De riñón

Trasplante en el Cullen

Por primera vez, en el hospital Cullen se realizó un trasplante de riñón proveniente de un donante cadavérico. En octubre se había concretado el primer trasplante, pero de un donante vivo.

 

Esta vez, el órgano fue extraído de una persona que falleció en la ciudad el viernes pasado. Inmediatamente se activó el mecanismo de selección y compatibilidad del posible receptor entre los pacientes en lista de espera.

Casualmente, la persona más compatible para el riñón extraído también era de Santa Fe. Se trata de un paciente de 56 años que se encontraba en diálisis desde noviembre de 2008 y en lista de espera desde marzo de 2010. Al recibir la notificación de que había un riñón compatible, se internó en el hospital Cullen donde se efectuó el trasplante.

La cirugía se realizó el sábado y el equipo de seis profesionales estuvo encabezado por el doctor Rubén Canelo. “Me ayudó el equipo de urología, el nefrólogo y el anestesista. La cirugía comenzó a las 10 de la mañana y terminó a las 13.30. Se trató de un procedimiento completamente distinto al que ya habíamos realizado porque se trató de un donante cadavérico”, detalló Canelo.

Sobre las diferencias entre un donante en vida y uno cadavérico, el director de Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio), Pablo Maidana, explicó: “Con un donante vivo se puede programar la fecha de acuerdo a la conveniencia de los profesionales y la disposición de la institución. En cambio, la donación en muerte surge en un momento inesperado, es de tiempos rápidos, ya que en pocas horas hay que resolver quiénes serán los receptores, enviar los órganos a las ciudades de residencia de los mismos -aunque vivan en el otro extremo del país- y realizar el implante. El Cullen demostró estar a la altura de este nivel de complejidad, lo que abre un mundo de posibilidades en el campo del trasplante en la ciudad capital”.

Por su parte, el director del Cullen, Francisco Sánchez Guerra, expresó su satisfacción, ya que este operativo puso a prueba el trabajo de la Unidad de Procuración y Trasplante durante todo el 2012: “Que podamos cerrar el año con un trasplante es como un regalo de Navidad. Es importantísimo para un hospital tan grande como éste; es una inyección de energía para seguir trabajando”.

Consultado acerca del estado del paciente, el doctor Canelo indicó que “deberá permanecer internado unos 15 días para ver cómo evoluciona”.