Al margen de la crónica

El dedo gordo del faraón

El dedo gordo del pie derecho del faraón Amenhotep II, que vivió durante los años 1427 y1401 a.C., ha vuelto a su lugar natural tras un azaroso viaje de ida y vuelta causado por un monumental escándalo.

Los responsables de las antigüedades egipcias descubrieron, después de una reciente restauración, que el dedo se había caído de la milenaria momia, que se exhibe en el Museo Egipcio.

¿La razón? Alguien había pegado el apéndice al pie de la momia con un viejo adhesivo en un trabajo anterior de restauración, según explicó Hala Hasan, miembro del comité de expertos encargado de su mantenimiento.

El pasado mes de agosto, los arqueólogos abrieron la vitrina en la que descansa Amenhotep II (también conocido como Amenofis II) para limpiar y mantener la momia, y posteriormente volvieron a cerrarla.

Pero fue recién después de clausurar la vitrina, que los expertos comprobaron con horror que el dedo gordo de su pie derecho se había desprendido del cuerpo, y que se encontraba al lado de la momia, al tiempo que presentaba un sospechoso material brillante y desconocido.

Tras analizar la sustancia, descubrieron que se trataba de un pegamento muy poco científico que se había utilizado hace ya tiempo.

Hasan explicó que, tras constatar el desaguisado, los expertos no pudieron abrir la vitrina, ya que necesitaban un equipamiento de repuesto para la ventilación en su interior, que debía llegar de Alemania.

Afortunadamente, la arqueóloga anunció que tras unos días finalmente los restauradores pudieron abrir la caja transparente y pegar el dedo con “un material natural que se utilizaba en la Antigüedad”, según Hasan.

“El dedo se encuentra en buen estado y ahora está pegado de forma científica y correcta. Ya está todo arreglado”, explicó la experta.

Hasan agregó que el conjunto de la momia de Amenhotep II no ha sufrido ningún daño, y que los arqueólogos han puesto en la vitrina gel de silica, un desecante que elimina la humedad del aire, para sustituir el nitrógeno de la momia cuando se abrió la vitrina.

“En dos días llegarán los técnicos de la compañía que se encarga de la ventilación para colocar la parte que todavía falta en el equipo”, agregó.

Amenhotep II es el séptimo faraón de la dinastía XVIII y llegó a convertirse en monarca después de la muerte de su padre, Tutmosis III.

Su reinado fue escenario del cese de las hostilidades entre Egipto y la monarquía antigua de Mitani, en el actual Siria.

Su tumba se ubica en el Valle de los Reyes, en Luxor, en el sur del país, y fue descubierta en 1898.

La momia de Amenhotep descansa en una sala situada en la segunda planta del Museo Egipcio de El Cairo, que acoge 53 momias reales, que datan de entre las dinastías XVII y XXI, en dos espacios diseñados como las tumbas faraónicas.

En uno de los espacios se encuentran juntas las momias que datan de entre las dinastías XVII y XIX, cuyos reyes liberaron Egipto de la ocupación de los hicsos, un pueblo guerrero semítico procedente de Asia que dominó el país del Nilo durante 150 años desde 1730 a.C.