Tango de amor, ambición y fracaso

Ana Mendoza

(EFE)

“La historia de una ambición y de un fracaso elegante”. Con esas palabras define el escritor Arturo Pérez-Reverte su nueva novela, “El tango de la Guardia Vieja”, en la que la acción y la intriga que nunca faltan en sus libros sirven esta vez “de decorado” para una apasionada historia de amor y sexo.

“Siempre me fascinaron los perdedores elegantes. Los he visto en mi familia, fuera de ella, en la guerra y en la paz. Y espero, si un día fracaso, saber asumirlo con la misma elegancia”, afirma Pérez-Reverte.

Editada por Alfaguara, esta obra llega a las librerías españolas con una tirada inicial de 300.000 ejemplares, y de forma casi simultánea se publica en Hispanoamérica y en Estados Unidos. Cuando se trata de una nueva novela de Pérez-Reverte (Cartagena, Murcia, 1951), la expectación está asegurada. Por algo su obra está traducida a más de 40 idiomas y ha conquistado a millones de lectores en el mundo.

Y ahora vuelve con una turbia historia de amor, intriga y espionaje, contada desde la madurez de los personajes centrales: Max, un bailarín mundano, ladrón de guante blanco, canalla y guapo; y Mecha, una mujer inteligente, de clase alta y muy hermosa.

En el libro, “el amor visto desde la vejez es el protagonista. Ese recuerdo hace revivir cuarenta años de relación, en los que el amor ha ido adquiriendo muchas formas: amor pasión, amor físico, amor melancolía, sexo, amor turbio”, señala el autor.

Cuando se han cumplido los sesenta, “la vida se ve con serenidad. Si no fuera así, sería terrible. Envejecer sin serenidad es la peor aventura imaginable”, dice el escritor antes de asegurar que la edad te hace “más tolerante con los errores de los demás, con los avatares de la vida, pero te hace más intolerante con la estupidez”.

La novela, cuyo título alude al tango original que se bailaba en los bajos fondos de Buenos Aires, muy distinto del de los salones elegantes, es también una reflexión sobre “esa vieja Europa, un mundo de lujo y de elegancia que, con lo bueno y con lo malo, desapareció, fue barrido por la Segunda Guerra Mundial”.

“De aquella Europa ya no queda nada. Era injusta y clasista pero, en vez de dar paso a una Europa mejor, dio paso a esa Bruselas gobernada por payasos analfabetos que nos están reventando a todos”, se lamenta Pérez-Reverte.

“El tango de la Guardia Vieja” tiene casi 500 páginas y transcurre en tres situaciones: Una extraña apuesta entre dos músicos, que lleva a uno de ellos a Buenos Aires en 1928; un asunto de espionaje en la Riviera francesa durante la Guerra Civil española; y una inquietante partida de ajedrez en el Sorrento italiano de 1966.

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Arturo Pérez-Reverte.

Foto: Archivo El Litoral