Alimento para el alma

Alimento para el alma

Los sábados a la tarde un grupo de jóvenes se reúne a charlar, jugar, merendar y “forjar una amistad en Cristo” con chicos y chicas de Playa Norte.

 

Foto. Luis Cetraro

•Desde un discreto costado de la Basílica de Guadalupe, coloridos paquetes resguardaban objetos que con el paso del tiempo irían colmando canastos y cajas. Mientras los primeros acordes de la Orquesta Sinfónica Provincial inundaban la nave central, y agrupaciones corales y solistas entonaban un repertorio que iba preparando el clima navideño, cientos de voluntades comenzaban a gestarle el sueño a chicos y chicas de diferentes barrios que este año recibieron un juguete nuevo.

Hace varios años que se realiza la campaña del juguete, afirma el padre Olidio Panigo, a cargo de la Basílica, incluso desde que estaba al frente el recordado padre Edgardo Trucco. Seguramente inspirada en él y en el fuerte trabajo de concientización que desarrolló en el barrio y se extendió a toda la ciudad, es que la colecta tiene una sola consigna: que no incluya juguetes bélicos.

La entrega de los objetos es anónima y la mayoría de los que suman su aporte, poco y nada saben de quiénes serán los destinatarios ni de quiénes harán de vehículo entre los regalos y sus futuros dueños.

Mariana es una de esas “intermediarias”. Hace 5 ó 6 años que integra el apostolado de jóvenes y participa de la organización de la campaña, aunque sabe que ésta viene desde mucho antes.

“En nuestro caso, trabajamos con chicos y chicas de Playa Norte. El apostolado -uno de los que funciona en la Basílica- se llama San Alberto Hurtado, un santo chileno de principios de 1900 que se abocó a trabajar con los chicos de los barrios más vulnerables”. Con otros jóvenes que, como ella, dejan de lado familia, salidas y obligaciones, cada sábado reúne a un grupo de niños de Playa Norte y allí, además de una copa de leche y facturas -indispensables cuando faltan cubrir las necesidades básicas- se busca “una amistad en Cristo”, que se prolonga el resto de la semana cuando se cruzan por la calle y el “seño” o “profe” les pone nombre a ella y a sus pares.

Así es durante todo el año, pero en estas fechas todos los chicos esperan un regalo, y también hay para los que juegan, charlan y toman la leche con estos jóvenes los sábados a la tarde.

La respuesta a la convocatoria que hizo la Basílica, para atender necesidades de distintos barrios, fue generosa como siempre que se invita a los vecinos a colaborar en colectas y campañas.

Los juguetes donados en el marco de esta campaña fueron destinados a los niños de la Capilla Nuestra Señora del Valle (Paraje Chaco Chico), Capilla San Martín de Porres, Asociación Civil Barrio Transporte, A.PRO.CO.VI.EL, Centro de Catequesis del Terraplén French y Asociación Civil Juntos por los Niños, entre otras.

Y el resultado de esa respuesta se vio ayer, en la sonrisa ansiosa de los chicos que recibieron, como esperan otros chicos en todo el mundo, un anticipado regalo de Navidad.