8 de diciembre: DÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

María, peregrina de la fe

Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa

La figura de la Virgen María se nos presenta, en el marco del Año de la Fe, como una imagen cercana a nuestra condición de peregrinos. Ella participa de nuestra misma condición humana, aunque reconozcamos en ella una intervención única de Dios. Esto lo vemos desde su Inmaculada Concepción, que hoy celebramos; en la Anunciación del Señor y el Nacimiento de su Hijo, como en su Tránsito o Asunción a los cielos. Esto no la aleja de nosotros, sino que vemos en ella una acción especial de Dios hacia quien iba a ser la madre de su Hijo. Siempre que hablamos de María nos movemos en el ámbito del misterio y del obrar de Dios. Esta convicción mantuvo la fe de los primeros cristianos. María no engendró a un hombre decían, sino al Hijo de Dios. Podemos decir que es la mujer elegida por Dios para que se cumpla la etapa última de la historia de la salvación de Dios, es decir, el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Ella es reconocida, nos dice el Concilio Vaticano II: “Como miembro sobreeminente y del todo singular en la Iglesia”, para concluir que en la Santa Iglesia: “Ocupa, después de Cristo, el lugar más alto y el más cercano a nosotros” (L.G. 53-54).

Camino de fe

Si bien este camino de Dios hace de ella una mujer única en nuestra historia, existe también otro camino que la hace muy cercana a nosotros, a nuestro propio caminar, me refiero al camino de su fe, que lo llamaría su camino evangélico. El Concilio Vaticano nos la presenta en el marco del Misterio de Cristo y de la Iglesia, como modelo y anticipo de nuestra vida y destino trascendente: “Así también, nos dice, la Bienaventurada Virgen María avanzó en la peregrinación de la fe” (L.G. 58). Si la fe es para nosotros: “La garantía de los bienes que se esperan y la plena certeza de las realidades que no se ven” (Heb. 11, 1), también lo fue para María. Ella, como nosotros, caminó en la fe. Esto no significa ver claramente y excluir toda duda, sino apoyarse en la Palabra de Dios que es la fuente de nuestra confianza y fuerza en nuestro caminar. Como Pablo, ella diría: “Sé en quién he puesto mi confianza” (2 Tim. 1, 12). Este peregrinar en la fe la acompañó toda su vida hasta llegar al pie de la cruz. La fe es el don que nos ayuda a no caer en la tentación de lo mágico y en la solución inmediata, y a vivir con la esperanza del que está en camino en este mundo. La fe, que nace del encuentro con Jesucristo, nos introduce en la verdad plena de lo que somos como hijos de Dios, y nos abre el horizonte de la vida eterna como vocación última del hombre.

Desde esta dimensión podemos leer y comprender el camino evangélico de la Virgen que peregrinaba en el silencio y riqueza de su fe. Para ella, también, el don de la fe no le daba respuestas mágicas a sus preguntas e incertidumbres, sino razones que sostenían su camino y la alegría de su esperanza. Para venerar a la Santísima Virgen María no tenemos que hacerla Dios, sino reconocer en ella la obra de Dios y su peregrinar en la fe. Ella ocupa, por ello: “El lugar más alto y el más cercano a nosotros”.

Acerquémonos a saludarla en su día con las palabras de su prima santa Isabel: “Feliz de ti por haber creído” (Lc. 1, 45).

Tradición santafesina La Virgen de Loreto

En Amenábar 2557, el Convento Franciscano de Santa Ana atesora la imagen de la Virgen Inmaculada de Garay. Fiel a la tradición histórica que data desde los inicios de nuestra ciudad, este sábado como cada 8 de diciembre será protagonista de una procesión por las adyacencias del Convento.

Fray Jorge Martínez OFM, vicario del Convento, recordó que “esta festividad es muy importante para la ciudad de Santa Fe”. También destacó que la imagen es también llamada “la Fundadora, pues fue donada a los franciscanos en la ciudad fundada en Cayastá, el 5 de octubre de 1642, por la hija de Don Juan de Garay, Doña Jerónima Garay de Contreras y esposa de Hernandarias. La talla es preciosísima, de autor desconocido pero, por cierto, de los grandes imagineros españoles. La gran asistencia de fieles, desde tiempo inmemorial muestra la devoción de la gente y la fe que le tienen como intercesora ante el Señor”.

En consonancia, mañana a las 18.30 se hará la tradicional Procesión de los fieles por las calles cercanas al convento. Saldrá del Templo de San Francisco por Presidente Illia hasta calle Entre Ríos. De ahí tomará calle 9 de Julio hasta Amenábar, y desde allí se regresará al punto de partida. Al retorno se hará la Bendición de los Niños en la entrada y se celebrará la Misa solemne de la Inmaculada en el templo.

 

Tradición santafesina La Virgen de Loreto

La Virgen Inmaculada de Garay, donada a los franciscanos, volverá a ser protagonista de la procesión que se hará mañana, a las 18.30, por las adyacencias del Convento. FOTO: ARCHIVO EL LITORAL

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“Para venerar a la Santísima Virgen María no tenemos que hacerla Dios, sino reconocer en ella la obra de Dios y su peregrinar en la fe. Ella ocupa, por ello: “El lugar más alto y el más cercano a nosotros”. Aquí, “Virgen de la Inmaculada Concepción con custodia”, atribuida a Matheo Pisarro. Foto: Archivo El Litoral

 

Como cada año, la Asociación Marchigiana Santa Fe celebrará el Día de su Patrona y Abogada, la Virgen de Loreto, cuya advocación data desde el año 1294.

En su honor, el domingo 9 del corriente, a las 10.30, se realizará un homenaje frente a su imagen que se encuentra entronizada en el hall del Aeropuerto de Sauce Viejo. La misma ha sido donada por el gobernador de la Región Marche, Dr. Gian Mario Spacca.

Allí se colocará una ofrenda floral, con el rezo de la oración de la Virgen, ya que es la Patrona de la Aviación Mundial. Como parte de los actos, ese mismo día a las 19 se oficiará la misa en el Convento de San Francisco, en acción de gracias y por sus asociados, sus familiares y amigos.

Cabe recordar que la ciudad de Loreto es famosa por estar allí el primer santuario mariano del mundo, y el mayor de Italia, donde se custodian y veneran las Santas Piedras de la casa de la Virgen en Nazareth. La fecha es coincidente con la celebración de la Jornada de Le Marche en el Mundo (establecida por Ley Regional); con el Día de la Paz en Le Marche y el Mundo y con el Aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por parte de la Asamblea de General de las Naciones Unidas que en 1948 proclamó: “Que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

En días posteriores con una cena de confraternidad, se llevará a cabo el “18º Encuentro de los marchigianos” de esta Asociación, a la cual han sido invitados asociados, familiares y amigos de la misma.