La ordenanza había sido aprobada por la oposición

Speranza vetó la suspensión de aumentos de tasas municipales

 

El intendente de Reconquista usó esa herramienta para oponerse a la medida legislativa. Ahora la norma deberá volver al recinto legislativo donde necesitará los dos tercios de los votos para ser impuesta. Críticas opositoras.

 

Agencia Reconquista

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Dentro de los plazos legales establecidos por la ley de Municipios y Comunas, el intendente de Reconquista, Jacinto Speranza, hizo valer su derecho a veto y actuó en consecuencia con la ordenanza aprobada semanas atrás por el Concejo, a instancias de la oposición peronista, que ordenaba la suspensión durante el 2013 de CUR, el Coeficiente Único de Revalorización de tasas municipales contemplado en la normativa tributaria sancionada el año pasado con el voto unánime de los ediles.

El entuerto se había generado a raíz de las quejas de vecinos por la supuestamente deficiente prestación de los servicios públicos, en especial la recolección de residuos. El arco opositor recogió ese reclamo comunitario y lo transformó en un proyecto de ordenanza de suspensión de la fórmula de revalúo citada, aprobado con votos propios.

En aquel momento, fines de noviembre, desde el Ejecutivo reconquistense se adelantó el seguro veto a la ordenanza aprobada de suspensión del CUR con la tranquilidad de saber que “cuando vuelva al Concejo, la oposición no reúne los dos tercios necesarios para aplicar su voluntad y prevalecer en su postura”, según las palabras de un funcionario de gabinete.

En los fundamentos, Speranza mencionó que se pretende privar a la actual administración local, de una herramienta que posibilita la actualización casi automática del principal tributo municipal y puso en duda la mencionada mala calidad de los servicios que presta el municipio recordando que su gestión, ya en las postrimerías de su quinto año de gestión, puede exhibir como un logro efectivo el “marcado mejoramiento de los servicios de todo tipo que son de neta incumbencia municipal, una obra pública en constante expansión que llega a todas las latitudes del ejido, como también un nivel de inversiones en bienes muebles e inmuebles como ningún otro gobierno precedente”.

Asimismo, apuntó que algunos argumentos ensayados por el Concejo para llegar a su decisión “denotan un desconocimiento supino del grado de situación que se vive, no sólo en Reconquista, sino en la provincia y la Nación”.

Al mismo tiempo, el jefe municipal dio por tierra con consideraciones respecto de mayores ingresos provenientes de impuestos provinciales porque son “hechos que no tienen asidero real y, en caso de tenerlo en el futuro, deberían medirse en sus alcances ciertos”.

Un párrafo especial dedicó para destacar que el Concejo ni “siquiera ha merituado la expansión de los costos de los servicios municipales que, fruto de esta Argentina inflacionaria, se desfasan mes a mes; como que tampoco valora los esfuerzos realizados en procura de combatir la precariedad laboral, lugar a donde va a parar parte de lo recaudado por aplicación del CUR, e igual suerte corre la política salarial” de esta administración que “contrastando con situaciones vividas en un pasado cercano” viene cumpliendo, sistemáticamente, en tiempo y forma, con el pago de los salarios a dependientes, sin distingo de jerarquías, haciéndose notar que los alcances salariales son el reflejo o producto de paritarias libres.

Finalmente, asestó que la fundamentación de la norma suspensoria del CUR, por ser parcial, no ajustada a la realidad económica financiera y con “innegables connotaciones político-partidistas y demagógicas, hacen no evaluables a este Departamento Ejecutivo Municipal, al punto que in límine debe desestimar sus alcances, procediendo entonces la observación total de ésta’’.

Repercusiones

El bloque opositor Todos por el Norte fijó sus reparos indicando que “como Concejo somos, o debemos ser, los fieles representantes de la voluntad popular. Esta es nuestra tarea para la cual fuimos elegidos, representando y respondiendo a los intereses de la comunidad que confío con su voto en el arco opositor”.

Es por eso que sus integrantes reclamaron “respetar la voluntad popular, la división de poderes y los contrapesos que hacen a un Estado de derecho moderno”, y este veto, que el intendente dictó “desoyendo” no sólo a los legisladores sino a la comunidad aumentando nuevamente los impuestos municipales, “va en contra de esa voluntad popular”, que no sólo se manifestó en los representantes de la comunidad que somos los concejales, sino que lo han hecho también por sus propios medios, en forma particular acercándose a las diferentes áreas municipales para plantear su reclamo. Volvieron a denunciar el “estado deplorable de la prestación de servicios municipales, que fue el puntapié inicial para la sanción de la ordenanza que suspende los incrementos de la TGI para el año próximo’’.

“La ciudad está sucia, sin servicios, sin obra pública. Basta con salir a caminar y hablar con los vecinos para darse cuenta de esta realidad”, agregaron.

“Es indignante ver la falta de planificación que la gestión de Speranza posee. Esta situación se verifica en las áreas municipales, no hay plan, no hay proyecto, no hay informes ni rendición de cuenta. Y sin embargo cada vez solicitan más a los contribuyentes que no divisan ninguna solución”.

En síntesis, sostuvieron que “nos sobran razones para rechazar este veto que aumenta los impuestos exigiendo al bolsillo de la comunidad, pero lo resumimos en una sola frase: ‘No fuercen ni violen la voluntad popular, porque el pueblo se cansa, y cuando esto sucede suele hacer sonar el escarmiento’’’, advirtieron.

Speranza vetó la suspensión de  aumentos de tasas municipales
 

El CUR

El Coeficiente Unificado de Revalorización surge de la ponderación de la asignación de la Categoría 8, el valor de 1 litro de gas oíl y el índice de inflación anual del Ipec. Está incluido en el Art. 5 de la Ordenanza Tributaria Municipal, aprobada el año pasado por unanimidad. Es una suerte de “cláusula gatillo” que posibilita la tasa municipal se adecue automáticamente a los índices inflacionarios de constante evolución si el Concejo pasa más de 3 sesiones sin tratar el pedido de aumento elevado por el Ejecutivo. Su aprobación fue una decisión de los concejales que buscaron hacer equilibrio entre su función de contralor natural y la renuencia a tratar todos los años la suba de impuestos, debate engorroso si los hay y hasta costoso políticamente. Así, el Concejo mantuvo su potestad de controlar y aprobar o rechazar lo referido a impuestos, pero dejó la puerta abierta para su aprobación ficta: si no se contesta en el plazo que marca la ordenanza (tres sesiones), la propuesta que eleva el Ejecutivo se considera aceptada.

En el recinto, Speranza mencionó que se pretende privar a la actual administración local de una herramienta que posibilita la actualización casi automática del principal tributo municipal Foto: Agencia Reconquista

Miradas

Desde el Ejecutivo de Reconquista el análisis del conflicto fue realizado por el secretario de Planificación Estratégica, Héctor Gregoret: “Los opositores hacen los que más les conviene de acuerdo al momento o la situación. En otros distritos el propio peronismo está tratando de crear nuevos impuestos para favorecer el funcionamiento de los gobiernos y acá quieren derogar uno. O sea, es el mismo partido político que muestra dos miradas contrapuestas sobre un mismo tema”. En contraposición, la concejala kirchnerista Soledad Zalazar cuestionó la decisión de vetar: “Speranza es el único responsable del aumento de la Tasa, ni siquiera sus concejales. Nosotros aprobamos la suspensión de la TGI porque no hay un buen servicio en Reconquista para los contribuyentes. Este sigue siendo deficiente y está peor que antes”.