles, puentes, encrucijadas y cruces ferroviarios.

• Quien efectúa el adelantamiento no debe colocarse demasiado cerca del vehículo que va a sobrepasar, especialmente si éste es de grandes dimensiones.

• Al iniciar el adelantamiento es necesario avisar acerca de nuestras intenciones al vehículo que circula adelante, ya sea con un toque de bocina o un destello de luz alta si es de noche.

• No debe efectuarse un adelantamiento si otro vehículo se encuentra realizando la misma maniobra

• Todo vehículo que es adelantado debe facilitar la maniobra, manteniéndose a la derecha de la calzada y eventualmente reduciendo la velocidad. Puede avisar con su luz de giro izquierda acerca de la inconveniencia de la maniobra.

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(*) FUENTES

Cesvi Argentina: www.cesvi.com.ar

Automóvil Club Argentino: www.aca.org.ar

Luchemos por la Vida: www.luchemos.org.ar

Gobierno de Santa Fe: www.santafe.gov.ar

LLUVIA

La mayor distancia que se requiere para detener el vehículo y la disminución de visibilidad son las dos principales consideraciones a tener en cuenta cuando se circule en días lluviosos. Muchas veces, cuando recién comienza a llover, es cuando se dan mayores posibilidades de patinadas. Es porque se forma una sustancia pastosa hecha del agua y los residuos de polvo y grasa que se encuentran en el pavimento, lo que provoca una reducción de hasta un 50 % de la adherencia de los neumáticos a la superficie del camino. En este caso la distancia de seguimiento no debe ser menor de una separación en tiempo de cuatro segundos. Además, se recomienda:

• Corroborar, antes de iniciar la marcha, el buen funcionamiento del limpiaparabrisas.

• Constatar que opere correctamente el lavaparabrisas y que su depósito tenga agua.

• Mantener limpios los cristales, libres de las partículas de suciedad que al producir el fenómeno de reflexión, dificultan la visibilidad.

• Accionar, si se empañan los vidrios, la calefacción y/o ventilación y el desempañador.

• Cuando se cruce con un vehículo que circula en sentido opuesto, se aconseja -particularmente en rutas- colocar el limpiaparabrisas en una velocidad mayor, para contrarrestar las salpicaduras

• No sólo es importante ver, es fundamental ser visto por los otros conductores; por eso, cuando la lluvia es intensa, encender las luces de posición y las bajas.