“OJO POR DIENTE”

Cuarta entrega de “Las cuatro estaciones de la palabra”

La novela de Sara Zapata se publicará este martes, con El Litoral. Se trata del cuarto libro del proyecto impulsado por la editorial independiente Palabrava y este diario.

De la Redacción de El Litoral

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El martes 18 saldrá a la venta el cuarto libro de “Las cuatro estaciones de la palabra”, proyecto impulsado por la editorial independiente Palabrava y el diario El Litoral. Para la estación del verano, Sara Zapata presenta su novela “Ojo por diente”, la cual recibió la primera mención del Premio Clarín de Novela 2005.

“Ojo por diente” es la historia de Inés Irusta, profesora de literatura griega, que ha dejado su oficio para dedicarse a cuidar enfermos después de que su sobrina desapareciera. Esto la llevará a emplearse con un viejo militar retirado, el general Laredo.

¿Cómo sobrellevará Inés ser la acompañante de un represor en una situación de cuenta pendiente? ¿Cómo podrá tolerar la convivencia la propia mujer del militar? ¿Habrá una manera de hallar justicia o al menos una equidad entre lo padecido y la represalia?, son algunas de las preguntas que convocan a la lectura.

La contratapa del libro reza: “Por trágica que sea una situación, también el perverso victimario puede ser lastimosamente ridículo, y la acción vindicativa, una proeza candorosa lindante con el humor”.

El costo del libro es de 18,90 pesos, con el cupón del diario, o 40 pesos sin el cupón.

La intensidad de lo vivido

—¿Cómo nace la primera idea de su novela, su génesis?

—¿Alguna vez escuchaste decir a un escritor que siempre estamos escribiendo el mismo libro? Seguro que sí, no sé qué gracia tiene hablar por todos los demás. Y ahora quizá caiga en un error parecido, porque creo que han de ser muchos los que necesitan referirse todavía al período más desgarrador de nuestra historia. En realidad está sucediendo, desde distintas perspectivas generacionales muy reveladoras y no sólo en literatura sino en otras artes. El origen es siempre el mismo: la intensidad irreparable de lo vivido, de lo dejado de vivir.

—La literatura busca generar preguntas (o quizás respuestas): ¿cree que su novela apunta a develar algo de nuestra historia reciente, de nosotros mismos que aún no hemos descubierto?

—Inés Irusta, la protagonista, dice sin énfasis, pero lo dice, que quiere contar una historia no contada todavía. Creí que era verdad y puede ser. Pero cuando la conocí mejor me di cuenta de que a pesar de decir y saber mucho, es más lo que no sabe ni puede decir. Lo que ella anticipa al comienzo del relato no tiene un final abierto pero sí cómo irá configurándose con el tiempo su historia y el conocimiento de nuestra realidad. Esto tiene que ver con las perspectivas generacionales, como dije, y la polifonía de los testimonios. En la contratapa de la novela hay una breve información: “Inés Irusta es una profesora de literatura griega que se emplea con un viejo militar retirado, el general Laredo ¿Cómo sobrellevará ella el hecho de ser acompañante de un represor en una situación de cuenta pendiente? ¿Cómo tolerará la convivencia la propia mujer del militar, si la cuestión es peor todavía?”. Esta última frase, relacionada con una noticia periodística que conocí hace años y que seguramente es un punto de partida para mi relato, vuelve a cobrar vida con otra noticia semejante, aunque “peor todavía”, publicada en un diario de Buenos Aires en octubre de 2012.

—Abordar años que fueron tan dolorosos para nuestro país, ¿incidieron en que fuese también doloroso para usted el trabajo de construcción de esta novela?

—No fue una tarea liviana ni cambió el peso de lo que puedo experimentar todavía sobre aquellos años siniestros. Me pregunto si los hechos podrían haberse desenvuelto como lo hicieron si hubiera existido la tecnología actual, con las redes sociales y las filmadoras tan a mano ¿Quién podría saberlo? Ahora, los medios nos muestran escenas de violencia real incalificable en todos los órdenes y sin embargo, los que más pueden y los que más deben miran para otro lado. Inés Irusta pensaba que relatar sucesos veraces, aunque fuesen intimistas, equivalía a un toque de pincel, u pixel, en ese mural que desde siempre el arte compuso para la memoria histórica.

—¿Cuál es el lugar más significativo para la ficción?

—Un pueblo imaginario de nuestro norte provincial; hay también referencias narrativas a la ciudad de Santa Fe y a un sector muy preciso del centro de Buenos Aires. Le cedo a la protagonista parte de la memoria de un trayecto vital y ella se desplaza allí con su propia historia, mucho más conmovedora que la mía y la de otro como yo, que de todos modos no salimos ilesos.

La autora

Sara Zapata (Santa Fe, 1938) vive en Reconquista desde 1959. Es autora de poesía, narrativa, teatro y ensayo, género en los que obtuvo premios en concursos del país: “Diario de vida”, “Poesía/Poesía”, “Escrito sobre la línea del horizonte”, “Los cuentos y los juegos”, “Ensayos literarios”, “Donaciones”, “Estar vivo”, “Amauta y otras piezas breves”, “Papel de diario”, “¡Aviador, aviador!”. Es licenciada en Letras y ejerció la docencia y el periodismo cultural.

/// EL DATO

Cuarta entrega de “Las cuatro estaciones de la palabra”

Sara Zapata es autora de poesía, narrativa, teatro y ensayo. Licenciada en Letras, ejerció la docencia y el periodismo cultural. Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN

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